Gizartea incorpora a la mujer a su tamborrada

El año pasado tres de las ocho tamborradas masculinas pasaron a ser mixtas. Tras el paso dado ahora por Gizartea, en la actualidad de las 157 tamborradas de adultos solo quedan cuatro exclusivamente masculinas, en las que la mujer solo participa como abanderada, no como barril o tambor.

Gizartea comenzó a debatir este asunto hace tiempo y el pasado otoño «estábamos muy sensibles con el tema. La mayoría era proclive a dar este paso, la opinión pública nos pedía gestos, sondeamos a la gente de nuestro entorno y pensamos que era el momento de evolucionar», explicó el responsable de una sociedad que tiene 300 socios.

Gizartea, con sede en la calle San Martín, se fundó como sociedad gastronómica en 1932. Su Tamborrada se creó 50 años después, en 1982. En la actualidad es una de las más grandes del centro de la ciudad con casi 200 componentes. La participación femenina estaba limitada hasta ahora a los 4 puestos de abanderadas, dos con los tambores y dos con los barriles, algo que resultaba cada vez más incómodo para muchos de sus integrantes. «Algunos lo teníamos claro hace tiempo, pero abrir un 'melón' de este tipo es complicado», confesó el Tambor Mayor, Esteban Eschnell.

Finalmente, el lunes se convocó una asamblea extraordinaria con este asunto como tema único del orden del día. Acudieron a la cita 94 socios, entre presentes y con voto delegado, y el resultado de la votación fue de 86 votos a favor de la incorporación de la mujer a la Tamborrada, 6 votos en contra y 2 abstenciones. «Quedó muy claro que los gizartearras queríamos evolucionar y cambiar la tamborrada y veremos ahora esto cómo continúa. El tiempo lo dirá». Se refería Oquiñena con esta última frase a qué consecuencias va a tener esta decisión a la apertura o no de la sociedad a la entrada de socias, algo que previsiblemente se pospondrá al año que viene. «Iniciamos informalmente este debate en la misma asamblea del lunes, pero ahora hay que centrarse en dar el protagonismo a las mujeres en la próxima Tamborrada».

Los condicionantes físicos y organizativos han llevado a Gizartea a plantear para el próximo enero un máximo de 32 mujeres incorporadas al desfile, 12 como tambor y 20 como barril. Gizartea tiene entre los componentes de su tamborrada a socios y a personas que no son socias y a las que no quiere dejar sin desfilar por la incorporación de varias filas de mujeres.

Hay que tener en cuenta que los trajes, con un coste de 600 ó 700 euros en algunos casos, son propiedad de cada integrante de la Tamborrada y son costeados por cada uno, lo que impide dejar fuera del desfile a personas que se han ido incorporando en los últimos años para dejar paso a las mujeres que vayan a entrar en la próxima edición.

Entre las personas que se dan de baja todos los años y las nuevas incorporaciones femeninas Gizartea cree que el próximo 20 de enero aumentará su desfile en unos 20 componentes, una cifra asumible, pero ya en el límite de la capacidad que admiten algunas calles.

Las mujeres a las que se va a abrir la posibilidad de desfilar con Gizartea serán familiares directas de los actuales socios. «Hijas, mujeres, y, si no se cubre el cupo, se abrirá a hermanas, etc. Ojalá haya una fuerte demanda para salir en el desfile y tengamos que hacer un sorteo», apuntó Oquiñena.

El traje militar de las que desfilen como tambor será una variación del atuendo de abanderada «con una falda larga muy elegante». Y el de las aguadoras habrá que crearlo de nuevo, pero lo que es seguro es que tendrá unos «tonos verdes» a juego con los colores de la sociedad. «Ya estamos en contacto con las mujeres de los socios para que ellas participen en el diseño de unos trajes que ellas vestirán».

Oquiñena expresó su satisfacción por el resultado de la votación. «A nivel personal esto ha supuesto una liberación para mí. Trabajar por Gizartea, lo que sea, pero a esa vía muerta por la que íbamos había que darle un golpe de timón ya. Y ha sido muy satisfactorio que los socios estuvieron abrumadoramente de acuerdo con la incorporación de la mujer a la Tamborrada».