Polémica en torno a la construcción de un chalet en Igeldo
Haritzalde Naturzaleen Elkartea y otras tres entidades demandan al Ayuntamiento por considerarlo «ilegal», mientras que los promotores defienden «el sentido paisajístico» del proyecto
a. l.
Lunes, 21 de noviembre 2022, 11:53
La construcción de un moderno y amplio chalet en Igeldo ha desatado una nueva polémica urbanística en Donostia. Haritzalde Naturzaleen Elkartea, Igeldoko Herri Kontseilua, Ieltxo ... Kultur Elkartea e Igeldoko bizilagunak han interpuesto una demanda contra el Ayuntamiento de San Sebastián en relación a esta vivienda que consideran «ilegal», mientras que los promotores de la construcción defienden que no se ha cometido ninguna irregularidad y que, además, el proyecto cumple «con el espíritu de protección de un área de alto valor estratégico y de interés geológico planteando una construcción con un sentido paisajístico que trata de adaptarse a la condición de ladera de la parcela». El Consistorio ha emitido un comunicado respondiendo al respecto.
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La construcción de este chalet se remonta a 2016, cuando se presenta en el Ayuntamiento un proyecto básico para reconstruir en suelo no urbanizable de Txalin, Igeldo, el caserío Goaitz Berri de Martutene, que fue demolido a causa de expropiación forzosa para la construcción del Tren de Alta Velocidad. El caserío derribado tenía una superficie edificada de 572 metros cuadrados. Desde entonces, tanto el proyecto y el terreno han pasado por varias fases y propietarios. El promotor original vendió la licencia y el terrerno a una sociedad, y ésta se la vendió a una segunda sociedad, que es la que promueve la construcción de la actual villa.
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Para la concesión de una nueva la licencia se redactó un nuevo proyecto básico, «que se adapta a las normas del PGOU de Donostia, con el mínimo impacto paisajístico y una mejor adaptación a las condiciones topográficas de la parcela». Así, el nuevo chalet «busca difuminar los límites entre terreno y edificio. Conceptualmente, el proyecto se concibe como una operación topográfica en la que se han levantado dos láminas de terreno hasta ponerlas horizontales e introducir el edificio bajo las mismas. Por lo tanto, operación topográfica y edificación se conciben como un todo indivisible. Esta manera de proceder, en la que las cubiertas procuran una continuidad vegetal del manto verde natural del terreno, se adapta especialmente bien a la situación de la parcela, en la que la vista aérea tiene una relevancia singular. Desde el aire, sólo se aprecia una continuidad del terreno, y a medida que el observador se dirige hacia el norte, va emergiendo la fachada de la edificación», argumentan.
Se ha realizado un estudio topográfico de la parcela, en el que se ha basado el proyecto, en el que la edificación «se concibe como una continuidad del terreno, por lo que no existe un edificio entendido como un volumen construido que emerge del terreno, sino una operación paisajística que incluye espacios habitables».
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«Vía especulativa»
Haritzalde Naturzaleen Elkartea, Igeldoko Herri Kontseilua, Ieltxo Kultur Elkartea e Igeldoko bizilagunak tienen previsto ofrecer el jueves una rueda de prensa en la que aportarán más detalles sobre la denuncia que han interpuesto contra el consistorio donostiarra, aunque ya han avanzado algunos puntos sobre los que se fundamenta la demanda en torno a la «inaudita decisión municipal de permitir reconstruir en suelo rural de Igeldo con plenas vistas al mar un caserío expropiado en Martutene, a 8 kilómetros». A juicio de estas entidades, esta decisión «abre una vía especulativa que permitiría ubicar en Igeldo cualquier supuesto caserío que sea expropiado por razones de obras públicas de cualquier otro punto de la ciudad».
Siempre según los convocantes, el edificio autorizado por el Ayuntamiento, del que han difundido una fotografía, es «un inmenso chalet, sin tipología rural alguna», por lo que consideran que «incumple la obligación legal de que toda nueva construcción se atenga a la imagen de los caseríos tradicionales de la zona». Además, aseguran que es un edificio «sin licencia». Según avanzan, «se han dado dos licencias ilegales previas, siendo finalmente construido en un tercer emplazamiento diferente al previsto».
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Estas cuatro asociaciones consideran que «las irregularidades» de este caso «son múltiples e increíbles». Entre otras, siempre según el comunicado que han emitido, se ha autorizado «un 100% superficie de sótano cuando la norma permite solo un 60%». También «llamativamente» se ha dado licencia «para construir un inmueble residencial en una parcela sin ningún acceso, tal que los promotores/ constructores/propietarios usurpan, ocupan y acceden por una propiedad y vía municipal privada, sin permiso alguno, que además han vallado».
Las entidades denunciantes califican de «escándalo urbanístico» y se muestran «preocupados por su gravedad en cuanto «al número de irregularidades que acumula en su tramitación como por los antecedentes que puede sentar abriendo una vía especulativa para construir en suelos no urbanizables con un cheque en blanco de manera ni justificada ni informada».
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