El estraperlo llegó a San Sebastián
Juegos de azar ·
Dos asesinatos con tintes políticos no impidieron que en septiembre de 1934 el Gran Casino volviera a abrir sus puertas en la ciudad aunque fuera de forma efímeraCarlos Blasco
Martes, 21 de enero 2025, 06:40
En septiembre de 1934, la ciudad atravesaba un ambiente convulso marcado por dos asesinatos. Sin embargo, esto no impidió el anuncio de la reapertura del ... Gran Casino, con un juego de azar, el estraperlo, que posteriormente desencadenaría la caída del Gobierno de Lerroux en 1935 y forzaría nuevas elecciones.
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Strauss y Perlo. Todo comenzó con la llegada a Barcelona del holandés David Strauss y su socio Perlo, también conocido por Perles o Perlowsky, con la intención de introducir un juego de ruleta al que llamaron «estraperlo», nombre derivado de las primeras sílabas de sus apellidos (Stra-Perlo). En 'Las Miserias de la Guerra', Pío Baroja describía el sistema como una especie de ruleta en la que una bola caía en casillas numeradas, sumando los valores de cada paso hasta el resultado final. Al inicio, el jugador percibía una ganancia segura, pero al final siempre terminaba perdiendo.
Para asegurar el éxito de su empresa, Strauss buscó apoyo político. Mariano Gaspar, dueño del Casino de Sitges, recordaba su primer encuentro: «Strauss llegó el 19 de enero de 1934, supuestamente para descansar, pero enseguida me habló de organizar el combate entre Schmeling y Uzkudun».
La pelea, que contaba con la popularidad del campeón Schmeling, casado con la actriz estadounidense Anny Ondra, y el carisma del boxeador vasco Uzkudun, se promocionó con facilidad. Aunque no fue un éxito financiero, el evento ayudó a Strauss a abrir puertas con figuras políticas, entre ellas Aurelio Lerroux, sobrino del influyente líder radical Alejandro Lerroux.
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El ambiente en San Sebastián. Se habían cumplido 10 años de la prohibición del juego en San Sebastián, pero la ciudad seguía manteniendo toda su atracción como referencia turística. Entre junio y julio, Strauss llegó a un acuerdo con empresarios y políticos del Partido Radical, al parecer a cambio de un porcentaje de las ganancias, quienes facilitaron la reapertura del Gran Casino de Alderdi Eder, el hoy Ayuntamiento, que se remozó para el evento, programándola para el 12 de septiembre de 1934. San Sebastián estaba todavía convulsa por los asesinatos que se habían producido a primeros del mes de setiembre, pero ello no impidió que siguieran adelante.
Manuel Carrión. El 9 de septiembre la ciudad había quedado impactada por el asesinato de Manuel Carrión, propietario del conocido hotel Ezcurra y presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Similares de Guipúzcoa. Carrión era una figura destacada en la sociedad donostiarra por su actividad profesional y por sus convicciones falangistas. Fue abatido a tiros cuando se dirigía al estudio de su amigo, el arquitecto José Manuel Aizpurua.
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Fechas de Interés
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12 de septiembre de 1934. Reapertura del Gran Casino.
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25 de septiembre de 1935. Dimisión Alejandro Lerroux.
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16 de febrero de 1936. El Frente Popular gana las elecciones.
El trágico suceso ocurrió en la calle Prim, cerca de la intersección con la calle Larramendi. Según testigos presenciales, varios individuos dispararon contra Carrión y huyeron inmediatamente del lugar. Gravemente herido, fue trasladado a la clínica Nuestra Señora de las Mercedes, donde el cirujano Martín Santos intentó salvarle la vida mediante una intervención quirúrgica que, lamentablemente, no tuvo éxito.
El periódico 'El Día' revelaba detalles que sugerían que el ataque había estado premeditado. El día anterior al crimen, dos individuos se habían presentado en el hotel Ezcurra solicitando trabajo. Carrión les informó de que no disponía de vacantes debido a lo avanzado de la temporada y la delicada situación económica. Poco después, un agente de policía acudió al hotel para alertar a Carrión sobre los hombres, advirtiéndole: «Tenga usted mucho cuidado. Se trata de dos sujetos anarquistas muy peligrosos, que no han venido solamente a pedirle trabajo, sino a conocerlo a usted personalmente».
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A pesar de la advertencia, Carrión mantuvo su rutina habitual. Al día siguiente, mientras se dirigía al estudio de Aizpurua, fue emboscado y asesinado.
El fallecimiento de Manuel Carrión generó una oleada de indignación y repulsa entre los hosteleros, sus allegados y sectores afines. Su velatorio se convirtió en una muestra de reafirmación ideológica. El féretro fue llevado a hombros por sus correligionarios hasta la calle Iztueta, donde se despidió el duelo en un acto solemne.
Andrés. El clima de violencia política que reinaba aquellos días en San Sebastián se intensificó con el asesinato de Manuel Andrés Casaus, exdirector general de Seguridad y destacado afiliado de Izquierda Republicana. Los hechos ocurrieron el 10 de septiembre, en la esquina del paseo Colón con Peña y Goñi, dejando una profunda huella en la ciudad.
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La introducción en San Sebastián del estraperlo terminaría por desencadenar la caída del Gobierno de Lerroux
El cierre del casino horas después de su reapertura causó frustración en la ciudad al confiar en una nueva era de esplendor
Manuel Andrés tenía planeado viajar esa misma mañana a Zaragoza, pero una avería en su automóvil frustró sus planes. Al regresar del Garaje Universal, acompañado por su amigo Rafael Guerra, avanzaba por el lado de las villas del paseo Colón. Al cruzar la calle en dirección a la casa número 15 de Peña y Goñi, unos desconocidos, ocultos entre los árboles, abrieron fuego por la espalda, acabando con su vida. Gravemente herido, Manuel Andrés fue trasladado a la Casa de Socorro, pero falleció antes de llegar. Los directivos de Izquierda Republicana, profundamente afligidos, decidieron trasladar el cuerpo a la sede del partido, ubicada en la calle Garibay, donde permaneció hasta el momento del sepelio.
El asesinato de Manuel Andrés desató una ola de consternación en San Sebastián. Más de 12.000 personas acudieron a rendir homenaje al político en la sede de Izquierda Republicana, convertida en un lugar de protesta e indignación. Según relató el periódico 'La Voz de Guipúzcoa': «San Sebastián no recuerda otro acto semejante al que se hayan sumado tantos miles de almas. El pueblo entero, puede decirse sin hipérbole, acudió a sumarse al acto de protesta y de pésame profundo».
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Entre los asistentes al emotivo entierro destacaron figuras prominentes de la política republicana, como Manuel Azaña, expresidente del Consejo de Ministros y jefe de Izquierda Republicana, así como los exministros Indalecio Prieto y Santiago Casares Quiroga. A las doce en punto se cerró el féretro, cubierto de flores y adornado con las banderas de Izquierda Republicana de San Sebastián y Zaragoza.
La inauguración. Este ambiente en la ciudad no impidió que Strauss siguiese adelante con su presentación, que había despertado una gran expectación, tal como lo recogía la 'Voz de Guipúzcoa': «San Sebastián está de enhorabuena. Hoy, a las seis de la tarde, tendrá lugar la reapertura del Gran Casino, en cuyos suntuosos salones veremos reverdecer los pasados días de nuestro esplendor casinero. Los beneficios que la apertura del Gran Casino han de reportar a San Sebastián no necesitamos recalcarlos, ya que al mismo tiempo que servirá para atraer y retener al turismo extranjero, evitará la constante emigración de los indígenas y forasteros hacia los grandes casinos de las playas vecinas del otro lado del Bidasoa».
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A las seis de la tarde abrió el Casino, «pero todo duró muy poco, pues a las tres horas de iniciarse aquella nueva etapa, de volverse a oír el 'hagan juego' de los croupiers, entró un comisario de policía con varios agentes, ordenando la suspensión del juego e invitando a la gente a que abandonara los locales y clausurando inmediatamente el casino», tal como lo relata Juan Mari Peña en su obra 'Recuerdos del Hotel de Londres y de Inglaterra'.
En la ciudad el suceso creó mucha frustración y decepción. Muchos en San Sebastián esperaban que la reapertura del casino trajera consigo una era de esplendor y prosperidad ya perdida.
Sin embargo, Strauss, lejos de desanimarse, volvió a probar suerte en otro escenario: el Hotel Formentor de Mallorca. Allí su proyecto corrió la misma suerte y apenas duró unos días antes de que las autoridades, nuevamente, intervinieran para cerrarlo.
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La caída del Gobierno. Esta última derrota convenció a Strauss de que sus ambiciones en España habían llegado a un punto muerto. Intentó recuperar el dinero que había invertido y lo exigió con la amenaza de hacer pública la información relativa a los políticos que le habían ayudado y las supuestas gratificaciones que habían recibido.
Alejandro Lerroux no le prestó demasiada atención al tema y Strauss hizo llegar al presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, un dossier con la información de los sobornos y acuerdos con destacados políticos.
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La magnitud de la crisis política se hizo insostenible. Alejandro Lerroux se vio forzado a dimitir. Tras varios gobiernos, Alcalá Zamora tomó la decisión de disolver las Cortes Generales y convocar elecciones anticipadas el 16 de febrero de 1936. Las elecciones fueron ganadas por el Frente Popular.
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