Zubimendi y Merino dicen 'no' al Aston Villa
Ambos jugadores han rechazado ofertas para continuar en Zubieta, decisiones que se suman a la tomada por Oyarzabal para alargar su contrato hasta 2028
Tiene dos ventajas la Real respecto a sus rivales directos por un puesto europeo, incluido los de Champions. La primera, la de la tabla clasificatoria, se traduce en puntos. La segunda, intangible, también. El equipo txuri-urdin no solo está mejor posicionado que Atlético, Betis o Villarreal en cuanto a números contantes y sonantes. También les supera en el grado de compromiso y permanencia de sus jugadores. Mikel Oyarzabal prolongó ayer su contrato hasta 2028 y otros dos pilares del proyecto como Mikel Merino y Martin Zubimendi acaban de rechazar ofertas suculentas del Aston Villa. Así, Imanol afronta la segunda parte de la temporada tras comprobar cómo algunos de sus futbolistas más determinantes han reafirmado su adhesión a los colores. Los tres citados representan el paradigma de jugadores realistas que encuentran en su club las condiciones y motivaciones ideales para perseguir grandes logros.
Oyarzabal ha apetecido históricamente a grandes clubes y recientemente Merino y Zubimendi han despertado interés en la Premier. Un técnico que les conoce bien como Unai Emery ha sugerido a la directiva del pudiente Aston Villa que con ellos el equipo de Birmingham mejoraría su rendimiento en su pretensión por alcanzar plazas europeas. Los mandatarios del club inglés empezaron a hacer cuentas y, dando credibilidad a las recomendaciones del técnico guipuzcoano, se decantaron por llevar a cabo el desembolso que hiciera falta. Entre tanto, contactaron con la planta noble de Anoeta para dar inicio a las pertinentes conversaciones que derivaran en una negociación según las leyes del mercado. La cláusula de Merino era en esta ventana de invierno de 65 millones, cinco más que en verano, por aquello del perjuicio causado por una pérdida en plena temporada. Y la de Zubimendi ascendía a otros 60 kilos.
No avanzaron demasiado las conversaciones. El tercer vector de la operación, el de la voluntad del futbolista, facilitó las cosas. Sobre todo a la Real. El proyecto deportivo y personal de ambos centrocampistas no pasaba por salir de Zubieta. Punto. No había acuerdo entre clubes que valiera. Ni por todo el dinero del mundo. Merino y Zubimendi hicieron saber a la Real que su única prioridad esta temporada era llegar lo más lejos posible con su actual equipo. En verano, quién sabe si con el conjunto guipuzcoano en Champions, llegará el siguiente periodo de reflexión, con más tentativas de por medio. De momento, lo que marca el camino es que el navarro tiene contrato hasta 2025 y el donostiarra, hasta 2027.
Rivales europeos
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Atlético de Madrid. Pierde a... Joao Félix, cedido al Chelsea; Cunha, cedido al Wolverhampton, y Felipe, traspasado al Nottingham Forest.
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Incorpora a... Depay y Doherty.
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Betis. Pierde a... Álex Moreno, vendido al Aston Villa.
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Incorpora a... Abner Vinicius.
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Villarreal Pierde a... Gero Rulli, vendido al Ajax, y Danjuma y Morlanes, cedidos al Tottenham y al Mallorca.
En la Real se han juntado el hambre y las ganas de comer. A sus gestores deportivos no les apetecía convencer a sus figuras más atractivas de que optasen por nuevos y más lucrativos horizontes, dejando así un pellizco en las arcas del club. Les quieren en casa y cuentan con el suficiente poder económico y deportivo como para pujar por su fidelidad. A los futbolistas les atraía la idea de triunfar en casa. La conciliación de ambos deseos otorga a la Real una ventaja competitiva respecto a sus perseguidores.
El Atlético de Madrid, principal aspirante por recursos para arrebatarle el tercer puesto, ha tenido que desprenderse de un jugador por el que pagó 120 millones de euros. Joao Félix se ha marchado cedido al Chelsea porque así lo querían tanto club como jugador. Al Wolverhampton ha salido asimismo Cunha –cedido– y Felipe ha sido traspasdo por dos millones al Nottingham Forest. Más allá de los motivos económicos que han empujado las tres operaciones –los números aprietan en el Metropolitano– y por mucho que hayan llegado Depay y Doherty, el resultado en términos de potencial futbolístico se antoja negativo según la mayoría de análisis vertidos en Madrid.
Las cláusulas
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Oyarzabal 75 millones de euros es lo que vale el capitán si algún club quiere hacerse con sus servicios antes de junio de 2028, fecha hasta la que acaba de renovar. Solo Sadiq (100 millones) y Mohamed-Ali Cho (90) tienen la cláusula de rescisión más alta que el '10' realista.
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Merino 65 millones ha estado dispuesto a pagar el Aston Villa de Unai Emery por el navarro en el mercado de invierno. La cláusula se incrementa en 5 millones en este periodo respecto a la de verano, de 60, por el perjuicio que conlleva prescindir del jugador en pleno curso.
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Zubimendi 60 millones de euros tiene como cláusula el donostiarra tras su última renovación hasta 2027. La cifra fue objeto de suspicacias por no ser engordada en la última firma, lo que sorprendió al propio jugador, seguro de seguir en la Real pese a las ofertas recibidas.
Tampoco en Sevilla han atribuido connotaciones favorables a la pérdida de Álex Moreno por parte del Betis, que ha tenido que enviar al Aston Villa a su lateral zurdo titular por 13,5 millones. Pocas dudas alberga el hecho de que su sustituto, el joven Abner Vinicius (Paranaense), no ofrece las garantías de Moreno a corto plazo. Pero la necesidad del club de maquillar cuentas y la legítima aspiración de mejorar la nómina del jugador han conspirado para materializar la venta.
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El Villarreal es otra entidad donde han confluido los factores para que el portero titular, Gero Rulli, se marche al Ajax por 8 millones y uno de los fichajes más esperanzadores como Danjuma –se pagaron 23 millones por él hace año y medio– acabe cedido en el Tottenham.
Podrían coincidir mañana
Todos estos movimientos otorgan a la Real otra ventaja, además de la que refleja la tabla, que espera poder hacer valer desde mañana mismo en Cornellá, la primera ocasión para disfrutar del doble compromiso de Merino y Zubimendi en competición desde el cierre del mercado. El navarro apura su puesta a punto tras empezar a entrenar con el grupo el jueves. Si de él depende, jugará. La respuesta a si se ve en condiciones como para saltar al césped se antoja similar a la que dio cuando le preguntaron por su determinación de seguir en la Real pese al interés de Emery y compañía.
La Real ha respirado aliviada al conocer la postura de sus dos mediocentros ante la apuesta firme del club de Birmingham
A la espera de que llegue el día deseado de ver a ambos dirigir las operaciones del equipo desde la sala de máquinas, la Real ya ha celebrado en este inicio de febrero el feliz refrendo de su compromiso con el club, el punto de partida necesario para todo lo demás, máxime en un fútbol globalizado y en el que el poderío económico tiende a imponer su ley. Su negativa a explorar nuevos horizontes coloca dos banderas firmes y bien visibles en el vestuario de Zubieta como precedentes a los que se puedan agarrar otros compañeros en un futuro no tan lejano. La personalidad de estas dos figuras carismáticas se valora dentro de la plantilla tanto como su talento individual. Son dos espejos. Su implicación en el proyecto realista se convierte hoy en el mejor argumento del club para seguir reivindicando un modo de hacer.
Con toda la segunda vuelta por delante –y las últimas eliminatorias de la Europa League por disputar–, a partir de mañana llega la hora de traducir en resultados la ventaja competitiva que adquiere la Real con decisiones como las tomadas por Merino y Zubimendi respecto a las que se han dado en clubes que aspiran a los mismos logros deportivos. Apuestas similares han motivado en el pasado reciente un salto de nivel en la plantilla. Tres clasificaciones consecutivas para jugar en Europa así lo corroboran. Queda por ver hasta dónde llegan las consecuencias del 'no quiero' de Merino y Zubimendi.
Bazas para refrescar la nueva Roja de Luis de la Fuente en marzo
Tras el Mundial en Qatar, La Roja iniciará en marzo de 2023 la fase de clasificación para la Eurocopa de Alemania 2024 en la que España se mide a Escocia, Noruega, Georgia y Chipre. El nuevo seleccionador, Luis De la Fuente, busca bazas para refrescar el equipo tras la era de Luis Enrique. Oyarzabal, Merino y Zubimendi son jugadores de su agrado, si bien el eibartarra está aún lejos de su mejor versión. Pronto se verá si esa predilección se traslada a una convocatoria. España competirá los días 25 de marzo -contra la Noruega de Sorloth- y 28 de marzo -ante Escocia- por lo que los elegidos se concentrarán después del partido que la Real jugará el día 19 en el Reale Arena contra el Elche. La Roja jugará en junio la final four de la Nations League 2023.
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