El técnico que hizo olvidar a Xabi Alonso
Sergio ha moldeado en estos tres años un Sanse bien asentado en el campo y fuerte sin balón que ha acabado ascendiendo
El nuevo técnico del primer equipo ha sido el gran artífice del ascenso del filial, al que ha dirigido en las tres últimos temporadas con gran tino. El irunés fue cocinero antes que fraile y como futbolista llegó a debutar en la Real Sociedad en la época de Clemente. No logró hacerse un hueco en Primera y después vistió las camisetas de Eibar, Real Sociedad, Real Unión, Sestao River, Nàstic, Zamora... Como entrenador recaló en Zubieta en 2014 tras una conversación con Luki Iriarte, el director de fútbol base. Procedía del Real Unión.
Empezó a entrenar al Easo, el segundo conjunto juvenil en el que coincidió con Mikel Labaka, y desde entonces fue quemando etapas hasta que hace tres años recaló en el Sanse. Su etapa en el segundo equipo le ha permitido conocer aún mejor los entresijos de la casa y el funcionamiento de lo que Aperribay llama la 'última milla', esa etapa de los jóvenes previa al salto a Primera División en la que, además de la formación, priman la intensidad y la competitividad, señas de identidad que ha mostrado la Real B en este playoff ante el Mérida y el Nástic de Tarragona.
En la Real C realizó un gran trabajo durante cinco temporadas entre 2017 y 2022 con grandísimos resultados hasta conseguir el ascenso a Segunda RFEF, categoría que este año ha perdido Óscar Fernández, mientras que en el Sanse ha dejado su impronta con un magnífico trabajo que ha rematado Iosu Rivas para situar al filial en Segunda División. En estos tres años ha jugado dos playoffs de ascenso, éste y en el que fue apeado por el Alcorcón en la 22/23, y finalizó en novena posición la temporada 23/24.
En los 112 partidos que ha dirigido al filial en tres temporadas solo ha sufrido 28 derrotas, un dato muy relevante
Sus números en el Sanse son sobresalientes, ya que en 112 encuentros solo ha perdido 28, mientras que ha ganado 41 partidos y empatado 43. Unas cifras que demuestran la solidez que le ha conferido en este tiempo al equipo, que se ha caracterizado por su fiabilidad y dificultad para ser batido. Con él en el banquillo ha promediado 1,47 puntos por partido que le han llevado a estar siempre en los puestos cabeceros y a concretar el retorno a la Liga Hypermotion.
Sergio tuvo la responsabilidad de sustituir a Xabi Alonso y la habilidad de que la marcha del actual técnico del Real Madrid no se notase a pesar de contar en sus inicios con una plantilla totalmente renovada. Ese curso 22/23 sumó 60 puntos y un quinto puesto que le llevó a disputar la primera eliminatoria de ascenso contra el Alcorcón. El bagaje de la temporada fue de 14 triunfos, 18 empates y seis derrotas.
En el arranque de su segundo año estuvo sin perder las primeras quince jornadas con siete victorias y quince empates, aunque después bajó el ritmo y acabó noveno con un salto de 12 triunfos, 15 empates y 11 derrotas, con 43 goles marcados y 41 recibidos.
En esta tercera campaña ha mantenido siempre al Sanse en posiciones de playoff y mientras estuvo en el banquillo firmó 15 victorias, nueve empates y diez derrotas, con 46 tantos a favor y 30 encajados.
Rivas, el socio perfecto
Iosu Rivas, por su parte, ha sido el encargado de culminar la gran obra del filial en la presente temporada. Donostiarra de 42 años, jugó en las categorías inferiores como lateral derecho en aquella generación de los Riesgo, Zubiaurre, Xabi Prieto, Domínguez y compañía, aunque después de disputar más de 100 partidos con el Sanse tuvo que abrirse camino en otros clubes como el Cartagena, Pontevedra y Amurrio, en el que colgó las botas con 27 años. Desde entonces dirigió sus miras al banquillo. Ya como entrenador ha estado cuatro años como asistente de Sergio Francisco entre 2018 y 2022 y los tres últimos en el Sanse hasta hacerse cargo del equipo en mayo.
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