La Segunda supone un salto enorme

El salto para los potrillos va a ser enorme. Van a competir ante equipos profesionales y serán, de largo, el conjunto con la media más joven de la categoría. El segundo peldaño del fútbol estatal tiene la vitola de ser un nicho de dificultad extrema con 42 partidos, con premio para tres, otros tres que se quedan con la miel en los labios y cuatro que descienden. El Sanse peleará únicamente por no bajar y la formación será sin lugar a dudas, el principal axioma y tarea para el filial.

El próximo año, ese último paso hacia el fútbol profesional se va a parecer muchísimo a lo que se demanda para que los jóvenes valores del Sanse debuten con el primer equipo. Una liga muy competida, con equipos que en su momento jugaron en Europa (Málaga, Zaragoza, Oviedo, Sporting, Valladolid, Tenerife, Rayo Vallaceno o las Palmas), partidos de rivalidad territorial ante el Eibar y el Amorebieta, y otros muy cercanos como los desplazamientos a Miranda de Ebro y Logroño, si el equipo riojano consigue mantener la categoría.

Históricamente de los tres descendidos de Primera división, alguno siempre vuelve a la máxima categoría y su paso por a Segunda es efímero. Ha ocurrido este año no con uno, sino con dos equipos, ya que el Espanyol y el Mallorca regresan a la élite.

Para el Sanse la Segunda no va a ser ni el purgatorio ni el infierno, sino todo lo contrario. Una ocasión inmejorable para que la prolífica cantera de Zubieta experimente en un inigualable banco de pruebas el talento de sus jugadores. Como el simulador que emplean los pilotos de Fórmula 1 para que en cada curva o recoveco de los circuitos no se lleven ninguna sorpresa. Cada partido para los potrillos va a ser una cátedra. Como correr en Ascot.

Estos días más que nunca Xabi Alonso e Imanol Alguacil deben trazar perfectamente cuál es la ruta y el plan a seguir para confeccionar ambas plantillas. La distancia entre los mayores y los jóvenes del filial realista se va a estrechar y en algunos casos, jugadores que pudieran hacer la pretemporada con el primer equipo, con este salto, quizá se queden en el Sanse aunque con un incremento cualitativo enorme.

El Sanse no puede ascender, aunque puede ganar la Liga, y no puede competir en la Copa. Dos alicientes que tendrán el resto de equipos porque los blanquiazules son el único filial que será de al partida en la temporada 2021/22 en Segunda. Sin embargo los alicientes para la segunda plantilla son máximos.

En este sentido la planificación que tiene en la cabeza Xabi Alonso, sus colaboradores y los responsables de Zubieta cobra relevancia. Se necesitan 25 jugadores de alto nivel y quién sabe si los cedidos –Kevin Rodrigues, Nais Djouara o Martínez Losa– pueden tener su oportunidad en el filial o incluso jugadores que han contado con pocas oportunidades en la primera plantilla.