Álex Remiro, nueva portería a cero y ya van doce en Liga
El futbolista de Cascante salvó un mano a mano ante Arezo con el 0-0 y aunque dudó en varias salidas en los instantes finales volvió a irse a casa sin encajar un gol
Confianza es esa esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra ... persona actúe como ella desea. La primera definición sirve para Álex Remiro; la segunda, para Imanol Alguacil. Porque si algo desea el guardameta de Cascante es ayudar a la Real con su trabajo bajo palos. Y si algo quiere el técnico txuri-urdin es poder estar tranquilo cada vez que apuesta por él en el once titular.
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El de ayer ante el Granada fue el partido número veinte en Liga para el navarro, quien gracias al 2-0 final pudo dejar la portería a cero por duodécima vez en lo que va de curso. No es moco de pavo. Más si cabe cuando no está siendo un año fácil para él por varios motivos. Primero porque la llegada de Ryan a Donostia ha aumentado la competencia en su puesto, algo que le ha obligado a dar un paso al frente y a tener que dejarse la piel en cada entrenamiento si quiere ser de la partida. Y segundo porque ha sido cuestionado en varias ocasiones por sus errores, los más llamativos y comentados sin duda en la derrota 4-0 ante el Betis en el Villamarín en la primera vuelta.
Sin embargo, Remiro ha optado por dejar de lado las críticas y hablar en el campo. De ahí que fuera decisivo tanto en Mestalla hace una semana como ayer en Anoeta. Porque sí, los porteros también dan puntos a sus equipos. Ahí están los números: cuatro de seis posibles gracias a sus determinantes intervenciones. Desde luego, no cabe duda de que su renovación –tiene contrato hasta junio de 2023– está cada vez más cerca. Merecido lo tiene.
Es su cuarta portería a cero consecutiva ylleva dos jornadas siendo decisivo en los mano a mano
Este domingo el portero de 26 años tuvo bastante menos trabajo que ante el Valencia, pero si no llega a ser por él es muy probable que los donostiarras no se fueran al descanso con ventaja. En el minuto dieciséis, un balón perfecto de Luis Milla a la espalda de Le Normand dejó completamente solos a Luis Suárez y a Arezo, los dos arietes del conjunto granota. Este último sería el encargado de controlar y encarar a Remiro, que salió bien a tapar el mano a mano y con su pierna evitó el que podía haber sido el 0-1.
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Dio solución a la Real siendo el hombre libre y tanto en corto como en largo se mostró preciso
Tan solo dos minutos después llegaría una nueva ocasión para los andaluces. Esta vez menos peligrosa. Un cambio de orientación de los dirigidos por Robert Moreno encontró a Uzuni en el vértice izquierdo del área. El navarro lo tuvo claro y salió decidido a tapar, lo que provocó ciertas dudas en el delantero uruguayo que no consiguió rematar. El balón salió despejado. Ya en la segunda parte solo tuvo que estirarse ante un disparo raso de Collado desde fuera del área.
Bien con los pies
Ante la marca individual del Granada no era fácil jugar con los pies, y en ese sentido Remiro lo bordó. Dio solución a la Real siendo el hombre libre y tanto en corto como en largo sus servicios fueron acertados y precisos.
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Por poner un pero, las salidas en falso. En el minuto 80, en un centro de Luis Suárez, decidió quedarse en el primer palo y le salvó que Puertas no llegó al remate. Y en el descuento midió mal un servicio de Rochina a Molina pero balón se fue largo. En definitiva, y salvo estos dos detalles, el también 'streamer' sacó buena nota en su examen.
Rafinha se estrena en Anoeta como goleador de la Real
Tras un discreto partido de David Silva, titular ayer en la medular junto con Merino y Zubimendi, Imanol dio entrada en el minuto 68 a Rafinha. Y fue llegar y besar el santo. Porque el mediocentro hispano-brasileño solo necesitó seis minutos para marcar el 2-0 en el que supuso su primer gol como jugador de la Real.
Fue en una jugada de libro que arrancó con una buena conducción de Portu, siguió con un gran pase atrás de Oyarzabal y finalizó con el acierto de Rafinha. Eso sí, la metió por el primer palo cuando por la colocación de su cuerpo parecía que quería cruzarla. Por su parte, en tareas defensivas, el fichaje de invierno realista se empleó para evitar que el Granada jugara por dentro. Rafinha ya está bien integrado.
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