Atarse al palo mayor
Derrota. La Real cae tras competir ante un rival superior y está obligada a perseverar: el crecimiento del club establece que la vara de medir es Europa
Contra la tentación de asumir que Europa le queda grande, la Real está obligada a atarse al palo mayor y seguir navegando. El crecimiento que ha experimentado el club a lomos del equipo ha cambiado el metro patrón, la vara de medir, que se sitúa de forma inequívoca en Europa. Unirse al mejor proyecto futbolístico del mundo, el sistema de competiciones más desarrollado y de mayor calidad que existe, y ser protagonista en él es la exigencia que este club, con su evolución, se ha marcado a sí mismo. Tocará mejorar, pero no puede renunciar a esas aspiraciones por una eliminación a manos de un equipo superior. Los blanquiazules eligieron morir de pie y ese es el primer paso para alcanzar nuevas orillas, para seguir la singladura hasta casa, hasta esa casa que es Europa.
La eliminación es dolorosa porque llega en una fase de poca importancia para los equipos con ambición. Llegar a dieciseisavos de final de un torneo es poco. Podría lamentar la Real el cruce, con un equipo construido a base de dinero con el fin de ganar la Bundesliga –un torneo donde juega el Bayern de Múnich– y de ser un fijo en la Champions.
Podría lamentarlo si Europa siguiera siendo un premio, pero esa fase ya pasó. Hoy, el club tiene otra dimensión y Europa es un objetivo. Antes viajaba para disfrutar, ahora para competir. Y cuando se sale fuera, encontronazos de este calibre pueden suceder. Que se lo digan, sin ir más lejos, a su rival de ayer, que cayó de la Liga de Campeones porque en el sorteo le tocaron el Manchester City y el París Saint-Germain. No hay excusas en Europa, hay que caer, levantarse y fracasar mejor la próxima vez.
Noticia Relacionada
A la Real Sociedad le quedan 14 partidos y un solo objetivo: volver a Europa
La Real fue víctima de sus debilidades, más que de la fortaleza del rival, que dejó la sensación de ser un equipo mejor pero no inabordable. Un pequeño paso puede ser al mismo tiempo un gran salto, como descubrió Neil Armstrong en la luna. No hay que irse tan lejos. La eliminatoria le ha llegado a la Real en un momento bajo de juego y forma y ahí ha estado la clave. Con menos juego, debió ganar el partido de Alemania y no estuvo lejos de forzar la prórroga anoche en Anoeta.
La eliminación es dolorosa porque llegar a dieciseisavos de final de un torneo es poco para un equipo con ambiciones
Corta de fútbol, la Real tiró de táctica. En Alemania y ayer se metió atrás y, pese a ser consciente también de que no domina esa forma de jugar, que es un arte, supo llevar la eliminatoria al terreno farragoso de la competitividad. En Alemania estuvo dos veces por delante; anoche, siempre por detrás, pero fue una amenaza. No es esta la Real que ha maravillado los dos últimos años, la que su gente quiere, el elegante velero envidia de los mares. Es un paquebote de cabotaje, que va de puerto en puerto buscando abrigo, pero que siempre encuentra la manera de seguir.
El desenlace complica la temporada, pero salva las cuestiones de fondo; la Real está autorizada a reclamar su derecho a salir de esta
La eliminación es decepcionante, pero no compromete la temporada en la medida que se podía temer con una derrota de otro cariz. La complica, claro: fuera de la Copa, fuera de Europa y en problemas en la Liga. La complica, porque la dimensión de la Real ha crecido, pero salva las cuestiones de fondo. La Real está autorizada a reclamar su derecho a salir de esta.
Saber establecer el valor justo de las cosas es importante. En el museo de pesas y medidas de París se guardan el bloque de platino iridiado que establece exactamente cuánto mide un metro y el péndulo de Focault, que demuestra que la tierra gira. La Real está fuera, pero Europa sigue siendo la medida. Un pequeño paso, un gran salto, da igual. Europa no le queda grande a la Real, que debe atarse al palo mayor, taparse los oídos con cera para no escuchar los cantos de sirena y seguir su camino.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión