A poner la rúbrica en un partido difícil

No hay que esperar favores esta tarde en El Sadar por más que haya buenas relaciones entre Real y Osasuna. El profesional del fútbol es competitivo y Osasuna tiene buenos jugadores y aspira a quedar más arriba en la clasificación ya que influye económicamente. Aquellos tiempos de llamadas entre semana entre jugadores ya no existen. Ahora hay más control de estas situaciones por parte de un fútbol profesional que debe avanzar por ese camino de limpieza. Temas como las primas a terceros se están aboliendo cada vez más.

No obstante, confío en una victoria de la Real Sociedad más allá de que espero un partido difícil, aunque considero que estamos por encima de ellos. Hay que salir a ganar sin preocuparse de otras cosas y de lo que ocurra en otros campos. La clave para el triunfo será tocar en el centro del campo hasta encontrar huecos en su defensa, y volver a mostrar nuestra verticalidad, además de no perder el balón en situaciones comprometidas porque Osasuna presiona muy bien. Los de Jagoba Arrasate disponen un sistema 1-4-4-1-1, con Budimir muy bien integrado en el ataque y en vena de acierto, como demuestra el gol que metió el susto en el cuerpo al Atlético de Madrid. Una pena la baja de Chimy Ávila, jugador querido por su entrega y profesionalidad tras luchar lo indecible para superar dos lesiones graves.

El partido de hoy me evoca la despedida en 1985 de Alberto Ormaetxea, el entrenador de las dos Ligas y el mejor de todos los tiempos en mi opinión. Ese día jugamos el último partido de aquella temporada en El Sadar y perdimos por 1-0. Afortunadamente la historia no se va a repetir porque Imanol va a seguir.

Por último, una mención al Sanse, que se juega ascender a Segunda. Aunque no es el objetivo subir, siempre es bueno estar cuanto más arriba mejor y tengo curiosidad por ver si nuestro filial puede competir en una categoría tan dura como hicieron Castilla, Barça B o Bilbao Athletic.