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Dani Gómez celebra el gol queanotó ante el Girona, mientras Pepelu acude a felicitarle. EP

Real Sociedad

La ortodoxia por bandera

El Valencia de Rubén Baraja trata de darle la vuelta a su compleja situación con un estilo de juego muy definido y una de las plantilla más jóvenes de la Liga

Imanol Troyano

San Sebastián

Viernes, 27 de septiembre 2024, 02:00

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    Un sistema bien aprendido

Baraja trata de dar continuidad a su libro de estilo en una plantilla con una de las edades medias más bajas de la Liga, pero que ya va adquiriendo experiencia en la élite. Los Javi Guerra, Mosquera, Fran Pérez, Jesús Vázquez o Diego López están cada vez más asentados a lo que exige la competición y tienen bien asimilados los conceptos del técnico vallisoletano. La idea de juego de Baraja no es precisamente rompedora, sino que se caracteriza por su ortodoxia. Con balón, el cuadro che forma en un 1-4-2-3-1 que no se suele modificar en exceso, más allá de las subidas de los laterales y los movimientos verticales de los centrocampistas. En fase defensiva el dibujo se transforma en un 1-4-4-2, muy recurrente por los equipos para protegerse, en el que el mediapunta –Javi Guerra o Almeida– se coloca a la par del delantero para lanzar la presión.

  1. 2

    Doble pivote para construir

Una de las incorporaciones más ambiciosas del Valencia esta temporada es la del argentino Enzo Barrenechea, cedido por el Aston Villa. Apenas ha disputado tres partidos con la camiseta che, pero apunta a ser el acompañante de Pepelu en el doble pivote, que debe dar sentido al juego valencianista tanto con balón como sin él. Ambos jugadores tienden a incrustarse entre centrales en caso de presión alta del rival para conectar con Javi Guerra por dentro o directamente con los extremos por fuera. Barrenechea también puede llegar a saltar al pivote rival en fase de iniciación del adversario. Hugo Guillamón es el mayor damnificado por la irrupción del argentino y ha empezado los últimos partidos desde el banquillo.

  1. 3

    No necesita demasiado el balón

No se siente del todo incómodo sin llevar la manija del partido, ya que en fase defensiva se resguarda en ese 4-4-2 con líneas muy juntas que le permite ser un bloque corto y compacto, idóneo para cerrar pasillos interiores. Deja más liberadas las bandas opuestas y no necesariamente busca recuperar siempre en posiciones adelantadas, aunque es capaz de activarse rápidamente en ataque tras recuperación como sucedió ante el Girona hace dos jornadas. Apenas tuvo el 32% de la posesión ante el conjunto catalán, pero dos robos altos protagonizados por hombres de la segunda línea como Pepelu y Barrenechea propiciaron los dos goles del encuentro. Incluso en esa primera mitad, aún con el marcador a cero, el Valencia se marchó a vestuarios con tres remates más que el Girona, pese al 35% de posesión registrado.

  1. 4

    Extremos a la antigua usanza y Javi Guerra de director

A diferencia de la tendencia actual en la que los equipos acostumbran a jugar con extremos a pierna cambiada, Baraja aboga por colocar a sus jugadores de banda a pierna natural, priorizando el centro lateral para el remate del delantero, en vez de la diagonal hacia dentro y el consiguiente tiro a portería. Rioja por izquierda y Diego López por derecha aportan esa velocidad y desborde por fuera, una función que también pueden ejercer Fran Pérez o Sergi Canós. Pero si hay una pieza clave en ataque esa es la de Javi Guerra. No ha empezado la temporada al espectacular nivel de la pasada, pero su influencia en el juego es esencial en la medular. Sus conducciones y visión le convierten en una de las grandes amenazas. Además cuenta con un gran disparo exterior. Si la Real consigue desactivarle y minimizar su actividad con balón tendrá mucho ganado.

  1. 5

    A vueltas con el delantero

Baraja arrancó la temporada jugando con dos delanteros –Hugo Duro y Rafa Mir– sin los resultados deseados. Luego Mir fue apartado de la disciplina acusado de agresión sexual y Duro cayó lesionado, por lo que el Valencia se quedó solo con Dani Gómez en la punta, aunque este no es un nueve referencial. Duro ya está de vuelta y Baraja podría volver a alinearle de titular mañana en el Reale Arena. El madrileño está en todas las salsas y es un incordio constante para cualquier zaga.

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