El Madrid sufre en Anoeta sin las pistas
Equilibrio. Así como el conjunto blanco ganó en seis de las ocho primeras ocasiones que visitó Donostia tras el ascenso txuri-urdin en 2010, la Real ha firmado dos triunfos y un empate en los siete encuentros con el nuevo estadio
Anoeta se llenará mañana (16.15) para el partido contra el Real Madrid. La visita de los blancos es siempre una cita especial y ello, unido a un buen horario, hará que la cifra de aficionados se aproxime bastante a las 39.000 localidades que tiene el estadio. Como siempre, la asistencia final dependerá de la respuesta de los socios, que también pueden ceder sus carnets a amigos y familiares si deciden no asistir.
El caso es que el ambiente está garantizado y cuando Anoeta ruge el rival siempre se encuentra más incómodo. Incluso un conjunto del potencial del Real Madrid, que presume del mejor palmarés a nivel nacional e internacional. Lógicamente, por presupuesto y plantilla, siempre sale favorito en estos partidos pero un repaso a la estadística desde el último ascenso txuri-urdin en Primera demuestra que se encuentra bastante más incómodo en el nuevo campo sin pistas que en el viejo de atletismo con la grada alejada del terreno de juego. Y es que en estos enfrentamientos, la afición más que nunca ejerce su rol de jugador número doce.
En los ocho duelos disputados ante el conjunto merengue entre las campañas 10/11 y 17/18, la última en la que hubo pistas, el Real Madrid consiguió seis victorias y tres de ellas fueron muy cómodas. Se puede pensar que en estos últimos años la Real ha crecido y ha dispuesto de un conjunto más fuerte que entonces, pero no hay que olvidar que en la década pasada fue cuarta y fue a la Champions en la 12/13 con Montanier y que se clasificó para jugar la Europa League en otras dos ocasiones, en los cursos 13/14 con Arrasate y 16/17 con Eusebio. Es decir, que era un equipo que luchaba igualmente por entrar en competición europea.
Con Barrenetxea de líder, la Real ha hecho buenos partidos ante el Madrid, aunque le ha faltado acierto para lograr más triunfos
En una de estas campañas, en la 13/14, el Real Madrid goleó por 0-4 a una Real que llegó bastante justa al tramo final del campeonato con tantos de Illarramendi, Bale, Pepe y Morata. Los dos años de Eusebio en el banquillo también venció con comodidad. Sorprende que lo hiciera en la 16/17 por 0-3 porque ése fue un muy buen año del conjunto txuri-urdin, que durante un buen tramo del torneo estuvo peleando por entrar en Champions. Pero el choque llegó en el partido inaugural y para el descanso ya contaba con una cómoda ventaja de dos tantos, obra de Bale y Asensio.
La Liga 17/18 fue más complicada, pero la Real ganó los tres primeros encuentros y llegó líder a la cuarta, donde el equipo madridista le venció por 1-3. Los dos primeros años tras el ascenso también concluyeron con victoria foránea por 1-2 y 0-1 en 2010 y 2011. El sexto triunfo del Real Madrid en aquellos años fue en la 15/16 por 0-1.
Solo en dos ocasiones se llevaron los blanquiazules un resultado positivo. Fue en 2013, un empate (3-3) con gol de Prieto en el descuento de la jornada 37 que terminó siendo decisivo para entrar en Champions, y la remontada de la 14/15 con Arrasate cuando en el minuto diez el marcador reflejaba un 0-2 adverso. La Real venía de caer en la previa europea en Krasnodar pero sacó la casta para firmar un brillante triunfo con un Zurutuza estelar que anotó un doblete.
Más fácil en el Reale Arena
A partir de la temporada 18/19, con la eliminación de las pistas, las fuerzas se igualaron y el balance de estos siete últimos enfrentamiento se presenta más parejo, con dos victorias locales, un empate y cuatro triunfos visitantes, alguno bastante sufrido, como el del año pasado.
En el primero de estos partidos, disputado el 12 de mayo de 2019 y que también era la jornada 37 como en 2013, un joven Barrenetxea de 17 años se echó el equipo a la espalda para liderar una victoria con un gol suyo, otro de Zaldua y un tercero de Merino que permitió a la Real llegar al último partido en Cornellá con opciones de ir a Europa.
Hace tres años, en la 22/23, también superó (2-0) al Real Madrid en la recta final del campeonato en una noche que se recuerda por ser la del último gran baile de David Silva de txuri-urdin, que fue ovacionado por una grada puesta en pie al ser sustituido en los últimos minutos. Kubo y Barrene fueron los autores de los tantos guipuzcoanos. En la 20/21 se dio un empate sin goles en aquella temporada que se jugó a puerta cerrada por el covid.
Las victorias del Real Madrid en el Reale Arena se han dado con bastante sufrimiento, como por ejemplo el 1-2 de la 19/20 cuando el árbitro anuló de manera injusta el tanto que habría significado el empate definitivo. Januzaj marcó desde fuera del área y ni Courtois reclamó, pero el VAR adujo que Merino estaba adelantado para interpretar uno de esos fueras de juego posicionales surrealistas. De hecho, fue mostrado al siguiente año a los árbitros como una de las jugadas en las que había que dar gol.
Hace dos años, en la 23/24, un solitario tanto de Arda Güler fue suficiente ante la falta de acierto en ataque de una Real que expuso más, generó situaciones de peligro pero careció de lucidez en los metros finales. Una derrota que parecía descolgar a los de Imanol de la lucha por la Europa League, aunque finalmente no fue así tras una buena recta final de campeonato con triunfos consecutivos ante Valencia y Betis.
Los tres postes del año pasado
El partido más increíble fue el del curso pasado, ya que un equipo que había perdido a Merino y Le Normand firmó un partidazo y estrelló hasta tres balones en la madera en la primera hora de juego con empate a cero en el marcador. Sucic, que cuajó una gran actuación, por partida doble y Becker remataron al poste tres jugadas que debieron ir dentro. Si ante cualquier rival perdonar se paga, contra el Real Madrid mucho más, así que los blancos se llevaron luego la victoria merced a sendos penaltis, el segundo de ellos muy discutido tras un piscinazo de Vinicius.
La lectura que deja estos enfrentamientos en Anoeta desde que se quitaron las pistas es que las fuerzas se han igualado bastante y que el público juega un rol importante. Mañana seguro que también será así.