«He ganado cinco kilos de músculo y eso me hace más rápido y más fuerte»
El meta realista llega a los cien partidos de Liga en su mejor momento. «Aquí soy feliz. Hasta en los días malos estoy bien», confiesa encantado
Álex Remiro (Cascante, 1995) es feliz en San Sebastián. Se le ve en la cara, incluso en semanas como ésta en la que no ... acompaña el tiempo. No en vano, por eso ha renovado este verano hasta 2027. Arranca su cuarta temporada en la Real, reconoce que estos tres años han superado sus expectativas y sueña con hincarle el diente al Barcelona. Repasamos con él su trayectoria en una entrevista que su sencillez, cercanía y sinceridad la hace más amable.
Publicidad
– Primera portería a cero en Cádiz. La vida sigue igual.
– Es buena señal, aunque un partido no significa nada.
– ¿Cuando echa la vista atrás cree que la realidad ha superado las expectativas que tenía cuando llegó en 2019?
– Por supuesto. No esperaba tener un crecimiento tan grande como portero. El club me había transmitido mucha confianza cuando apostó por mí y sabía que el estilo de juego me venía bien, pero todo ha salido mucho mejor de lo que esperaba.
– Hablamos de tres clasificaciones europeas y la conquista de la Copa. A eso se llama llegar y besar el santo...
– Tal cual. Y sintiéndome un jugador importante que crece cada día dentro del club y muy querido como persona en la ciudad.
Publicidad
– ¿Por dónde ha venido ese crecimiento?
– El año del debut las acciones del juego van por delante de ti. Tú reaccionas a ellas. El segundo vas dominando algunas y el tercero todo va más fluido. Adquieres una mayor naturalidad sin tener que estar pensando todo el rato qué hacer. Las decisiones te salen de forma automática. Es algo que va dando la experiencia.
«Peor que encajar un gol por un fallo es la sensación de inseguridad que se genera. La solución es darle naturalidad al error»
– ¿...?
– También se nota mucho en el rendimiento la confianza que vas adquiriendo y dejarse todo en el campo en cada entrenamiento.
Publicidad
– ¿Y en el apartado técnico?
– Creo que leo mejor las acciones y me siento más grande. He ganado potencia y peso en el gimnasio. Eso se nota porque me hace ser más agresivo. Cuando llegué hace tres años pesaba 78 kilos y ahora ando en los 83. Esos cinco kilos han sido de músculo y se agradecen, ya que me permiten ser más rápido y más fuerte. Hay veces que caigo al suelo después de una estirada y pienso que antes me habría roto del golpe. Eso me hace sentirme más protegido por mi cuerpo.
– El trabajo da sus frutos...
– Con Iñigo Almandoz, uno de los preparadores físicos, suelo ver fotos mías en batidas de vuelo de hace tres años y no tienen nada que ver con las de ahora. Entonces mi cuerpo no aguantaba completamente estirado después de la impulsión por falta de fuerza. Tenemos imágenes en las que se ve que no llegaba a ciertas zonas, luego fui llegando pero no con la suficiente fuerza para sacar el balón y ahora sí que alcanzó para palmear la pelota. Todo es cuestión de mejorar.
Publicidad
«Me beneficio del equipo por cómo defiende, cómo tiene el balón, las zonas donde roba... Por eso los defensas y yo destacamos»
– ¿Ese aspecto en el que cree que tiene que progresar más?
– Hay muchos: estar implicado en el juego, estar atento, ayudar a los compañeros, hablarles mucho... Estar bien posicionado de piernas para realizar una buena parada o un blocaje.
– ¿La personalidad en un portero es lo que le hace superar las malas decisiones?
– Fallar va a fallar todo el mundo. Lo que pasa es que el error en el portero siempre es gol. Y eso es algo que no puedes evitar. Pero hay algo peor que encajar un gol, que es la sensación de seguridad que se genera después, y ahí sí puedes intervenir. La solución es darle naturalidad, convivir con el error y no darle mayor importancia.
Publicidad
– Recuerdo que con el gol de Muniain en Anoeta confesó que pasó la peor noche de su vida...
– Sí, es verdad, pero fue solo una noche. Tienes que aprender de ello. Ojalá vengan más fallos porque darles la vuelta es lo que te hace madurar. Recuerdo que cuatro días después teníamos al Sturm Graz en Anoeta y no sabía si iba a jugar. Lo hice y salvé bien un partido difícil porque el campo estaba con mucha agua, jugamos con defensa de tres... Conseguí que aquel error no condicionara mi comportamiento y eso es señal de que lo has superado.
– Contra el Barcelona cumple su partido cien en Liga, de momento con 103 goles encajados y 40 porterías a cero. No está mal...
– Son buenos datos. Creo que también he tenido suerte por el crecimiento defensivo que ha tenido el equipo en estos años, porque es algo de lo que me he beneficiado. Y no solo por cómo defiende, sino por cómo quiere tener el balón, cómo aprieta, las zonas en las que vamos a robar... Tanto yo como los defensas estamos destacando más por eso.
Noticia Patrocinada
– Después de Cádiz 'MisterChip' colgó en Twitter los datos de los 99 primeros partidos de Arconada en Liga y eran de 116 goles encajados y 29 porterías a cero. ¿Le dice algo?
– Sí, que si yo tengo estos números fíjate los que habría conseguido Arconada jugando ahora...
– Creo que ha tenido la oportunidad de conocerle...
– En la final de Copa y en algún viaje. En Sevilla fue un momento muy especial porque estaba con mi madre y de repente nos juntamos. Antes de un partido tan importante me dio confianza con sus palabras,
Publicidad
Noticia Relacionada
«Para ganar al Barcelona hay que salir a por ellos»
– Cuando llegó la portería de la Real era de alto riesgo por la propuesta del equipo: defendía lejos y asumía riesgos. ¿Ya no?
– Nos exponemos más, pero estamos capacitados para jugar así. Ahora que estamos acostumbrados, el beneficio es mayor. No solo compartimos un estilo sino que vamos a muerte con él, y eso se nota. Tenemos centrales rápidos que sacan bien el balón y se trata de que los de arriba se beneficien de ese riesgo que adquirimos los de atrás.
Publicidad
– También se hablaba de que la Real no tenía centrales...
– Ya me acuerdo. Y yo que había empezado a entrenar en Zubieta les veía y decía para mí: 'pues no me parecen tan malos'. Se habían marchado Héctor Moreno y Navas, Le Normand había subido, Zubeldia aún no jugaba atrás... Se decía que faltaba un líder y para mí es lo contrario. Si hay un líder, malo, porque el resto no lo es. Una defensa debe tener cuatro líderes y cinco con el portero. La Real ahora tiene una defensa con muchos líderes.
– Jugar de portero con Le Normand por delante tiene que ser un chollo, ¿no?
– Es un auténtico animal. Te da una gran sensación de fortaleza. Y me da que su techo aún está lejos porque se le ve cada vez más suelto con balón, no le gana nadie cuerpeando o en velocidad, no le rematan, lee mejor las situaciones... Si los responsables de Francia vinieran de verdad a verle se lo llevarían a la selección.
Publicidad
– Mira que el Cádiz colgó balones al área el domingo pasado y no hizo ni cosquillas...
– Es que además de Robin están Merino, Zubimendi, Elustondo, Zubeldia... Alguna vez yo también quiero salir a por algún balón porque lo veo ahí cerca, pero con semejantes cabeceadores piensas que para qué vas a apagar un fuego que no es tuyo. Y mi misión es estar preparado para la segunda jugada.
– ¿Están más cómodos jugando con cuatro centrocampistas?
– Sí. Quizás, más asentados. El año pasado, cuando se quedaban arriba Isak y Sorloth, los dos bichos, nos daba la vida porque el resto nos juntábamos y luego con balón hacíamos lo que queríamos. Con los jugadores que tenemos en el medio, cuantos más jueguen, mejor.
– ¿Le facilita esa disposición en rombo encontrar al hombre libre en salida de balón?
– Como no hay extremos tengo más fácil conectar con los delanteros en banda. Esas zonas quedan libres para sus bajadas y no en situaciones de uno contra uno del extremo contra el lateral. Son situaciones distintas que hay que leer en cada partido.
«Me vino bien esa competencia. Los dos íbamos a muerte todos los días porque no sabíamos quién iba a jugar»
– ¿La campaña pasada subió su nivel por la competencia que tuvo con Ryan?
– Puede ser. No creo que la competencia con Moyá fuera mala. Quizás nos entendíamos mejor y no estábamos todo el día con una guindilla en el culo en Zubieta. Con Ryan los dos íbamos a muerte todos los días porque no sabíamos quién iba a jugar.
Publicidad
– ¿Cómo llevó quedarse fuera de partidos como el de Mónaco o la eliminatoria contra el Leipzig?
– En el hotel, cuando te enteras de la alineación, mal. Pero luego trato de darle la vuelta rápido a la no titularidad. Es algo que tengo muy trabajado con mi psicóloga. En cinco minutos se me ha pasado y ya estoy pensando en qué puedo ayudar; calentar bien al otro portero, darle algún consejo, estar encima de los compañeros...
– No sabía que tenía psicóloga...
– Sí, desde mi etapa en el Levante. Ésta es la séptima temporada. Es Mar Rovira, que fue jugadora de baloncesto profesional. Vía skype hablamos una vez por semana, pero también hemos tenido muchas reuniones presenciales. No hablo con ella porque tenga un problema sino que es algo continuo que me ha dado las herramientas necesarias para afrontar las situaciones que un portero tiene en su vida.
– Qué importante es la cabeza en el deporte de élite, ¿verdad?
– Más de lo que la gente piensa. Y no solo es estar bien para jugar. Es cómo asumes las críticas de la prensa, cómo gestionas la relación con los aficionados, que la gente te reconozca en la calle, cómo lo lleva tu familia... No son cosas malas. Pueden ser buenas. Se trata de gestionar las emociones para que no te alejen de lo que eres. Porque tan mala es la frustración como la euforia.
«Soy un privilegiado. Estoy cerca de casa, me siento reconocido, hay un equipo de futuro, me va su estilo... ¿Se puede pedir más?»
– Lo habíamos dejado con Ryan. Será difícil para un portero venir sabiendo que está Remiro...
Publicidad
– Yo tampoco vendría –risas–. A ver, me lo pensaría pero estando un entrenador como Imanol, que valora tanto el trabajo diario, cualquier portero tiene opciones. Porque nunca sabes si vas a jugar.
– ¿Cómo ve a Zubiaurre?
– Muy bien. Ha crecido mucho. Se nota la experiencia de haber estado fuera y el año en el Sanse. Empezó suplente, parecía que no iba a jugar, pero entró en una mala dinámica y dio seguridad a la portería. Eso es muy difícil. Creo que tiene condiciones y cualidades para pelear conmigo y ver quién de los dos juega.
– Acaba de renovar hasta 2027. ¿Tan fuerte ha sido su flechazo con la Real?
– Es que soy un privilegiado. Hasta en los días malos estoy bien. Estoy cerca de casa. Me siento reconocido dentro del equipo y del club. La gente me quiere. Me va el estilo de juego. Estoy en un buen momento. Hay un equipo joven y de futuro. Tengo vida fuera de Zubieta. La ciudad me encanta. ¿Qué más puedo pedir?
– ¿Ir al Mundial?
– Es un objetivo que está ahí, pero que no me quita el sueño. Mi ocupación es rendir en la Real.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión