Las galácticas de Europa, en Zubieta

Los socios y aficionados realistas que acudan mañana a Zubieta van a observar, además de a su equipo, a un rival temible que domina el Viejo Continente, repleto de galácticas –la recién balón de oro o varias de las mejores jugadoras de Europa, entre ellas– y capaz de anotar entre cinco y ocho goles por partido (5.3 de media concretamente). Lleva 98 goles anotados, 122 contando los de la Champions, por los solo cinco en contra. «Números tremendos», parafraseando a la entrenadora realista Natalia Arroyo. Ese no es otro que el todopoderoso Barcelona. Con seis Ligas, ocho Copas, una Champions y una Supercopa, el conjunto culé es el club más laureado en el fútbol femenino estatal. Las azulgranas han impuesto su supremacía y están dispuestas a ser las mejores cada año, con un estilo de juego muy vistoso y que es difícil de sacarle puntos débiles. Entre la temporada 15/16 y la 18/19, con tres títulos ligueros para el Atlético y otro para el Athletic, el Barcelona careció de títulos en la competición doméstica tras cuatro ligas consecutivas ganadas (11/12-14/15). No obstante, tocaron el metal de la Copa en dos ocasiones (16/17 y 17/18) y se afianzaron en Europa, dejando una huella cada vez más patente hasta alcanzar la gloria la temporada pasada. No conoce la derrota desde el 1 de junio de 2021 (4-3) y no empata (0-0) desde el 25 de enero de 2020, ambos ante el Atlético en Liga.

Cuatro técnicos repartidos en dos décadas han llevado el nombre del Barcelona femenino a lo más alto, primero con Natalia Astrain, después con Xavi Llorens, posteriormente con Fran Sánchez y el último Lluís Cortés. Precisamente con éste consiguieron un triplete histórico la pasada temporada que quedará recordado con el paso del tiempo. El anhelo de cambio de aires de este técnico trajo a Jonatan Giráldez al club blaugrana, dejándole con un presidente como Joan Laporta que apuesta por la estructura femenina y una plantilla del más alto nivel que no ha bajado la guardia.

La filosofía es la misma: juego rápido, combinación máxima a dos toques, solidez en defensa, calidad en la medular, velocidad en bandas y eficacia en ataque. Un juego brillante con pocos defectos que ha atraído aficionados al Johan Cruyff cada fin de semana. El clásico de Champions ante el Madrid en el Camp Nou lo presenciarán más de 50.000 personas.

La superioridad de la plantilla se debe a la calidad que atesoran las jugadoras en cada una de las posiciones. La capitana y líder Alexia Putellas, reciente Balón de Oro e historia del fútbol femenino español tras ser la segunda en levantar este galardón tras el histórico Luis Suárez (1960), es la mejor. Con su talento, visión de juego y gol la convierten en una futbolista total. La legazpiarra Irene Paredes, llegada del PSG el pasado verano y nominada al Balón de Oro, es una central segura y técnica, con una salida de balón espectacular y un físico imponente que la hace dominadora del juego aéreo. Jenni Hermoso es otra de las referentes, con una pierna izquierda de oro.

En portería y pese a ser una espectadora de lujo en muchos encuentros, Sandra Paños es una de las mejores guardametas del mundo y Cata Coll y Gemma Font aprenden de ella. En defensa, junto a Paredes, Marta Torrejón, sólida en el corte y fuerte por arriba, es la otra pilar de la zaga que puede desenvolverse como lateral o central. La joven Jana Fernández y Ouahabi, un peligro constante en el lateral izquierdo, forman la zaga junto a Serrano, Pereira, Crnogorcevic y la lesionada Mapi León. En la medular, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí e Ingrid Engen, junto a Putellas, compaginan talento, creatividad, personalidad y llegada. Arriba forman un ataque de lujo entre Martens, Hansen, Caldentey, Rolfö, Oshoala, Pina y la propia Hermoso. Un Barcelona de otro planeta.

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