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Iraia Iparragirre levantaeufórica la Copa de la Reina conquistada en Granada en 2019. EFE
Todo empezó a los pies de la Alhambra

Copa de la Reina

Todo empezó a los pies de la Alhambra

La primera. La Real quiere revivir el sábado en Zaragoza la final de Copa ganada al Atlético hace cinco años. «Fue un momento histórico», sostiene la exrealista Sara Olaizola

Imanol Troyano

San Sebastián

Miércoles, 15 de mayo 2024, 02:00

Desde 2019 la ciudad de Granada cuenta con un lugar privilegiado en el libro de oro de la historia de la Real Sociedad junto a otras localizaciones como Puertollano, Gijón, Zaragoza o Sevilla. La ciudad a los pies de la Alhambra presenció hace cinco años la mayor hazaña firmada hasta la fecha por el equipo femenino. La Copa de la Reina conquistada por el equipo dirigido por Gonzalo Arconada significó un éxito sin precedentes que impulsó al club en el camino hacia la gloria.

Años después llegaron los subcampeonatos de Liga y Supercopa, mientras el conjunto masculino levantaba otra Copa en Sevilla en 2021 y este curso persigue su quinta clasificación consecutiva a Europa, otro hito sin precedentes en la historia de la Real. Ese viaje triunfal de ambas escuadras arrancó en Granada.

El conjunto txuri-urdin, como sucede ahora con el Barcelona, también se midió al equipo más en forma de la Liga: el Atlético de Madrid. El conjunto colchonero acababa de proclamarse campeón del campeonato doméstico una semana antes de la final. Lo hizo en Zubieta, donde venció 1-3, pero tal y como recuerda Sara Olaizola, integrante de aquella plantilla, «jugamos con un equipo muy diferente» pensando ya en el gran partido de Los Cármenes. Arconada introdujo cuatro novedades entre un choque y otro.

Aquella derrota no hizo mella en el equipo. «Ninguna pensó que por perder en Liga luego no fuéramos a tener opciones de ganar la final. Todas pensábamos que era posible», explica la irundarra que aprovecha para valorar todo el trabajo que se realizó previamente tanto con el cuerpo técnico como con el psicólogo del equipo, Jon Berastegi. «Tuvimos algunas sesiones con Jon para preparar el partido y creamos el grito de guerra 'Sua', que luego dio nombre al documental sobre la final. La preparación con Gonzalo fue diferente. Analizó muy bien tácticamente al rival y teníamos muy bien planteado el partido».

El plan inicial de partido aconsejaba no encajar pronto un gol, como ahora, y Arconada reiteró a su vez que «para ganar tenemos que marcar al menos dos goles». Dieciséis minutos tardó Esther en mandar el balón a las redes de la portería defendida por Quiñones tras un centro desde la derecha. «Empezamos fatal, pero reaccionamos rápido con el gol de Kiana», cuenta Olaizola.

El empate, «un subidón»

La mexicana probó suerte con un disparo raso desde fuera del área que no parecía entrañar demasiado peligro, pero Gallardo falló y el balón consiguió entrar con suspense en la portería. «Fue un subidón. Cuando marcó estaba convencida de que íbamos a remontar», rememora aún con precisión la exrealista.

El empate alteró por completo el guion del encuentro. El Atlético lo daba por encaminado después de adelantarse en el marcador. La Real olió ese miedo y las jugadoras comenzaron a asomarse con más asiduidad al área rival. El conjunto colchonero estaba nervioso.

El partido avanzó por la misma tónica en la segunda mitad, hasta que llegó el gol que desató la locura en Los Cármenes. Nahikari engatilló un balón servido por Baños con la cabeza tras un pase genial de Kiana para poner a las realistas por delante en el minuto 60. «El estadio se cayó. Estaba en el banquillo y todas las compañeras nos abrazamos». Quedaba media hora.

Olaizola entró al terreno de juego en el minuto 78 en sustitución de Kiana. «Fueron unos minutos de muchísima tensión. Nos metieron atrás y nos dedicamos a despejar todo lo que venía. Todas estábamos deseando que llegara el final. Fue un alivio y una felicidad increíble cuando se acabó». La Real aguantó en pie el asedio del conjunto madrileño y Sandra Ramajo levantó la Copa al cielo de Granada. «Era nuestra primera final, tuvo mucha repercusión y sentimos que mucha gente nos apoyaba. Fue un momento histórico para el club». Cinco años después la Real quiere revivir el sábado en Zaragoza aquella noche.

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