Dibujo nuevo para un nuevo tiempo

La pretemporada es un periodo de pruebas. De experimentos. Sergio no va a hacer la revolución en la Real, pero sí medita implementar diferentes cambios para hacer funcionar mejor al equipo la próxima temporada. Durante sus años en el Sanse, el técnico irundarra ha sido muy fiel al estilo de juego del primer equipo, si bien ha ido introduciendo sus matices según la conveniencia del encuentro.

El segundo equipo txuri-urdin se ha desempeñado bajo sus órdenes principalmente a través de un sistema 1-4-3-3, como el que ha empleado mayoritariamente Imanol durante sus seis años y medio al frente del primer equipo de la Real. Eso no quiere decir que en determinados momentos haya apostado por diferentes dibujos. El Sanse también ha actuado con un 1-4-4-2, a veces también en rombo, como lo hacía la Real de Imanol tras la lesión de Oyarzabal en 2022.

Con el oriotarra, el conjunto blanquiazul también se ha transformado según que circunstancias en un equipo con cinco defensas, tres centrales y dos carrileros. Imanol siempre ha recordado que el dibujo no es más importante que el comportamiento de sus jugadores dentro del campo.

Ahora, con Sergio, la Real podría dejar a un lado el habitual 1-4-3-3 para probar el 1-4-2-3-1, un sistema raras veces visto en el cuadro guipuzcoano durante el último lustro, pero con el que el irundarra pretendería recuperar la mejor versión del equipo. A través de este esquema emergería la figura del doble pivote para sumar más presencia en la línea que precede a la defensa y daría más protagonismo al mediapunta, que en la actual Real la desempeñaba de manera más difusa el interior derecho.

Se trata de una formación que emplean frecuentemente en fase ofensiva diferentes equipos de la Liga como el Barcelona, Athletic, Betis o Valencia. Con la salida de Zubimendi, que era capaz de sostener él solo al equipo desde el pivote, el irundarra trataría de darle más vigor al centro del campo con esta fórmula.

Cabe recordar que la Real, por norma general, transforma su dibujo en fase defensiva, para recurrir a un esquema 1-4-4-2 con el que poder ir a presionar al rival con dos referencias en la línea más adelantada. El primer amistoso con Sergio se disputará el próximo viernes. Entonces se verán las primeras pinceladas de la nueva Real.

Una de las pocas posiciones en la que apenas se esperan novedades este nuevo curso. Remiro parte de nuevo como titular en la portería, aunque haría mal en confiarse puesto que Marrero toca con fuerza su puerta. El azpeitiarra causó muy buenas sensaciones cuando le tocó jugar la pasada campaña. Por detrás vienen Fraga y Arana, que se han coronado con el Sanse en los últimos meses.

La Real tiene previsto reforzar su zaga en este mercado, después de la salida de Aguerd tras finalizar su periodo de cesión. Igor Julio es el candidato mejor posicionado para el puesto de central izquierdo, al que también opta Pacheco. Aramburu, Zubeldia y Aihen parten como los favoritos para ocupar las otras tres demarcaciones de la línea.

En el caso de hacerse oficial la llegada de Igor Julio, Sergio va a contar con suficientes efectivos para completar su zaga. Hay 'overbooking' en el lateral derecho y Odriozola apunta a salir, mientras se cuentan en estos momentos cuatro centrales.

Javi López y Aihen volverían a ser los dueños del lateral izquierdo. El tinerfeño, con una temporada ya a sus espaldas, debería dar un paso adelante el próximo curso. La línea de cuatro atrás, de momento, es inamovible.

Apunta a ser la mayor novedad en el esquema de juego de la nueva Real. El doble pivote va a cambiar el aspecto del centro del campo blanquiazul. Están llamados a ocupar estas posiciones jugadores que puedan desenvolverse como pivotes, pero también como interiores.

Gorrotxategi, Urko y el deseado Equi Fernández apuntarían a ocupar esos dos puestos, pero Turrientes, Olasagasti o Marín también podrían encajar en esta parcela desde un rol más móvil.

La presencia de dos jugadores justo por delante de la línea defensiva debería facilitar la salida de balón del equipo, además de darle más empaque en caso de pérdida. Sería preferible en todo caso que los jugadores que compartiesen esta línea de dos no contasen con el mismo perfil. Que puedan complementarse uno con un rol más posicional y otro más largo, por ejemplo.

Con el 1-4-2-3-1 la Real no perdería a sus jugadores de banda y podría seguir aprovechando el desequilibrio y velocidad de sus extremos como Kubo, Barrenetxea o Becker. Además, con este esquema, Oyarzabal podría volver a su posición natural en el extremo izquierdo. Es una opción que no está descartada.

La principal diferencia en este tridente sería la aparición del mediapunta, una posición detrás del delantero que podría ocupar más de un realista. Desde Brais Méndez, pasando por Sucic y Goti, incluso Oyarzabal, Zakharyan o Kubo.

Los interiores son los jugadores que han desempeñado esa labor del mediapunta en los últimos años. Cuando la Real pasó a jugar con el rombo, Silva actuó como genial mediapunta por detrás de los atacantes para servirles maravillosos balones. El tridente recuperaría esa figura, pero la calidad del canario no admite copias.

El éxito de esta nueva Real dependerá en gran medida del acierto que muestren de cara a portería los delanteros. Óskarsson apunta a ser la punta de lanza del equipo, mientras se espera la llegada de refuerzos si finalmente el club se desprende de Sadiq o Carlos Fernández.

El ariete rematador del equipo de Sergio necesitará que le lleguen balones en condiciones para celebrar muchos goles. También precisará la colaboración de los hombres de segunda línea para que puedan aportar cifras en esa faceta.

Los ojos de los aficionados se dirigirán nuevamente a esta parcela del terreno de juego. La baja producción ofensiva del curso pasado no puede volver a repetirse.

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