«Iruretagoiena fue un mártir de la libertad y de la democracia»

Carlos Iturgaiz ha recordado al término del homenaje que «han pasado veinticinco años sin nuestro compañero, vilmente asesinado por la banda criminal ETA. Este atentado fue parte de una operación orquestada por ETA que comenzó con el asesinato de Gregorio Ordóñez y siguió con Miguel Ángel Blanco, José Luis Caso, el propio José Ignacio Iruretaogoiena y otros compañeros».

Iturgaiz ha resaltado que el objetivo de estos atentados «era que los populares desapareciéramos física y políticamente de esta tierra. Iruretagoiena es un mártir de la libertad y de la democracia. Su trabajo nos da fuerza para seguir adelante».

El presidente del PP vasco ha incidido en que el fin de la banda terrorista era «aniquilarnos porque su objetivo era la independencia, pero también que los presos etarras volvieran a cárceles vascas, siendo este el chantaje que emplearon con Miguel Ángel Blanco».

Iturgaiz ha asegurado que la manifestación que tuvo lugar el sábado en Bilbao en favor de los presos «deja claro que sigue habiendo por parte de Otegi, Bildu y Sortu una presión, un chantaje a todos los españoles y quien lo acepta es Pedro Sánchez. El presidente, el ministro del Interior y el PSOE están dando todas las concesiones posibles al mundo proetarra, resarcen a Otegi y a los jefes de ETA que están en Bildu y en Sortu porque reciben sus votos. Antes el lema era Presoak Etxera, ahora es Presoak Kalera. Antes pretendían que se acercara a todos los presos y ahora el objetivo es que estén en la calle mediante una amnistía encubierta».

Iturgaiz ha concluido señalando que «hay esperanza para parar estos desmanes de Sánchez con los proetarras y con los golpistas catalanes porque este año hay elecciones. Será el momento de parar estas aberraciones».

Por su parte la presidenta del PP en Gipuzkoa, Muriel Larrea, ha recordado que Iruretagoiena «era un trabajor, un padre de familia que decidió dedicar una parte de su tiempo libre a los ciudadanos de Zarautz. Fue elegido concejal del PP y esto propició que aquellos que no comulgaban con sus ideas le asesinaran. Lo único que han dejado es un recuerdo de dolor en una familia», ha lamentado Larrea

El asesinato de Iruretagoiena, que contaba con 35 años, estaba casado y era padre de dos niños de 4 años y ocho meses, ocurrió a primera hora de la mañana del 9 de enero de 1998 cuando se dirigía a su trabajo en la empresa familiar de maderas. ETA hizo explotar una bomba lapa colocada bajo el asiento de su coche particular.