Las 'otras' 6 posibles averías en invierno

Desde la Dirección General de Tráfico, ya sea durante los meses más calurosos o los más fríos del año, recomienda que se realice un mantenimiento continuado de los automóviles, con el fin de evitar cualquier tipo de problema, en forma de avería que, indudablemente, signifique una afectación en el normal tráfico de las carreteras y luego acabe con un desembolso económico que nunca viene bien.

Los vehículos que se encuentran en un mal estado suponen un peligro para la seguridad vial y son los causantes de más del 40% de accidentes en las calzadas españolas, un dato preocupante que se quiere erradicar lo antes posible.

Por ello, un buen mantenimiento es crucial para evitar cualquier tipo de susto innecesario, especialmente en los meses de verano e invierno, fechas donde más se resienten las piezas de los vehículos. Así las cosas, durante el invierno se pueden sufrir inconvenientes relacionados con:

1. Descargas de batería. La batería del coche es uno de los elementos más vulnerables a las bajas temperaturas, aunque en los últimos años y con la creación de nuevos modelos, el frío afecta más a las baterías de los vehículos que no circulan de manera habitual o a las que llevan varios años ya instaladas. Los meses de invierno provocan que estos dispositivos se descarguen y pierdan capacidad de recuperación, por lo que el usuario deberá de cambiarla.

2. Problemas con el motor. El motor del automóvil es otro de los elementos que más suele fallar durante los meses de invierno. Por ello, se recomienda calentar el motor 'al ralentí', para evitar daños en las principales piezas del vehículo. El coste de un problema de este calibre puede llegar a cifras que pueden hacer mucho daño al bolsillo del conductor.

3. Mal estado del líquido refrigerante. El objetivo de este líquido es resistir a determinadas temperaturas, pero con el uso y el paso del tiempo va perdiendo propiedades. Por ello, habría que comprobarlo de una forma más habitual y, en caso de que esté deteriorado, habría que cambiarlo. Sinceramente, este líquido no es caro y puede evitar averías de montos económicos muy superiores

4 . Fallos en el sistema de calefacción. Tras unos meses donde no se ha usado la calefacción en el vehículo, es importante saber que, quizás, no funcione correctamente. El problema podría estar en la obstrucción existente en el radiador por culpa de los residuos sólidos que flotan en el circuito refrigerante. Por ello, es necesario realizar una limpieza a fondo de este elemento.

5. Las gomas limpiaparabrisas se gastan. Durante todo el año, las gomas limpiaparabrisas están sometidas a un trabajo exhaustivo. Por ello, habría que cambiarlas más asiduamente con el fin de evitar la rotura definitiva del limpiaparabrisas, lo que supondría un incremento del precio. Normalmente, es un elemento con un coste asequible.

6. Otros problemas. El aceite, el líquido de dirección o de frenos, la revisión del correcto funcionamiento de la luna trasera térmica o comprobar el estado de los neumáticos, entre otros, son algunos de los elementos que hay que tener en cuenta de cara a evitar cualquier tipo de problema que afecte a nuestra seguridad y la del resto de conductores que circulan por las carreteras y, por qué no, al bolsillo.

Evidentemente, hemos querido hacernos eco de aquellos 'otros' problemas que pueden aparecer, dejando los típicos de neumáticos y demás a los que siempre se suele hacer referencia. Se trata de estar un poco más pendiente del vehículo que nos va a llevar de un lugar a otro.

En esta época invernal, además de extremar las precauciones durante la conducción, es importante asegurarse de que toda la mecánica del coche se encuentra en óptimas condiciones. Llevar al día las revisiones ayudará a evitar averías e imprevistos en plena conducción.