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Xoxote, energía positiva a raudales
A escasos metros de su cima (930 m.), en pleno corazón de Izarraitz, se encuentra la gran imagen de San Ignacio sobre su casa natal
La niebla se ha aporderado de Urola. La estampa no desmerece desde la gran estatua blanca de San Ignacio que corona el valle. El silencio absoluto se apodera de las cimas de Izarraitz que permanecen ajenas al mundanal ruido que apenas se percibe desde Xoxote o la arista en la que se situa el santo patrón guipuzcoano.
Esta enorme figura de San Ignacio nos sitúa cerca de la cima de Xoxote. El santo, patrón de Gipuzkoa, nació en 1491 en la torre de los Loiola. Su deseo siempre había sido ser militar. Cuando tenía 31 años se dirigió a Pamplona para defenderla del acoso del rey de Francia, Francisco I. En el asalto de la ciudadela, una bala de cañón le seccionó parcialmente una pierna y le produjo heridas en la otra. Cojo, como resultado de aquel percance, abandona las armas por el hábito, fundando la compañía de Jesús. En Azpeitia, muy cerca de la casa donde vivió el santo, se halla la famosa basílica de Loiola, que comenzó a construirse en 1689 y se inaguró en 1738.
La colocación de la gran estatua del patrón guipuzcoano y vizcaíno en una de las aristas de Xoxote ha hecho que este bonito paraje sea visible por las noches merced a la luz que la ilumina. Cabe recordar que hace 67 años, el 15 de julio de 1956, coincidiendo entonces con el año del 400 aniversario de la muerte del santo de Loiola, una iniciativa montañera y religiosa del grupo de montaña Aldatz-Gora de Bilbao, perteneciente a la congregación de los luises de la capital bilbaína, impulsó la colocación de esta estatua dedicada a San Ignacio.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Desde Azkoitia, seguir la carretera a Elgoibar (GI-3321) hasta llegar al cruce del barrio de Madariaga, para seguir después por la GI-3210.
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Horario: El paseo circular desde el parking de Aitola hasta Xoxote y después la subida a Erlo ronda las dos horas y media a un ritmo muy tranquilo.
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Distancia: 9,5km.
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Desnivel positivo: 605m.
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Severidad del medio: 2
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Dificultad orientación: 1
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Dificultad del terreno: 2
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Esfuerzo necesario: 2
Cuentan las crónicas de la época que las dificultades de la empresa, sobre todo de transportar los pesados materiales traídos desde Bilbao hasta Xoxote, supusieron el trabajo en común «entre los montañeros bilbaínos con los azpeitiarras del Lagun Onak, presidido entonces por Miguel Arregi Iturbide. Así, fueron los montañeros azpeitiarras los que, valiéndose de mulas, se hicieron cargo de subir todo el material hasta las alturas del Izarraitz».
La estatua, diseño del escultor vizcaíno Jesús Torre, se inauguró en medio de una gran expectación y arropada por unos mil montañeros hace hoy 50 años, con la presencia de monseñor Aranburu, obispo de Wuhu (China). A escasos metros de la estatua se encuentra otro importante elemento mendizale, el refugio de Xoxote. La historia de cómo se gestó su construcción data de hace cuarenta años. En 1983, tanto el Ayuntamiento como Lagun Onak M.B., la Federación Vasca de Montaña y la Diputación Foral de Gipuzkoa se muestran dispuestos a subvencionar esta obra.
Tras la firma de varios documentos y con el albergue ya equipado se abrió este el día de Xoxote de 1984, el 27 de mayo.
Lagun Onak Mendi Bazkuna recoge en su web que «la verdadera intención de hacer refugio surgió con la quema de la chabola situada en la cima, a finales de la década de 1970. Aquella cabaña cumplía bien con su deber, por ser guarida de ovejas, servía para cambiar, comer o proteger a los montañeros asistentes. En 1982 Lagun Onak M.B. comenzó a pensar en construir una cabaña alternativa a la anterior. Para ello se vieron varias bordas de la zona, casas, chabolas, etc. Al final les gustó la borda que todavía hoy se encuentra en el monte Pagoeta. Una vez así, a finales de año se informó al Ayuntamiento de su intención y se solicitaron los permisos y el Ayuntamiento también los concedió. Tras varias reuniones, con el fin de facilitar la obtención de fondos desde las entidades públicas, se acuerda construir un hermoso refugio en lugar de una chabola».
Mucha gente participó en la construcción del refugio, varias empresas también aportaron gente y material para finalizar los trabajos. Normalmente, los que más trabajaban eran los que rondaban la Sociedad Lagun Onak. El siguiente paso fue elaborar el reglamento de funcionamiento y gestión del albergue Lagun Onak M.B. Se eligieron los primeros responsables. También porque el refugio era una función deseada para los niños ya que un montón de niños se acercaban entre semana para pasar allí unos días.
Años después, en 1992, Lagun Onak M.B. firmó la cesión de la gestión a la Federación Guipuzcoana de Montaña por un periodo de 10 años, por lo que desde entonces pasó a manos de la Federación. A partir de ahí el albergue sigue funcionando, habiéndose mejorado sus instalaciones.
Subida a Xoxote desde Aitola
La subida a Xoxote, en esta ocasión acercándonos también a Erlo, desde Aitola es sencilla y muy interesante. Desde Azkoitia nos acercamos al barrio de Madariaga y a escasos dos kilómetros nos encontramos en el parking de Aitola. Junto a él se sitúa un precioso merendero en el que hay mesas y espacios para poder preparar una buena parrillada que degustar en el almuerzo o una copiosa comida. Antes es recomendable hacer algo de apetito y el paseo desde el merendero hasta Erlo es una excelente oportunidad. Unos 10 kilómetros a recorrer con una dificultad asequible a realizar en unas tres horas.
Siguiendo el camino que comienza en el merendero y debidamente plasmado en uno de los paneles informativos, atravesamos un pinar en el que las marcas blancas y rojas nos indican por dónde dirigirnos. De manera tranquila, entre enormes hayas y disfrutando de la tranquilidad que envuelve al paraje llegamos a la fuente de Izkitturri. Su agua fresca reconforta y anima a seguir el camino que nos acercará de manera pausada hasta nuestro objetivo, que permanece atento a cualquier movimiento que se produce a sus pies.
Sin darnos cuenta alcanzamos un cruce que nos acerca hasta la borda Berastegi o una pista de piedra suelta que nos conduce a Xoxote. Optamos por seguir el camino de la derecha, junto al que un nutrido grupo de yeguas y sus potros pastan plácidamente, mientras un rebaño de ovejas recién esquilados hacen acopio de las mejores puntas que brotan tras abundantes lluvias de estos días. La pista nos conduce directamente hasta el refugio de Xoxote, situado entre enormes hayas, un lugar precioso, desde el que accedemos pocos minutos después a la estatura del protector de Gipuzkoa y Bizkaia.
Desde allí se disfruta de unas espectaculares vistas que en esta ocasión no podemos contemplar dada la niebla concentrada en todo el valle.
Vemos la cima de Erlo, a la que nos dirigimos entre las piedras que la pueblan, aunque antes nos acercamos al buzón de Xoxote. Después descendemos para emprender el ascenso hasta Erlo. La niebla sigue ocupando todo el cielo que cubre Azpeitia, Azkoitia y el resto de Urola. Comenzamos el descenso hasta llegar a la pista que nos acerca a la borda Berastegi y después, siguiendo el camino, regresamos a Aitola. Un placer.
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