Urraki: A un paso del centro de Gipuzkoa

El cambio de estación se deja notar con su toque de viento Sur, su tono de luz solar más apagada, el brote de los colores comienza a destacar en follaje de los bosques, así como la caída de los frutos al pasar junto a nogales, avellanos... Toca disfrutar de nuevas estampas en nuestras rutas que esta semana nos conduce a uno de los preciosos rincones de Gipuzkoa, Bidania-Goiatz. Como si de un valle escondido se tratara, la localidad entre Tolosaldea y Urola Kosta se erige en una amplia explanada entre la atenta mirada de Hernio, Aizpel, Gazume, Urraki, Illaun. El verde de los terrenos que mantiene impolutos los baserritarras gracias a sus vacas impresiona una vez que cruzas la puerta, arco, que te adentra en el valle después de superar el puerto de Aizkomieta (510 m.).

Enormes caseríos y edificios religiosos nutren las calles de la localidad. Impresionan con su toque indiano que demuestra que aquellos que apostaron por emigrar regresaron a su cuna con la fortuna acumulada. El palacio Iriarte edificada en siglo XVII, con su fastuosa fachada que cuenta con un hermoso escudo en su última planta, se erige en el alto de una colina. Los lugareños destacan que si te fijas en los balcones de nuestra fachada verás la similitud con los balcones de la plaza de la Constitución de Donostia. No es la única edificación que destaca en el centro del pueblo. Hay otras casas señoriales, como Mojaetxea o Palacio Ana, así como la Casa consistorial y la Iglesia parroquial de San Bartolomé.

La primera es una construcción civil típica, con un porche bajo arquería. La segunda data en este emplazamiento de mediados del siglo XVIII, puesto que anteriormente estuvo en otro emplazamiento más alejado, concretamente en las cercanías del cementerio. Por otra parte, hay que reseñar la existencia del palacio de Muñoa y de la denominada Monjaetxea en la que, como bien indica su nombre, sirvió antiguamente de convento. En el precioso escenario de este silencioso valle guipuzcoano destacan hermosos caseríos como Mendizabal-iturri, Etxenagusia, Goienetxe, Otegi, Bengoetxea, Muñagorri, etc.

Además de los hermosos caseríos y edificios que se encuentran en Bidania-Goiatz, se conservan los restos de una antigua calzada de origen medieval que enlazaba los valles de Urola y de Oria

Bidania-Goiatz, hasta 2014, se denominó Bidegoian. Ya en el siglo XX, y más concretamente en 21 de diciembre 1964, los municipios de Bidania y Goiatz se fusionan en un único municipio que se denominaría como lo concoemos actualmente. Al parecer la razón de la fusión fue principalmente la cercanía entre ambos pueblos (las iglesias de Bidania y Goiatz están separadas por solo 750 metros de distancia) y el relativo aislamiento de ambos pueblos respecto a los del entorno Está conformada en Bidania por su casco urbano y cuenta con varios barrios como, Elbarren-Bailara, Erreka-Bailara, Elola-Bailara, Eliz-Bailara y algunos caseríos de Santa Marina. Por su parte, Goiatz está constituido por el centro de Goiatz y Goiatz Barreiartua.

Su ubicación además de arrojar una belleza natural que no pasa desapercibida, destaca porque su localización geográfica la sitúa en el centro de Gipuzkoa. Hecho que hizo que Bidania fue elegida como sede donde se celebrarían las Juntas Particulares (es decir, extraordinarias) de Gipuzkoa a partir de 1466. En 1470 el rey Enrique IV de Castilla revocó parcialmente su anterior disposición y estableció varias posibles sedes para las juntas guipuzcoanas, aunque entre ellas seguía estando la de Bidania. Cuando se celebraban en Bidania las juntas, la casa Usarraga era el edificio que las acogía. Posteriormente, tras su desaparición, estas se celebraban en la iglesia San Bartolomé de Bidania.

La primera mención escrita sobre Goiatz data de 1027 y de Bidania de 1399, aunque todos los historiadores coinciden en que se trata de una población más antigua. Desde entonces, Bidania y Goiatz han transcurrido paralelas a lo largo de la historia. Ambas poblaciones fueron fundadoras y formaron parte de la Alcaldía Mayor de Sayaz, junto con Errezil, Beizama y Aia. En 1563 la alcaldía mayor se deshizo y ambas poblaciones pudieron formar concejos independientes, aunque no llegaron a obtener el título de villas. Sin embargo, la alcaldía mayor fue sustituida por la Unión de Sayaz, mediante la cual sus integrantes seguían enviando representantes comunes a las Juntas Generales de Gipuzkoa.

La ruta de esta semana nos conduce hasta Urraki (825 m.). Esta cumbre de 825 metros de altitud que se sitúa entre los macizos de Hernio y Murumendi permanece resguardada por un denso bosque de pinos y alerces. La estampa una vez en ella impresiona, cada vez que los rayos de luz solar logran cruzar las ramas de las coniferas hasta tocar la mullida alfombra natural, de un verde intenso, gracias al musgo se extiende por el suelo.

Las vistas no son el máximo atractivo de Urraki, pero nuestra imaginación rápidamente nos sitúa en el escenario de una película históricas o fantásticas...

Es interesante llevar un track para lograr completar la ruta circular, ya que no está señalizada en algunos tramos, aunque resulta sencillo localizar tanto la cima de Urraki como la de Illaun. Pistas forestales, senderos y pistas cementadas conforman el recorrido que nos ofrece unas vistas preciosas de Hernio y sus secuaces y conforme subimos podemos ver Izazpi, Gorbea, Udalaitz, Anboto, Samiño... y otros muchos montes vascos.

Salimos desde Bidania siguiente en muchos momentos la GR 9 hasta el Alto de Bidania y la Trintxera, por diversos senderos. Aparcamos junto a la iglesia de San Bartolomé para cruzar el puente sobre carretera que va a Errezil. Después, siguiendo las marcas rojas y blancas de las GR 34 y 35 nos dirigimos hasta el alto de Urraki, cruzamos la carretera y seguimos las mismas PR 34/35 hasta el cruce a Beizama. Debemos seguir la pista a izquierda que nos conduce en dirección a Santa Ageda. La caminata es sencilla y tras un ligero ascenso el camino atraviesa una antigua calzada con muros laterales de piedra y cubierta por ramas de avellanos. La estampa es preciosa. Caminamos hasta que finaliza esta calzada, para salir después a un rellano. En ese punto, dejamos la GR girando a la derecha. Para ascender a Illaun (820 m.). Las vistas son espectaculares y disfrutamos de la estampa de Beizama con una preciosa perspectiva de su casco urbano. La subida se hace primero por camino herboso en ascenso y zig zag hasta llegar a la cima. Desde allí nos dirigimos hasta el túmulo de Illaun, para después dirigirnos en nuestro caso a las instalaciones ganaderas, para más tarde seguir la carretera que nos llevará hasta Santutxo y desde allí, pisando asfalto y tras dos kilómetros llegamos a Bidania-Goiatz.