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Dos hermosos canes descansan en el punto geodésico de Oindolar. El más ágil subió de un salto.

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Dos hermosos canes descansan en el punto geodésico de Oindolar. El más ágil subió de un salto. Fotos: Belauntzaran
Mendira

Arizmendi: discreto testigo de duras batallas

Escondida, casi oculta, la cima de Tolosaldea presenció el paso de tropas en la III Guerra Carlista en la que murieron 600 soldados en la cercana Belabieta

Viernes, 22 de marzo 2024, 09:15

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El verde se apodera de Amasa. Sus pastos van tomando un tono primaveral, mientras las cabezas de ganado hacen acopio de las puntas que brotan, dejando atrás el invierno. Este hermoso rincón de Tolosaldea está plagado de hermosos caseríos que siguen manteniendo este toque rural, mientras modernas edificaciones se erigen a su alrededor. Sin ir muy lejos, en la propia plaza de Amasa se puede ver elegantes casas, mientras la bodega Hika destaca por su arquitectura, entre las vides de txakoli pueblan los terrenos que la rodean.

Entre las antiguas edificaciones, en la misma plaza del barrio rural, destacan caseríos como el de Andretegi, cuya amplia fachada, con entrada en arco de medio punto, destaca por una bella ventana con arco similar que ayuda a fechar la mayor parte de la construcción en el siglo XVI. No es el único, ya que paseando por el casco urbano de Amasa nos encontramos otros ejemplos de caseríos con arco de ingreso apuntado, como el denominado Larrea, sito en el barrio del mismo nombre o el de Seisoro en Goi Bailara. También se encuentran espléndidos ejemplares de caserío con entradas en arcos de medio punto con sus dovelas bien molduradas como los de Bidarte, Musturi Goikoa, Arrila y Amotsa en Erdi Bailara.

La antigua fuente ubicada en la plaza de Amasa que data de 1867.

Junto a la plaza su peculiar fuente de 1867, así como la iglesia de San Martín de Tours. Esta iglesia fue construida entre los siglos XVI y XVIII, (posiblemente sobre una anterior que aparece citada en 1350) y ha sido la única que el municipio de Tolosaldea tenía hasta 1909, por ser este barrio el núcleo original del pueblo. Pero al hallarse a medio kilómetro cuesta arriba del núcleo actual de Villabona, traía muchos inconvenientes a gran parte de los habitantes, por lo que se construyó un nuevo templo en el casco urbano más poblado de la villa.

Junto a la iglesia de San Martín de Tours se encuentra un panel informativo que hace alusión a la batalla de Belabieta. En diciembre de 2023 se cumplieron 150 años de un sangriento enfrentamiento en el que se enfrentaron tropas carlistas y liberales en Belabieta (Amasa-Villabona), donde murieron 600 soldados.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Para acceder a Amasa debemos llegar a Villabona y después acceder al casco urbano siguiendo las indicaciones para subir a su plaza.

  • Horario: El paseo desde Amasa para realizar este recorrido ronda las dos horas y media a un ritmo tranquilo. Interesante para hacer en familia.

  • Distancia: 10km.

  • Desnivel positivo: 450m.

  • Severidad del medio: 2.

  • Dificultad orientación: 2.

  • Dificultad del terreno: 2.

  • Esfuerzo necesario: 2.

Esta batalla se llevó a cabo en la tercera Guerra Carlista (1872-1876), que tuvo lugar en diciembre de 1873, no es muy conocida entre la población, pero puede afirmarse que se trata del acontecimiento militar histórico más destacado ocurrido en Amasa-Villabona.

La batalla de Belabieta fue una sangrienta batalla entre las tropas carlistas y liberales en el entorno del monte Belabieta de Amasa. El general liberal Moriones quiso romper el cerco carlista de Tolosa, que en aquel momento se encontraba bloqueado por el general carlista Lizarraga.

14.000 soldados

En aquella sangrienta batalla, que comenzó y terminó el mismo día, participaron unos 14.000 soldados y se saldó con 600 soldados muertos en ambos bandos y numerosos heridos. Fue un enfrentamiento frontal entre dos ejércitos bien preparados, que se dedicaron a atacarse mutuamente con fusiles y bayonetas. Según los resultados datos hechos públicos por miembros de la sociedad de ciencias Aranzadi tras estudiar unos 4.100 documentos hallados en los archivos de la decena de municipios implicados de una forma o de otra en la batalla, así como en el Archivo General de Gipuzkoa y en el Diocesano de Donostia o en la prensa de la época, esta batalla la ganaron los Liberales, si es que se puede decir que hubo «vencedores» en este caso.

Los expertos añaden que fue una de las batallas más duras y sangrientas libradas en Gipuzkoa en el marco de la tercera guerra carlista. Al parecer, las heridas de los soldados eran muy graves, porque eran causadas mayormente por bayoneta, ya que los soldados casi no tenían tiempo para cargar sus fusiles.

Además, añaden que aunque los combates se produjeron en los altos de Belabieta, los muertos y heridos fueron trasladados a las localidades más importantes de la comarca. Dstacan que los liberales fueron trasladados a Andoain, luego a Hernani y Donostia e incluso embarcados a Santander. Por su parte, los carlistas los llevaron primero a Berastegi, Leitza y Lekunberri, y después al hospital instalado en el monasterio de Iratxe en tierra Estella.

Yeguas en un pinar rodeadas de la niebla, mientras el sol va ganando altura. No existe buzón en Arizmendi.

Siglo y medio más tarde las personas de más edad de varios caseríos de Amasa-Villabona tenían aún en el recuerdo los relatos de sus padres y abuelos sobre lo cruento que fue la batalla. Los documentos históricos han aportado muchos datos sobre la batalla. Pero la transmisión oral ha sido otro de los elementos en los que Aranzadi ha apoyado sus investigaciones sobre este episodio histórico ocurrido en los montes guipuzcoanos. No en vano, la batalla de Belabieta fue una de las contiendas más importantes y trágicas de la Segunda Guerra Carlista en Gipuzkoa. Así como el ayuntamiento de Amasa-Villabona, los ayuntamientos de Tolosa, Berastegi y Andoain han colocado un total de ocho paneles donde se describe la batalla.

Desde Amasa a Arizmendi

Arizmendi es una discreta cima de 492 metros de altitud. En parte del recorrido seguiremos las marcas del PR GI-118. Las marcas blancas y amarillas nos acompañarán, así como numerosas señales verticales nos indicarán el camino que deberemos seguir, pero no se conoce el terreno es conveniente consultar la ruta con gps.

Comenzamos la marcha desde la plaza de Amasa siguiendo las marcas de pintura blancas y amarillas que nos dirigen entre los caseríos y casas por una carretera asfaltada junto a la que se encuentra el antiguo lavadero. Comienza el ascenso cuando pasamos junto a un depósito de agua que dejamos atrás, para seguir la carretera que comunica los caseríos más alejados hasta que llegamos a un cruce en el que debemos seguir la pista de la izquierda. Esta pista nos conducirá hasta un paso de madera que deberemos superar para comenzar la ascensión por una ladera. Alcanzamos un sendero de tierra que seguiremos para después seguir a la derecha. Muy cerca se encuentra la cima de Arizmendi. Cima que no cuenta con buzón, un poste con una inscripción nos sitúa en ella. El silencio es absoluto en Arizmendi, mientras avanzamos para seguir la pista a la izquierda que nos conducirá aún nuevo cruce. Siguiendo las marcas blancas y amarillas, llegaremos hasta txabola de piedra y después al collado de Oindobea. Desde allí, subimos hasta Oindolar. No podemos desaprovechar la oportunidad de disfrutar de las magníficas vistas de Leitzaran, Hernio, Gazume, Buruntza,.-. que ofrece con buen tiempo. Así como de la energía especial que rodea a sus monumentos megalíticos. Desandamos el camino hasta el collado para comenzar el descenso hasta la zona de recreo de Komizar, para después bajar a Amasa.

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