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Las vistas de Balerdi, Artubi, Betelu, Azkarate y Gaintza son espectaculares desde los alrededores de Elosta.

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Las vistas de Balerdi, Artubi, Betelu, Azkarate y Gaintza son espectaculares desde los alrededores de Elosta. Belauntzaran
Mendira

Elosta, la magia del silencio petrificado

La discreta cima navarra se encuentra escondida entre grandes bosques, aunque también cuenta con un enorme balcón con grandes vistas

Viernes, 7 de marzo 2025, 14:32

Un museo al aire libre con numerosas obras de arte nos rodea en la ruta de esta semana a Elosta (924 m.). Así lo repite una y otra vez el escultor navarro Juan Gorriti, que reside en Arribe-Atallu, precisamente a los pies de la ladera de esta discreta cima que se esconde en un enorme bosque en el que las hayas nos muestran unas formas escultóricas que nos permiten poner en marcha nuestra imaginación mientras las yeguas pastan tranquilamente ignorando nuestra presencia en sus terrenos.

El escultor en su morada de Arribe disfruta de la belleza natural del valle de Araitz a los pies de las cimas de Aralar, desde la que ha asegurado en más de una ocasión que «todo es arte en este entorno natural, las Malloak, Aralar...» y esta semana hemos podido comprobarlo y hemos aplicado su lema de 'Ver, sentir y hacer'. Mientras realizamos el recorrido desde la plaza de Gorriti hacia nuestro objetivo de esta semana, hemos hecho camino por senderos milenarios y bosques, sintiendo la paz que les rodean y viendo el perfecto escaparate natural que nos ofrece unas vistas preciosas de Balerdi, Ttutturre, Uakorri, Aldaon, Artubi,... entre otras muchas, mientras las laderas verdes comienzan a poblarse de las esperadas puntas de hierba que dentro de unas semanas el ganado degustará con muchas ganas.

Un poco más bajo, los caseríos salpican de blanco el manto verde, formando los pequeños núcleos urbanos que conforman los concejos de Araitz. Una estampa única, bucólica, que nos absorbe en un escenario perfecto haciéndonos olvidar el resto de los pormenores mundanos, mientras no se escucha ningún ruido que no sea el de nuestros pasos rompiendo el manto marrón de hojas almacenadas durante años.

Información MIDE

  • Horario El recorrido ronda las dos horas y media. Muy interesante para realizar en familia con opción a no subir a Malkorraundi. Recomendable llevar track.

  • Distancia 8 km

  • Desnivel positivo 429 m

  • Severidad del medio 2

  • Dificultad orientación 3

  • Dificultad del terreno 2

  • Esfuerzo necesario 2

Ipar es el único que rompe ese silencio absoluto mientras avanzamos demostrando su fuerza marcando el inicio de un marzo ventoso en el que el frío nos recorre todo el cuerpo mientras el viento nos recuerda que todavía queda invierno. Además del señor del viento del Norte, los tonos oscuros de los árboles son la señal clara de ello.

Entre dichos árboles de Gorriti encontramos numerosos tesoros naturales como las hayas trasmochas entre las que se encuentran las de Deskarga- Mugarrihaundi. Según los últimos estudios realizados por la Fundación Arkeolan, entre los ejemplares que se encuentran en el bosque gorritiarra existen algunos que superan los 250 años. Enormes, con sus grandes troncos que en ocasiones toman formas caprichosas, destacan de manera natural.

No son los únicos tesoros de Gorriti, ya que en la localidad navarra se encuentra la ermita de Santa Bárbara situada en la zona alta de Malkorraundi. Un lugar magnífico y digno de la importancia que la historia le ha brindado durante siglos. En la actualidad se encuentra el templo de montaña, pero junto a su puerta se puede ver el monumento que hace alusión al antiguo castillo navarro que se encontraba en la zona.

La primera referencia histórica del mismo reza la placa situada en el monumento colocado en 2012, data del año 1208, vinculado con el teniente García Espinel. Una de las fechas destacables en la historia del castillo es 1321, año en el que los oinaztiarras lo invaden. Se enfrentaron al ejército de unos 2.500 hombres de merinos del reino que protagonizaron la batalla de Beotibar. El sangriento enfrentamiento dio nombre al paraje cercano conocido hoy en día como Ezurmendi (que se traduciría como «monte de huesos»).

Su situación estratégica en la actual muga entre Navarra y Gipuzkoa hizo que sufriera numerosos ataques y pasara de manos de unos a otros constantemente. En 1444 en las del alcaide Martin Martínez de Erratzkunsagati y en 1453 se encuentra bajo el poder del Príncipe de Viana, según los documentos de Martín Miguel de Zurutuza. Un año después, el cargo recaía en Otsoa de Leitza.

A partir de ese año, al parecer no hay referencia histórica alguna o desaparecen los documentos que los contienen, ya que se encuentra en poder de los Beaumont.

El castillo de Gorriti según los documentos estudiados y las investigaciones arqueológicas realizadas en la zona tenía dos torres y se situaba justo en la zona inferior de la actual ermita.

Enormes caseríos se reparten por el casco urbano de Gorriti con sus grandes escudos algunos de ellos despiertan el interés del visitante, así como la iglesia de San Bartolomé que data del siglo XVII con su peculiar reloj de sol. Fue construído por el párroco Juan Bautista Montes en el siglo XIX.

Desde Gorriti a Elosta

El recorrido de esta semana comienza junto al frontón de Gorriti, desde el que siguiendo la carretera pasaremos por debajo de uno de los puentes de la A-15 para llegar después a la zona del depósito de sal. Seguiremos la carretera asfaltada hacia la izquierda y más tarde a la derecha hasta llegar a una verja con una puerta giratoria. Tras superarla, continuamos por la carretera asfaltada que nos conduce por los bosques silenciosos mientras avanzamos por una pista cementada. Una vez que termina la pista, optamos por subir hacia la izquierda por un helechal en el que comienza otra zona boscosa. Seguimos el pequeño sendero abierto por los senderistas, de manera paralela al cierre de montes que seguiremos hasta llegar a una zona más alta en la que optamos a continuar por el sendero hacia la derecha. En mitad de esa zona boscosa se encuentra la cima de Elosta.

No existe, o no vemos, el buzón que había antes y sitúa el punto más alto de este monte. Después de sacar la foto junto al conjunto de rocas que la ubica, regresamos al sendero que nos conduce hasta el enorme balcón con reciosas vistas de las Malloak. Una densa nube se adueña de los puntos más altos de esta parte de la sierra de Aralar, pero Eguzki ilumina las laderas de las Malloak llenado de color el entorno de los caseríos. Seguimos el sendero que nos conduce a Igota y después de superar la discreta cima, regresamos por el bosque hasta una puerta de la alambrada que nos lleva a la pista cementada del inicio. Desandamos hasta la borda que hemos visto al comienzo de la caminata para después iniciar la subida que nos llevará por terreno abrupto hasta la ermita de Santa Bárbara, en el pico de Malkorraundi. Las vistas son espectaculares y aprovechamos a contemplar el magnífico entorno natural, con Araitz a nuestros pies, mientras recuperamos el aliento.La cuesta se las trae, no se puede negar.

Una vez de sacar las fotos de rigor, comienza el descenso por el hayedo siguiendo la pista forestal que nos conduce hasta la estela de San Miguel. Preciosa. Después, seguimos bajando hasta alcanzar la pista que nos conducirá hasta el depósito de sal desde donde regresaremos a Gorriti. Un precioso recorrido que nos encanta realizar.

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