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El señor de Arburu se presentó en silencio, pero vigilante.

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El señor de Arburu se presentó en silencio, pero vigilante.
Mendira

Arburu, señorío de Aker y su séquito

En la línea de Erroizpe, de camino a Ulizar, se encuentra esta cima sobre Berastegi junto a rincones laberínticos llenos de musgo

Viernes, 15 de diciembre 2023, 09:01

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Akerrak adarrak okerrak ditu!, dice el popular trabalenguas que aprendemos de niños, pero el señor de Arburu (789 m.), además de tener unos cuernos perfectos, lucía un hermoso pelaje y gozaba de buena salud. Nos dejó claro quién era el que dominaba en esta zona de Berastegi y su séquito respondía con rapidez a cada una de sus órdenes mientras vigilaba nuestros movimientos y controlaba si no cumplíamos sus normas.

Aker (Akerbeltz) para muchos es un espíritu en la mitología popular del pueblo vasco. A principios del siglo XX, estas leyendas mitológicas comenzaron a difuminarse hasta que hacia 1920 J.M. Barandiaran decidió reunir todas aquellas historias y leyendas que aún se creían en los pueblos. Entre las leyendas más extendidas hay una que dice que Aker era el protector de los animales y de las casas, y tenía poder para curar a los animales y era la representación de la fertilidad. Por ese poder era habitual que la gente del campo en el País Vasco tuviera una cabra negra o macho cabrío negro en su establo para proteger al resto de los animales.

Siguiendo con las creencias populares vascas, hemos sabido que «cualquier macho cabrío negro es considerado un símbolo de muerte. Por eso en muchas casas se cría uno en los corrales para evitar que el ganado doméstico sea golpeado por alguna enfermedad». Auñamendi eusko entziklopedia destaca además que «la brujería que tanto influyó y resonó en Vasconia a lo largo de los siglos XVI y XVII dio especial realce a esa vieja representación que corresponde al numen de Akerbeltz (macho cabrío negro). El genio de la mitología vasca, según algunas creencias posteriores, «era venerado -o se cree venerado- por todas las brujas en las noches de los lunes, miércoles y viernes en los Akelarres». Los que se reunían en estos encuentros «bailaban y daban pan, huevos y dinero al choto negro. Por la descripción de sus asambleas, estas respondían a un movimiento secreto que se había materializado en oposiciones contra la religión cristiana incrustadas en antiguas creencias, y quizá también, de un modo más astuto, en una actitud contraria a la situación social oficialmente reconocida o vigente en el país. Más de quince lugares de este culto se citan en tierras vascongadas: su nombre más conocido es Akelarre». La de Zugarramurdi es una llanura situada frente a la entrada de una cueva. Según la tradición y la documentación del siglo XVII, las brujas se reunían en aquellos parajes y cuevas. Cuarenta vecinas de Zugarramurdi, de los doscientos habitantes dedicados a la agricultura y a la ganadería de este municipio, fueron acusadas de ser brujas en un auto de fe en el que la Inquisición española procesó en 1610 que tuvo lugar en Logroño, Dicha institución condenó a once de ellas a morir en la hoguera. Seis de ellas fueron quemadas vivas y cinco en efigie porque ya habían muerto.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Siguiendo la A-15 dirección Iruñea llegaremos hasta Berastegi. Después deberemos acceder al centro por la carretera a Tolosa (GI-2130).

  • Horario: El paseo desde el centro de Berastegi ronda las tres horas a un ritmo muy tranquilo disfrutando de paisajes y rincones. Recomendable para realizar en familia.

  • Distancia 12.6km

  • Desnivel positivo: 461 m

  • Severidad del medio: 2.

  • Dificultad orientación: 3.

  • Dificultad del terreno: 3.

  • Esfuerzo necesario: 3.

Aunque las brujas de Zugaramurdi son las más recordadas siglos después, cabe destacar que en Navarra fueron muchos los municipios cuyos vecinos y vecinas fueron acusados de simpatizar con Aker o practicar todo tipo de brujerías. De hecho, años antes, no muy lejos de Berastegi fueran muchos, en este caso la mayoría mujeres, acusadas por la Inquisión. Como prueba de ello, no muy lejos de Arburu, junto a la cima de Ulizar (868 m.), la más alta de todo el cordal de Erroizpe, podemos ver un panel en recuerdo de las brujas de la zona (La ruta de las brujas). La cueva de este monte, que pertenece al municipio de Areso, al parecer era punto de encuentro de brujas y brujos. En ella se darían cita, tal vez, las envenenadoras de Azpirotz, siete en total, las ocho brujas de Areso, quince de Leitza, o los hombres y mujeres de Intza, en el valle de Araitz, en donde fueron acusados ocho mujeres y cuatro hombres en un proceso más tardío, pero no menos interesante, sin olvidar los más de 40 encausados en el valle de Larraun y otros muchos fueron acusados de practicar la hechicería, la adivinación, el curanderismo u otras formas de superstición. Los hechos acontecidos en esta zona navarra inspiraron al cineasta Pedro Olea la película de 1983 'Akelarre'.

Arburu desde Berastegi

Comenzamos la ruta a Arburu desde el parking de Muñagorri herri eskola de Berastegi. Nos dirigiremos siguiendo la señal que nos dirige al barrio de Izotzalde, de camino a Uli, encontrándonos impresionantes caseríos, fuentes, lavaderos... Seguimos la pista cementada junto a la Central Hidroeléctrica de Arrate. En lugar de cruzar el puente y seguir el sendero de tierra, avanzamos por la pista que nos llevará hasta nuestra cima protagonista de esta semana.

Las marcas blancas y amarillas, de la PR GI 111, coinciden en algunos tramos con las marcas blanquirojas de la GR 9, de la ruta de los toros (Ulizar). En el inicio de esta ruta seguiremos las blancas y rojas, para después ya en la zona de Arburu seguir las blancas y amarillas. El recorrido no presenta ninguna dificultad mientras avanzamos por la pista cementada en la que la fuerza del agua discurre por un canal. Hayedos desnudos, pinares y otras especies de árboles nos observan mientras avanzamos ascendiendo en este tramo del camino. Pronto alcanzaremos un cruce en el que seguiremos a la derecha para después volver a optar en este sentido mientras un estrecho sendero discurre por una línea de puestos palomeros. Tras superar una última pendiente a la derecha del sendero en un bosque, localizamos la cima de Arburu. En las piedras plateadas una marca en rojo anuncia su ubicación. No vemos ningún buzón, solo una cruz metálica con una preciosa estampa de Berastegi.

Seguimos el sendero entre los árboles y arbustos de la zona hasta adentrarnos en una zona un poco laberíntica, para dirigirnos a la zona de los montículos rocosos, Arburu y Gazteluaitz. Una zona mágica que nos recuerda a cualquier escenario idílico de una película de duendes y gnomos que se esconden entre las preciosas rocas verdes, cubiertas de un hermoso musgo. Avanzamos hasta llegar a una zona de pasto, muy cerca de Lagarte, desde donde divisamos Erroizpe. Tras visitar las dos cimas comenzamos el descenso por una pista forestal. De manera tranquila entre zonas boscosas llegamos a un nuevo gran prado en el que pastan varios equinos. Seguimos la pista hasta alcanzar una curva cerrada, junto a la que se encuentra una magnífica fuente que nutre con abundate agua que rebosa el aska (abreadero) cubierto de musgo. Mientras bajamos, a nuestra izquierda, vemos Elduain y el barrio berastegiarra de Eldua. En frente, la autovía de Leitzaran (A-15).

A partir de ahí seguimos la pista que nos llevará sin ninguna dificultad al barrio de Aiztunalde. Antes, junto al camino, podremos ver una calera (Azpikoetxeko karobia). Seguimos la pista cementada que nos conducirá sin ningún problema hasta el centro de Berastegi pasando por la iglesia de San Martín de Tours y la casa torre. Un placer.

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