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La montaña de hierro se encuentra en un bonito rincón de Goierri,Zerain. Un escenario bucólico donde los haya en Gipuzkoa que bien podría ser escenario de una película histórica, ya que este precioso pueblo de 250 habitantes, mantiene sus enormes caseríos con escudos. Uno de los más destacados, el del palacio Jauregi se repite en la torre de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Zerain rezuma historia en cada uno de sus rincones y el mencionado palacio, ubicado en el centro del casco urbano de la localidad, fue la vivienda de nobles durante años.En una de sus paredes construidas con sillería muestra un magnífico arco de estilo gótico que conserva un escrito gótico que cita así: «Ave Maria llena eres de gracia bendícenos». Además, sobre este arco y junto al escudo de armas se puede observar una imagen cuyo significado nadie ha podido precisar: Se trata de un sol apagado, abrazado por un cuarto de luna y rodeado por cuatro estrellas de ocho puntas.
Según los datos históricos que existen sobre este palacio de Zerain, la primera referencia que se ha encontrado nos traslada a un documento de 1364. «El palacio que hoy en día podemos contemplar es fruto de la lucha entre gamboínos y oñacinos del siglo XV, ya que debido a ese conflicto el Rey Enrique IV ordenó el año 1457 el desmoche de la casa torre. Más tarde, se reconstruyó», destacan algunos historiadores.
El Museo Etnográfico de Zerain, junto a la antigua cárcel de la localidad, son un punto clave para comprender la vida y tradiciones de sus habitantes. El museo fue inaugurado en 1993, este museo alberga más de 200 objetos que ilustran la historia de la localidad, desde la agricultura y el pastoreo hasta la época minera. Se pueden explorar diversas secciones que incluyen utensilios, muebles y documentos, así como una proyección que ofrece una visión general sobre la vida en Zerain.
Acceso Para llegar a Zerain seguimos la N-1 hasta llegar a Olaberria y después la GI-2637.
Horario El recorrido se puede completar en dos horas y media a un ritmo tranquilo. Muy recomendabale para realizar en familia visitando el coto minero.
Distancia 8,35 km
Desnivel positivo 202 m
Severidad del medio 1
Dificultad orientación 2
Dificultad del terreno 2
Esfuerzo necesario 1
Por su parte, su cárcel, o mazmorra de Zerain, se construyó junto con el ayuntamiento en 1711. La característica principal de la cárcel es que las paredes de la misma están cubiertas con tablas de roble. En su interior se pueden contemplar los cepos y grilletes que utilizaban para atar a los presos más peligrosos.
En la entrada principal del museo nos encontramos con una escultura en recuerdo al pintor Goya. Es sabido que el bisabuelo del pintor Francisco de Goya era natural de Zerain. Cantero de profesión, se trasladó a Zaragoza a trabajar, y allí formó su familia. Hoy en día descendientes de la familia Goia siguen viviendo en el caserío donde creció el bisabuelo, justo enfrente de las Minas de Aizpea. Sin olvidar a otro de sus personajes más conocidos, Jose Francisco Tellería, hábil curandero que intentó curar al general carlista Zumalakarregi, que cuenta con un monumento en recuerdo al Petrikillo zeraindarra de 1991, que consta de un cúbito y un radio, y un hueso coxal (gigantescos y en piedra), junto al bolatoki, otro de las joyas de la localidad.
La historia de Zerain es rica por sus palacios, caseríos, cárcel personajes y cómo no, por su coto minero. Coto que en 1512, la familia Otalora de Aretxabaleta, bajo el rey Fernando el Católico, obtuvo en propiedad y permiso de explotación de las minas en Aizpea para la extracción de mineral de hierro y posterior tratamiento (calcinación) hasta el 1826.
Las primeras referencias de la explotación de dichas minas data del siglo XII y demuestran que la explotación del hierro se llevaba a cabo al aire libre mediante pequeños hornos. Además de hierro, también se ha extraído plomo de estas minas. Fue en el siglo XIX, durante las Guerras Carlistas, y era utilizado para la fabricación de munición.
A finales del siglo XIX la explotación fue transferida a la empresa inglesa The Cerain Iron Ore Company Limited que modernizo el sistema de explotación. En 1932, la explotación de las minas pasó a manos de la empresa alemana Aralar y posteriormente, en el año 1941, la fábrica de Patricio Echeverría de Legazpi (fabricante de las herramientas Bellota) se hizo cargo de ellas hasta 1951 que cerraron definitivamente.
En la actualidad se pueden visitar los hornos y otros muchos elementos para conocer la historia del coto minero de Zerain. Precisamente se puede destacar que los elementos más llamativos del mismo son dichos hornos de calcinación y el tranvía aéreo. Los hornos se construyeron a principios del siglo XX y eran utilizados para calcinar los carbonatos de hierro extraídos de las minas. De este modo se conseguía elevar la ley del mineral, el porcentaje de hierro. Una vez calcinado, el mineral era trasladado mediante un tranvía aéreo hasta Mutiloa, desde donde se transportaba en tren hasta Ormaiztegi. Existió un segundo tranvía aéreo construido por la compañía Aralar, que transportaba directamente el mineral hasta Ormaiztegi. Las estructuras actuales corresponden a este segundo tranvía.
Todavía se pueden ver, además de los enormes hornos, los cables del tranvía aéreo así como los railes del tren que circulaba por la zona de Aizpea, Aitzurdin, Basaltegi y Amaizabal, un entorno perfecto para realizar una bonita ruta en familia, sin gran exigencia y con la posibilidad de realizar paseos de diferente longitud hasta legar a Presagain (265 m.). Al otro lado de la GI-4262, paralelo al riachuelo Aizperreka, parte un camino peatonal que se dirige al Centro de Interpretación Aizpitta (425 m).
Además de disfrutar de la belleza del coto, el entorno de Aizpea nos ofrece gran variedad de rincones en los que podemos descubrir las cajas nido colocadas para los murciélagos, de los que se contabilizan al menos 19 especies en la zona. Estas cajas nido en aquellas zonas en las que la presencia de árboles con fisuras es escasa.
De hecho en Zerain, se le ha dado uso de casa-refugio al edificio Makinetxe, llevándose a cabo varios trabajos para adecuarlo a las necesidades de los murciélagos: reducir la entrada de luz solar, garantizar la accesibilidad de entrada y salida, así como establecer estructuras para evitar la entrada de depredadores.
Durante la ruta que comenzamos en la plaza de Zerain (345 m.) y que gracias a las numerosas señales verticales así como la marcas de pintura nos lleva por calzadas empedradas, carreteras, pistas forestales por preciosos bosques en los que se escucha los nutridos torrentes que se deslizan por las laderas y anteriormente se destinaban a mover las piedras de molinos y ferrerías.
Además, siguiendo las rutas señalizadas podemos descubrir varias bocaminas, el taller de mantenimiento de los trenes de Makinetxe, túnel, vías del tren, instalaciones de los tres hornos de calcinación, interior de la galería Polborina (una de las más de 200 existentes en el monte de hierro), sistema aéreo de trasporte del mineral y finalmente ascenso de regreso por la Aizpe erreka a Zerain.
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Óscar Beltrán de Otálora e Isabel Toledo
Aingeru Munguía | San Sebastián e Iñigo Puerta | San Sebastián
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