Andatza, a pocos kilómetros del mar

El buen tiempo pone un broche de oro a nuestra salida de esta semana a Andatza (562 m.). Elegimos una jornada soleada en la que la primavera deslumbra por la intensidad del verde y los miles de florecillas que nos encontramos en nuestro camino. Hasta el mismísimo Hegoi nos acompaña durante todo el trayecto hasta nuestra discreta cumbre, haciendo más llevaderas las frescas temperaturas de primera hora de la mañana. El astro llena de energía a todos los seres que nos topamos , una energía contagiosa que nos encanta y nos impulsa a realizar el bonito recorrido de esta ruta.

Andatza forma un pequeño núcleo montañoso en la parte más septentrional del macizo de Hernio, que sigue nuestros pasos en la mayor parte del recorrido. Tal y como señalan en Mendikat, el macizo del monte Andatza puede considerarse que forma parte del de Hernio, aunque muestra sus características propias que lo individualizan. Precisamente, en el puerto o alto de Andatzarrate (430 m), punto más meridional del núcleo montañoso de Andatza, entraría en contacto con Hernio, y se prolongará hacia el Norte con dirección a Usurbil (34 m) . Su cordal principal tendría las cumbres de Hirumuño (503 m), Aitzondo (445 m), Zarateko haitza o Zarateaitz (486 m), Eskaltzu (508 m) y Andatza (562 m), punto culminante del mismo, como principales alturas. De la amplia cima de Eskeltzu (508 m) un cordal se desprende en dirección E hacia Andoain (48 m), rematando la doble cumbre del Belkoain (488 m).

Parajes preciosos entre el mar Cantábrico y el valle de Tolosaldea tal y como lo conocemos hoy, compuesto por diferentes localidades, además de Andoain o la zona costera, de Aia, Donostia y Usurbil por los que se reparten sus límites. Sus antiguos pobladores dejaron huella en la zona y los once monumentos megalíticos que existen por el cordal son la prueba de su convivencia por las tierras de todos estos municipios. Se trata de 10 monumentos, dólmenes (Andatza I y II, Arkutxa, Beldarrain, Belkoain, Karramiolotz, Loatzu I y II, Olaiko y Venta de Zarate) en su totalidad y una cista, la de Andatza III. De algunos de ellos que han sido excavados se ha extraído material lítico. Situadas a escasa altura debido a que se tratan de emplazamientos cercanos al mar.

Las vistas que disfrutaban aquellos que poblaron la zona hace miles de años y nosotros, muy cambiados evidentemente, son maravillosas. El contraste de colores, la tranquilidad y el canto del cuco que muestra su fuerza, nos embargan. Nos resulta difícil imaginar que los alrededores de Andatza fueron escenario de combates de la Guerra Civil. Cuenta la historia de la época que el soldado vasco Cándido Saseta creó un sistema de defensa «en la sierra de Andatza del 16 de agosto al 19 de septiembre de 1936 , detuvo durante 34 días el avance de las tropas golpistas del coronel José Iruretagoyena Solchaga . Del 29 de agosto al 18 de septiembre , el cuartel del Ejército Vasco estuvo en la posada Zarate». En dicha posada, falleció el primer soldado de Acción Nacionalista Vasca, un guerrero donostiarra de 23 años. Al parecer, el 17 de septiembre, José Arana Irastorza le fue asignado el cometido de vigilar la posada de Zarate durante la noche. Encendió un cigarrillo y vio la luz que disparaban los franquistas en su cabeza. En los siguientes días varias decenas de soldados fallecieron en los alrededores.

Andatza y las cimas que lo rodean se sitúan en un lugar estratégico. Su ubicación ha hecho que sea un importante escenario en el que se han producido importantes episodios históricos. Los restos de las trincheras de Belkoain, los dólmenes y la cista, la venta de Zarate... guardan muchos recuerdos, anécdotas, historias que nos encantaría escuchar y ver si existiera una máquina del tiempo que proyectara esos momentos. Nos toca esperar hasta que la invente, pero no perdemos la esperanza.

Mientras tanto, solo nos queda pasear por los alrededores de Andatza y tirar de imaginación mientras avanzamos hasta la cima protagonista de esta semana. Partimos desde Zizurkil gora, donde nos encontramos unos paneles recién colocados por el ayuntamiento. Recientemente se han diseñado tres nuevas rutas de montaña por los montes de la localidad de Tolosaldea, entre ellas una a Andatza, debidamente señalizadas con balizas y que han sido homologadas por las federaciones de montaña, que permiten ver de cerca el patrimonio y los rincones de nuestro pueblo y conocer diferentes lugares mágicos.

Partiendo desde la carretera junto a la ermita de San Miguel comenzamos el recorrido hasta Andatza, pasando primero por Eskeltzu. Este pequeño templo fue construido por el general Miguel Oquendo en 1665, y junto a ella se hizo una casa para la serora que lo cuidaba, que con el tiempo se convirtió en caserío. En 1905 un incendio quemó los dos edificios, aunque pronto se reconstruyeron y su aspecto es casi el mismo. Oquendo estaba casado con Teresa San Millán y su hijo Miguel Carlos fue el primer marqués de San Millán.

Avanzamos por las carreteras que nos conducen por preciosos caseríos, rodeados de extensas zonas de pasto verdes. De manera pausada ascendemos y contemplamos la línea de hernio, con Herniozabal, Aizpel, Gazume... que nos observan en nuestro camino. Pronto llegamos a las señales que nos conducen en un cruce a la izquierda hacia Zarateko benta. El camino no presenta gran desnivel, pero subimos hasta llegar a la venta y de allí unos postes indicativos nos conducen por una pequeña pendiente hasta otra vez una carretera asfaltada en la que nos encontramos unos paneles que nos informan sobre el parque megalítico de Andatza y nos conducen hacia Eskeltzu. un nutrido grupo de vacas pastan en la parte superior de la cima, ignorándonos. a un lado contemplamos la preciosa imagen de la sierra de Aralar con Larrunarri, impresionante. En frente, Andatza, oculta por un gran pinar, pero esperándonos. Antes debemos superar una corta pero intensa pendiente llena de piedra que nos compensa con las magníficas vistas del Cantábrico. La paleta de colores es variada, intensa. Diferentes tonos de azules de cielo y mar, verdes de pastos y árboles y algunas nubes blancas se mezclan mientras nuestra vista se pierde en la inmensidad del mar.

Desde allí, bajamos llegando al refugio de Andatza debidamente cuidado y con numerosas mesas en su exterior, que mañana se llenarán durante la celebración del tradicional encuentro de los vecinos de Zizurkil, Usurbil, Andoain... que acudirán a la romería.

Nosotras seguimos nuestro camino de regreso acercándonos hasta el dolmen de Andatza I. Un lugar interesante que bien merece un alto. Seguimos nuestro camino pasando por una fuente y retomando otra vez el camino que nos condujo a la cima. Interesante visita, que repetiremos