Los vecinos cocinan solidaridad
Reparto de comida ·
La Konsti Taldea, formado por más de medio centenar de voluntarios, se reúne cada día desde hace un año a las 20.30 horas en los soportales de la plaza de la Constitución para servir una cena caliente a personas sin techoJON MUNARRIZ
Lunes, 22 de noviembre 2021
Pleno centro de Donostia, 20.30 horas. En un mismo lugar transcurren dos realidades paralelas. Y muy seguramente sin que una parte de los presentes sepa de la existencia de los otros. Mientras cientos de donostiarras y turistas disfrutan de los bares de la plaza de la Constitución y alrededores, en los soportales del antiguo Ayuntamiento, una treintena de personas sin techo recibe comida por parte de algunos vecinos del barrio. Delante de todos, pero muchos no lo ven. O no quieren hacerlo.
La Konsti Taldea, así es el nombre del grupo de vecinos que, de forma voluntaria y sin apoyo oficial, lleva a cabo las tareas de alimentar a las personas más necesitadas del barrio de la Parte Vieja. Se cumple un año desde que arrancasen con este servicio que cada vez cuenta con más participantes, y que se suma como alternativa para completar los servicios que se proporciona en la ciudad a las personas sin techo. María Jesús Echave es una de las vecinas que toman parte. «Yo empecé en enero. Al principio éramos menos vecinos, pero también ayudábamos a menos gente. Cada vez son más las personas que vienen a por su ración de comida. Ahora mismo, cada noche, ayudaremos a 30-40 personas».
EL DATO
-
30 personas reciben cada día una ración de comida caliente de la mano de Konsti Taldea
Pucheros, hogazas de pan, fruta... cualquier alimento es bueno para quienes más lo necesitan. Unas comidas que los vecinos de la Parte Vieja preparan solo con la intención de ayudar. «Los que somos de aquí sabíamos que había gente que vivía por los alrededores. Hace frío y no tienen donde ir. Yo ahora mismo estoy jubilada y puedo ayudar con más facilidad, pero somos un grupo de vecinos que colaboran de la manera en que podemos. Somos 60 personas en el grupo de WhatsApp que tenemos. Muchos trabajan y hacen todo lo posible para poder poner su granito de arena. Lo bonito son las ganas de ayudar».
«Es la única comida del día»
Cada noche a las 20.30 horas, los vecinos de Konsti Taldea preparan la cena para los más necesitados. «Nosotros compramos los garbanzos o lo que toque ese día, lo hacemos en nuestras casas y se los damos a ellos. Nos organizamos para que cada uno cocine un día a la semana. Cada cocinado suele costar 30 euros por cabeza», reafirma Echave. A lo que también hay que añadir el coste de las cucharas que utilizan a diario y los tuppers. «Les solemos dar solo una ración, pero cuando sobra, también les ponemos algún que otro tupper. Al final, muchos de ellos solo tienen una comida al día y se lo guardan para poder comer en otro momento».
«No tenemos ayuda institucional. Todo sale de nuestros bolsillos. Cada cena son unos 30 euros»TarikPersona sin techo
Maria Jesús Echave, Vecina voluntaria
Una tarea que cada vez cuenta con más apoyos. Algunos locales del barrio también han sacado su lado más social y colaboran con los vecinos. Además, Konsti Taldea ha colocado algunos botes por la ciudad para recolectar algo de dinero para poder subsanar algunos gastos. «Esa es toda la ayuda que tenemos. El Ayuntamiento sabe lo que hacemos, pero no hemos tenido ninguna facilidad por su parte. Algunos locales nos dan lo que les sobra: un bocata, alguna pieza de fruta, lo que sea. Saben lo que hacemos y, antes de tirarlo a la basura, ayudan».
La gran mayoría de las personas que acuden a las cenas solidarias son de origen magrebí, pero cada vez son más los perfiles que se suman para recibir esta ayuda. «Muchos son de Marruecos, Argelia o el norte de África, pero también viene gente subsahariana, desde hace unas semanas también un venezolano y gente local. Desde hace un par de meses también ha empezado a venir una pareja de 'abuelitos' de aquí», revela Echave. La situación pandémica y económica ha hecho que cada vez más gente necesite de ayudas.
«Es más que una cena. Nos dan compañía, ropa, zapatillas... nos ayudan en la medida de lo posible»
Tarik, persona sin techo
Muchos de los 'nuevos' conocen este servicio gracias a la colaboración de los que llevan más tiempo, como es el caso de Tarik. «Llevo tres años y medio en Donostia, pero empecé tarde con el padrón. Me quedan tres meses para poder solicitarlo. Desde que llegué estoy viviendo en la calle. Muchas veces se piensan que venimos a pelear o a crear problemas, y esos son una minoría».
«Somos una familia»
Tarik es un caso particular. Lleva más de un año recibiendo las cenas de la Konsti Taldea, pero al mismo tiempo es uno de los que reparte las comidas y colabora con Konsti Taldea. «Tener a Tarik con nosotros es una riqueza. Es un tesoro», reconoce Maria Jesús Echave. «Es uno de los que mejor sabe lo difícil que es vivir en la calle, pero él siempre quiere ayudar. Él trae la mesa, reparte comida y cuando viene alguien tarde y ya no queda más para repartir les da su propia ración». Sale de él. «Sé lo difícil que es y no cuesta nada ayudar»
«Lo que nos ofrecen va más allá de las cenas. Nos hacen compañía, nos ayudan en la medida que pueden y nos dan lo que podamos necesitar. Zapatillas, una manta para dormir, ropa... somos una familia», asegura Tarik. «Siempre le digo a María Jesús: 'Cuando me haga rico me acordaré de ti'. Y siempre me responde lo mismo: 'cuando seas rico invítame a tu palacio'» recuerda entre risas.
Cada vez queda menos para que el frío y las tormentas lleguen a ser un habitual en Donostia. Algo que preocupa a Konsti Taldea. «No estaría mal que se revisara el aforo de los albergues y comedores sociales. Hay que ponerse en la piel de estas personas».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión