«Es triste que la gente aún se sorprenda de que las ministras sean mayoría»
Cinco mujeres que se dedican a la política apuestan por romper el techo de cristal. Creen que la visibilidad es fundamental para que se asuma que el poder no es solo cosa de los varones y critican que se juzgue a un cargo por su género
Son cinco políticas, han llegado a cargos institucionales impensables hace veinte años para una mujer, pero no se conforman. ¿Hay techo de cristal que impide alcanzar puestos de responsabilidad en el poder? Respuesta unánime: «¡Claro que existe! Pero vamos a romperlo». Son Eider Mendoza (PNV), presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa; Izaskun Gómez (PSE), alcaldesa de Pasaia; Ana Karrere (EH Bildu), alcaldesa de Andoain; Patricia Gete, juntera de Podemos y Miren Albistur, concejala del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián. Como cada día 8 de cada mes hablamos con mujeres sobre igualdad, conciliación o maternidad, sobre aquellas reclamaciones de la sociedad que se expresaron de forma contundente el último 8 de marzo en las calles.
Esta vez les toca a las mujeres que se dedican a la política, a su apuesta por la visibilidad para que la palabra poder o responsabilidad no se ligue siempre a los varones y se asocie a todas las personas sea cual sea el género al que pertenezcan. Eider Mendoza va aún más lejos: «Vamos avanzando y creo que una mujer presidente de gobierno o lehendakari es algo que está al caer».
De momento, en el gobierno del Estado sigue habiendo presidente masculino, pero el tradicional consejo de ministros ha pasado a ser el consejo de ministras y ministros, con once titulares mujeres y seis hombres, el mayor porcentaje de féminas de todos los países europeos y muy por encima del primer gobierno de esta etapa democrática que incorporó ministras, el de 1989. Entonces fueron Rosa Conde como portavoz y Matilde Fernández como responsable de Asuntos Sociales con Felipe González de presidente.
La aparición de una mayoría de mujeres en el gobierno de Pedro Sánchez ha conmocionado a algunos y ha provocado un ¿inesperado? análisis de las vestimentas de las elegidas por Sánchez para ocupar los cargos, todo ello cargado de cierta desconfianza y, ¡cómo no! de chistes de mejor o peor gusto.
«En mi familia, las activistas hemos sido las mujeres, desde mi amama a mi hija»
Eider Mendoza, presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa
Hablan las dos alcaldesas guipuzcoanas y muestran su decepción ante este tipo de reacciones que convierten en excepción algo que a su juicio debería aceptarse sin peros y sin darle más vueltas. La socialista Izaskun Gómez asocia este tipo de conductas a que la normalidad sigue sin existir. «¿Por qué nos sigue sorprendiendo que haya mujeres en un gobierno y que ocupen puestos en Economía o en Hacienda? ¿Por qué el titular de muchos medios de comunicación es cuántas ministras ha puesto Sánchez? ¿Cuándo va a ser normal algo así? Será cuando nos deje de sorprender, cuando ya no debamos salir a la calle el 8 de marzo. En el momento en el que se tenga más en cuenta la capacidad de las personas que su género habremos avanzado de verdad».
Ana Karrere, la alcaldesa de Bildu en Andoain, no se muestra sorprendida por la reacción. «Tristemente que haya mayoría femenina no es algo que esté normalizado. Yo puedo estar de acuerdo o en desacuerdo con determinados nombramientos, pero siempre desde un punto de vista político, no del género de las personas que ocupan los cargos. Lo peor es que cuando se destaca este aspecto, lo que se pone en cuestión en realidad es la valía de esas personas, de las mujeres y de todo el gobierno en general. Y eso es un peligro porque se generan dudas respecto a la capacidad de aquellas que llegan al poder solo por el hecho de ser mujeres».
Vaya, que el techo de cristal existe, pero a juicio de Karrere, también el suelo de barro. «Podemos subir a determinadas cotas en algunos momentos, pero cuesta pisar firme donde estamos, tenemos que demostrar continuamente lo que somos, por qué merecemos tener esta responsabilidad». La alcaldesa de Pasaia coincide con su homóloga de Andoain, una licenciada en Educación Física que se ha dedicado siempre al deporte y que tiene dos hijos adolescentes, Haritz y Lierni.
«La visibilidad es importante para que no se identifique el poder con los hombres»
Izaskun Gómez, alcaldesa de Pasaia
Gómez decidió no tener hijos y reconoce que no ha vivido con el handicap como otras compañeras suyas, (que le apuntan que, «aunque sea un lío», ellas disfrutan de sus pequeños), pero insiste en el mismo argumento. «Tenemos que demostrar nuestra preparación cada día, se nos exige un plus de capacidad de trabajo, cualquier cosa que hagamos se nos juzga de forma más severa».
Si es a partir de 1989, en la segunda legislatura de Felipe González, cuando se nombra a las primeras mujeres ministras, en Gipuzkoa, con unas Juntas Generales que acumulan nada menos que 621 años de vida, hay que esperar al año 1995 para que una mujer, Esther Larrañaga, presida esta institución que es, en la práctica, el parlamento guipuzcoano.
La actual, Eider Mendoza, repasa que en estos años solo ha habido cuatro más, Leire Ereño (PNV), Rafaela Romero, (PSE) y Lohitzune Txarola (Bildu). Y ella misma. «En tanto tiempo, con vicisitudes históricas muy diferentes, ya ves cuántos años pasan y qué pocas somos», lamenta la actual presidenta.
«Es peligroso que se juzgue a alguien por su género y no por su capacidad y gestión»
Ana Karrere, Alcaldesa de Andoain
La socióloga y portavoz del PP en San Sebastián, Miren Albistur, cree que la sorpresa o las críticas de algunos sectores demuestran que todavía queda mucho por hacer. «Lo que yo valoro es la capacidad y la valía de las personas que ocupan los cargos de responsabilidad, en este caso los ministerios. Así debe ser».
Patricia Gete, juntera de Podemos, licenciada en Ciencias Políticas y madre de un niño de dos años, Lur, percibe cierto aire feminista en el nuevo gobierno. «Lo importante será ver el rumbo de sus políticas, ya que tan urgente es solucionar la crisis socioeconómica, política y territorial como la de género».
Gete entra en la arena de las valoraciones políticas, que no en las de género, y critica la presencia del juez Fernando Grande-Marlaska. «No se ha caracterizado por interpretar el derecho con una visión progresista y europeísta».
«Cuando entré en política me encontré con un mundo de hombres»
Patricia Gete, juntera de podemos
Y eso que todas, las cinco, se sienten afortunadas por haber alcanzado cotas de poder y porque ocupar un puesto en la política implica que la ciudadanía, sobre todo la más joven, considere como algo normal que sea una mujer la que dirija un ayuntamiento, o las JJGG o vaya de cabeza de lista de un partido político. Coinciden en que es importante que vean que el poder no es solo cosa de hombres y que lo asuman con normalidad. Algo que, lamentan, todavía no ocurre. La visión de una mujer en un cargo tiene, a su juicio, una ventaja pedagógica importante «para los niños y también para los adultos», coinciden Mendoza y Gómez.
¿Eres la mujer de Olano?
«¿Quién eres, la mujer de Markel Olano?», escucha la actual presidenta de las Juntas Generales en una recepción. No fue la primera vez ni será la última. Como parlamentaria en Vitoria, a Eider Mendoza más de uno le preguntó si era la secretaria de Joseba Egibar. «Por este tipo de cosas es por lo que creo que también la visibilidad es importante, porque no puede ser que la gente piense que no hay mujeres con poder. Reconozco que yo soy una privilegiada tanto en el ámbito político como en mi círculo. Mi marido y yo, poco a poco, hemos aprendido a compartir las tareas y las responsabilidades». Tienen cuatro hijos, Leire de 17 años, Mattin de 15, Lander de 13 y el más pequeño, Iker de 6. «Creo que hay que ser activista también en casa y que igual que nosotras hemos dado el salto de lo privado a lo público, los hombres tienen que hacer el mismo recorrido pero al revés, deben dar el paso al mundo privado».
«Hablamos de conciliar, pero son los políticos los que convocan citas a horas que lo impiden»
Miren Albistur, portavoz del PP en San Sebastián
Miren Albistur tiene tres hijos, entre los 13 y los 9 años, Manu, Emilio y Pablo. Además de portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián, fue candidata de esta formación por sorpresa en las últimas elecciones municipales de 2015. Llegó al partido desde un movimiento vecinal y en su momento fue despedida de su trabajo embarazada de siete meses.
Ella también tuvo que llegar a acuerdos con su marido y cree en la conciliación. «Entiendo que cuando uno debe reunirse con los vecinos lo haga a la hora que sea porque la gente está libre cuando sale de trabajar. Pero, ¿por qué los responsables políticos, que defendemos la conciliación en público, tenemos que poner reuniones a las siete de la tarde sin necesidad?, se pregunta Albistur.
A Karrere, aunque reconoce que las evita, no le parecen mal. «Ellos también trabajan a esas horas, ¿por qué nosotras no?». Lo que no le gusta es la costumbre «tan masculina» de comer o cenar para tratar alguna cuestión. «Yo como en mi casa. Si queremos tomar algo, lo hacemos porque nos apetece».
Las reuniones tardías también traen de cabeza a Patricia Gete, que se vuelve loca para recoger a Lur de la guardería de Zarautz. Asegura que cuando entró en este mundo se encontró con un universo muy masculinizado. «Las instituciones están preparadas para ellos. Hasta hace poco tiempo los reglamentos ni siquiera contemplaban la baja de maternidad».
Modelos masculinos
Patricia Gete, «como tanta gente», hace «encaje de bolillos» y desconfía de las mujeres que llegan al poder utilizando el modelo masculino, «ese perfil agresivo» que Ana Karrere denomina «modelo patriarcal y a veces paternalista». Miren Albistur cree que no tuvo que cambiar su forma de ser y recuerda que, contra todo tópico, fueron dos mujeres las que «la arrastraron» a la arena política: la que fuera portavoz del PP en Donostia, María José Usandizaga, y la expresidenta del partido en el País Vasco, Arantza Quiroga. «El PP que yo conozco ha tenido candidatas mujeres», asegura. Para sus compañeras de reportaje, ejemplos como el de Margaret Thatcher o Esperanza Aguirre no son válidos, precisamente porque alcanzaron el poder bajo esos estereotipos masculinos que no creen útiles ni que responden a la igualdad que se busca.
Para la juntera de Podemos, las características de la mujer muestran mayor empatía y favorecen la participación. Para la alcaldesa de Andoain, es preciso tener una conciencia feminista. Eider Mendoza resalta que en su familia las activistas siempre han sido mujeres, desde su amama Maritxu a su hija Leire. Miren Albistur insiste en la importancia de la capacidad personal, Gómez en la necesidad de tener que demostrar la valía.
Cuando acaban las fotos y vídeo en la sede del pleno de Juntas Generales, el comentario es «si hubiéramos sido hombres hubiéramos tardado más».