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Yolanda Guijas a bordo de la silla motorizada con la que se desplaza, junto a su marido Aitor Herrera. ARIZMENDI

«Con esa silla no van a coger este avión»

Afectados ·

Una pareja de Arrasate denuncia que un comandante de Vueling no les dejó coger un vuelo de vuelta a casa por la batería de la moto que usa ella para desplazarse

Aiende S. Jiménez

San Sebastián

Martes, 18 de enero 2022

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«Indignados, humillados y ridiculizados». Así se sienten Aitor Herrera y Yolanda Guijas, un matrimonio de Arrasate que denuncia haber sufrido un «trato injusto» por parte de un comandante de la compañía Vueling, que les impidió coger un vuelo con la silla motorizada que usa ella para desplazarse por sus problemas de movilidad derivados de la esclerosis múltiple que padece desde hace años. El argumento del piloto era que la batería de litio de la máquina podía explotar durante el trayecto y suponer un riesgo para todo el pasaje. Sin embargo, días antes pudieron coger otro vuelo con la misma compañía sin ningún problema por el vehículo.

Tras minutos «muy desagradables» que obligaron a retrasar la salida del avión, la Guardia Civil les obligó a abandonar el túnel de embarque. Sin otras opciones para volar de vuelta a casa, tuvieron que alquilar un coche y conducir desde Sevilla hasta Gipuzkoa. Tras lo ocurrido han interpuesto una reclamación ante la aerolínea, que aún no ha sido respondida, y no descartan tomar otro tipo de medidas, «porque no nos trataron dignamente». Desde la compañía explican que se está investigando lo ocurrido y que ya se han puesto en contacto con los pasajeros para aclarar lo ocurrido y tomar las medidas oportunas. «Yo no he recibido ninguna llamada», asegura Aitor.

Bilbao-Sevilla

La agencia les dio el visto bueno y en la ida no hubo problema, pero al volver se quedaron en tierra

Era la primera vez que Yolanda viajaba en avión con su silla motorizada, y la experiencia no ha podido ser más desagradable. La pareja tenía un billete que había sido cancelado el año pasado por la situación sanitaria, y decidieron canjearlo por un viaje de cuatro días a Sevilla. Reservaron los billetes con una agencia de viajes, y, por si acaso, Aitor les explicó que su mujer se desplazaba con un vehículo con motor eléctrico, por si eso suponía algún problema para poder volar. Tras consultarlo con la compañía aérea, en este caso Vueling, les informaron de que podía volar sin problemas.

La salida era el día 2 de diciembre desde el aeropuerto de Bilbao. Y a pesar de contar con el mensaje de la agencia que confirmaba que podían viajar con la silla, al llegar «empezaron a ponernos pegas. Que si la batería era de litio, que si podía ser peligroso. Tuvieron que hacer algunas llamadas, pero al final nos dijeron que podíamos viajar si metían la silla en la bodega, y así lo hicimos», explica Aitor.

Tras unos días en la capital andaluza, el domingo día 5 volvieron al aeropuerto de Sevilla para coger el vuelo de vuelta a Bilbao. «En aeropuertos como el de Loiu Yolanda se puede manejar con la muleta. Pero en otros más grandes como Sevilla ya le cuesta mucho, por eso decidimos viajar con la moto. Aparte, para moverse por la ciudad es muy cómodo para ella, y como se pliega fácilmente, la llevamos a todos lados y nunca nos han puesto pegas, ni en restaurantes ni en ninguna parte», explica el arrasatearra.

Pero cuando estaban embarcando, a punto de entrar en el avión, el comandante salió de la cabina y les dijo que no podían viajar por miedo a la reacción de la batería de litio del vehículo. «Conmigo no viajas con esa silla, nos dijo. Mi mujer le explicó que tiene una minusvalía y que la moto es como sus piernas, pero dijo que no. Que nosotros sí, pero que la moto no entraba al avión», explica Aitor.

Reclamación

«Nos tuvo que sacar la Guardia Civil. Nos sentimos humillados, no nos han tratado dignamente»

La tensión en el túnel de emabarque comenzó a elevarse. «Le enseñamos los mensajes de la agencia, le dijimos que habíamos volado en la ida con las mismas azafatas, pero nada. Llamó a la Guardia Civil y nos sacaron de allí». Los agentes les identificaron, y tras comprobar que no había ningún otro vuelo que les pudiese llevar a casa ese día, alquilaron un coche y condujeron más de 8 horas hasta Arrasate. «Nos dejaron tirados».

«Que pidan disculpas»

La pareja ha presentado una reclamación ante Vueling, «no por el dinero del billete o por el del coche de alquiler, eso es lo de menos. Es por el daño moral. Nos sentimos humillados, es una injusticia. No son formas de tratar a alguien, no nos han tratado dignamente», denuncia Aitor Herrera. Ahora esperan la respuesta de la compañía, y esperan «que nos pidan disculpas por el trato vejatorio recibido y que me expliquen el porqué de todo lo ocurrido, por qué nos dejaron volar para ir pero no para volver».

Por su parte, fuentes de la aerolínea Vueling consultadas por este periódico han señalado que la empresa «está investigando internamente lo ocurrido» y que sienten «mucho que la experiencia del pasajero no haya sido satisfactoria». Asimismo, señalan que el departamento de atención al cliente «ya está en contacto con el pasajero» que ha interpuesto la reclamación, a fin de ofrecer una explicación sobre lo ocurrido en el aeropuerto de Sevilla. Sin embargo, el matrimonio de Arrasate no había recibido ninguna comunicación por parte de Vueling hasta ayer por la tarde. «Me parece que nos están tomando el pelo», denuncia.

Multan a Ryanair por el cobro del equipaje de mano

La Dirección General de Consumo del Govern balear ha impuesto una multa de 24.000 euros a Ryanair por cobrar el equipaje de mano que los pasajeros introducen en cabina. Según han informado desde Facua-Consumidores en Acción y el Ejecutivo autonómico, la asociación denunció esta práctica en noviembre de 2019 ante las 17 autoridades de protección al consumidor autonómicas. En marzo de 2021 la Dirección General de Consumo comunicó que había abierto un expediente sancionador a la aerolínea por este motivo, y ahora, de acuerdo con Facua, Consumo ha confirmado la imposición de una sanción de 24.000 euros a la aerolínea por lo que considera una «infracción grave».

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Vueling: una pareja de Arrasate denuncia que no les dejó coger un vuelo por una batería de moto