Raúl Fernández Acha, presidente de Hoteles de Gipuzkoa, frente al Hotel Arbaso de Donostia. USOZ
Raúl Fernández Acha | Presidente de Hoteles de Gipuzkoa

«No es el momento de hablar de la tasa turística, hay otras prioridades»

«Tenemos que desterrar la idea de que los que pernoctan en Gipuzkoa son los que saturan las ciudades», asegura

Aitor Ansa

San Sebastián

Domingo, 2 de octubre 2022, 07:15

La asociación de Hoteles de Gipuzkoa estrena nuevo presidente. Es Raúl Fernández Acha, del Hotel Arbaso de Donostia, quien ostenta el cargo desde comienzos de ... julio. El recién nombrado dirigente del sector en el territorio celebra un verano en el que se han superado las cifras prepandemia, aunque no esconde la «prudencia» con la que afrontan el resto del año.

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- ¿Cuál ha sido el balance del verano en Gipuzkoa?

- Ha sido un buen verano. Hicimos unas previsiones de en torno a un 85-90% de ocupación en julio y agosto y, afortunadamente, se han cumplido. En algunos casos, dependiendo de la ubicación y el tipo de hotel, incluso se han superado. Además, con un perfil de cliente bueno. No obstante, hay una pequeña diferencia entre julio y agosto.

- Dígame.

- Julio ha sido muy bueno porque hay más cosas: la Donosti Cup, el Jazzaldia, todavía hay algo de actividad de las empresas... Nos ha sorprendido gratamente el visitante americano, de ultramar, que cumple con dos requisitos: reserva con mucha antelación, paga tarifas nobles porque quiere venir a San Sebastián y hace estancias largas. Esa ha sido la estrella de julio.

- ¿Y en agosto?

- Se ha comportado también bien, pero con un perfil un tanto distinto. Por ejemplo, el americano en agosto trabaja y ha bajado, y ese hueco lo ha ocupado un mercado más próximo, el nacional. Un tipo de cliente que se acerca en coche, hace una previsión a más corto plazo y una estancia también inferior. En resumen, julio ha sido mejor que agosto porque todavía nos falta el turista lejano, de Japón o Australia, por ejemplo.

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- ¿Cómo se recupera ese turista que aún es receloso de recalar en Gipuzkoa?

- Este tipo de recuperaciones se hacen a un año vista, por lo que lo esperamos para el verano de 2023. Ahí tiene mucho que ver también la incertidumbre, eso es tal vez lo que más les pesa. Se necesita una cierta estabilidad, porque de aquí a un año a saber qué pasa.

- ¿Es ese el tipo de turista que quieren captar?

- El ideal sería todos. Queremos captar ese cliente, por ejemplo japonés, que compra con mucha antelación y hace estancias largas. Y por supuesto sin renunciar a ningún tipo de cliente, y menos al nacional. Es la clave de nuestro negocio, tener esa base de cliente que reserva con mucha antelación, con estancias largas y que además te paga una tarifa razonable, y a partir de ahí crecer. Por supuesto que queremos recuperar al japonés, pero no queremos renunciar la madrileño. Leía el otro día un artículo que decía que de 170 millones de chinos que viajaban antes de la pandemia todavía no lo están haciendo. Esos están todavía por venir. Y es un cliente que es distinto, pero muy consumidor.

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- ¿Ha cambiado la pandemia los hábitos de los clientes?

- Un cambio importante es que, durante la pandemia, lógicamente, los hoteleros quitamos aquellas tarifas que eran no reembolsables y eso ha influido en que las previsiones se hagan a más corto plazo. Anulaciones hay muchísimas que antes no había, con lo cual es mucho más complejo hacer previsiones. Poco a poco, ya vamos poniendo algún tipo de restricción, alguna tarifa no reembolsable que nos permita gestionar todo con más certidumbre.

- La oferta hotelera del territorio ha seguido creciendo incluso durante la pandemia. ¿Es compatible con el turismo sostenible del que siempre se habla desde el sector?

- Hay una planta hotelera extraordinaria. Además lo digo objetivamente, porque o todos los hoteles se han renovado o son nuevos, incluso algunos se han abierto durante la pandemia. Compartimos unos valores como la confianza, el trabajo en equipo, la excelencia, la sostenibilidad, la innovación y, lo más importante, el compromiso con el destino. Y lo que queremos hacer desde la asociación es dignificar lo que el turismo representa e interacciona respecto a infinidad de actividades: hostelería, taxis, comercios... El que pernocta aquí utiliza todo. Nos deja el coche, en un 90% no lo toca, y luego ya depende de los transportes públicos.

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- Sin embargo, se dice cada verano que los turistas colapsan la ciudad, en el caso de San Sebastián, por ejemplo. ¿Comparte esa afirmación?

- Tenemos hecho un estudio que dice que, de todos los que nos visitan en verano, solamente el 20% pernocta y se aloja en nuestros establecimientos. Si contamos el total de plazas alojativas en hoteles, hostales, pensiones y demás, en el caso de que estuviesen todos llenos, serían 8.000 personas las que pueden pernoctar. Pero eso solo ha pasado cuatro días, la media que sale es que duermen 6.800 personas al día durante los meses de más gente. Ese número de turistas contra 200.000 habitantes no son nada. Entendemos que deberíamos ir desterrando la idea de que quienes pernoctan en los hoteles son los que saturan la ciudad. Al contrario, nosotros contribuimos en mayor medida a la logística de la ciudad.

- ¿De qué forma?

- Nos corresponde representar los intereses de los hoteles y procurar un entorno favorable para el desarrollo de la actividad, ofreciendo mayor calidad a los clientes y buscando la mejor convivencia con la ciudad. Si tenemos en cuenta la contribución impositiva, la generación de empleo estable y de calidad y apoyo a los eventos, nuestra misión nos lleva a demandar una gestión decidida del turismo que representa en torno al 15% del PIB de la ciudad.

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- Esta semana el Pleno del Ayuntamiento de San Sebastián ha instado a las instituciones competentes a que habiliten la opción de implantar una tasa turística a las pernoctaciones, algo que por ahora rechaza el Gobierno Vasco. ¿Qué postura adopta el presidente de los hoteles?

- Nos asombra que se saque en este momento, viniendo de donde venimos. No es el momento, hay otras prioridades. Algunos empezamos a revivir y sacar esto ahora no lo entendemos. Después de unos años difíciles, lo que nos toca ahora a nosotros es atender y dar servicio a los clientes.

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- ¿En un futuro podrían dar su 'sí' a la tasa turística?

- No es una cuestión de sí o no, o de estar a favor o en contra. Veremos. Es que no sabemos cómo va a ser la propuesta concreta. Cuando las administraciones se pongan de acuerdo, y una vez tengamos todos los papeles encima de la mesa, lo estudiaremos.

- ¿Podría tener impacto en la llegada de turistas ahora que se han recuperado cifras de visitantes?

- No lo sabemos. Habrá que ver cuál es el marco jurídico, quién es el competente, quién el que recauda, cómo lo hace, a dónde va destinado... No obstante, decir que por 1,5 euros alguien va a dejar de venir sería absurdo. Además, ¿ese 20% que pernocta que, además, son los que menos saturan, menos ensucian y menos contaminan, van a pagar por todos los que nos visitan? Ahí hay un pequeño desequilibrio.

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- ¿Cómo se presenta el final de año?

-Somos muy prudentes, porque el otoño es menos dinámico que antes. A corto plazo, la primera quincena de octubre, entre otras cosas por los eventos que hay, está consolidada, pero es muy complicado hacer previsiones más allá. Antes las hacíamos a medio, largo y muy largo plazo, ahora es más complicado. A partir de enero, por ejemplo, las previsiones son nulas. Nadie sabe nada.

«Habrá que aquilatar costes, pero el servicio será el mismo»

- La ocupación ya se ha recuperado este verano. ¿La rentabilidad también?

- Los datos de ocupación sí que han sido saludables, pero a todos nos han subido los costes. Todos los costes: laborales, materias primas, energéticos, alimentos, lavanderías... Todo lo que influye en la cesta de la compra de casa se multiplica por equis habitaciones en un hotel y por eso estamos con la misma prudencia en cuanto a la rentabilidad. Es hora de analizar todo, ser prudentes, aquilatar costes, pero siempre sin perder de vista al cliente. Nosotros nos debemos al cliente y los recortes no le deben llegar al cliente. El servicio, la calidad y la atención de los hoteles y el destino tiene que ser el mismo.

- ¿No se va a traducir, entonces, en una subida de precios?

- Nuestros precios son dinámicos. Desde hace muchos años no hay una lista de precios en nuestro negocio, además no se puede hacer porque no se pueden pactar precios. Depende más de la demanda ante la oferta que hay, no porque nos hayan subido los costes. Los hoteles no son ni caros ni baratos, es lo que paga el cliente porque quiere pagar, porque puede y quiere venir al destino. Es un destino muy atractivo, muy potente. En verano el condicionante no ha sido el precio.

- ¿La crisis energética ha mermado la ocupación?

- No. Hasta ahora, durante el verano, no se ha notado en absoluto.

- Uno de los objetivos que tiene siempre el sector es el de la desestacionalización. ¿Cómo se logra?

- Estamos apostando claramente por el mercado MICE (reuniones, incentivos, congresos y eventos). Es un mercado muy atractivo que en pandemia ha crujido y estamos trabajando en ello en coordinación con San Sebastián Turismo. Esa es una herramienta clave para desestazionalizar el turismo y el gran objetivo al que se enfrenta nuestro sector.

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