Medio millar de temporeros se someten a PCR antes de comenzar la vendimia del txakoli en Gipuzkoa

Los departamentos vascos de Agricultura y Salud, en coordinación con las tres denominaciones de origen vascas de txakoli, entre ellas Getariako Txakolina, han compartido y organizado las pautas a seguir para evitar contagios entre los trabajadores y «blindar» las bodegas frente al Covid. Todo está casi a punto para comenzar el lunes una vendimia que se alargará aproximadamente un mes y donde, solo en Gipuzkoa, intervienen cerca de 700 personas entre temporeros y trabajadores de las bodegas, que no tendrán contacto entre ellos.

Falta por confirmar el último test. El resultado de la prueba PCR a la que ayer se sometieron en el frontón del barrio de Askizu de Getaria las casi 500 personas que estarán en el campo y se distribuirán, de una en una y no de tres en tres como en años anteriores, en las líneas de cepa de cada explotación durante estas próximas semanas. Desde la D.O. de Getaria, confían en que los resultados sean negativos para poder iniciar con normalidad la vendimia. Según su información, en las primeras 150 PCR que se realizaron hace unos días a los trabajadores en las bodegas no se han registrado positivos. «No nos consta, aunque es una información que no tiene por qué manejar la D.O.», asegura Ruth Mozo, responsable del Consejo Regulador de la denominación de origen, que explica las medidas de prevención para evitar contagios, o para que, en el caso de que se produzca alguno, cortar de raíz la transmisión para que no afecte a toda la plantilla.

Cada bodega, en función de su tamaño -las más pequeñas cuentan con entre 15 y 20 trabajadores-, adaptará el protocolo a sus características. Pero como medida general se separará a los trabajadores del campo de los de la bodega, y se intentará reducir al máximo el contacto a pie de viñedo, con grupos de trabajo más reducidos, traslados por turnos a las viñas en furgonetas que se desinfectarán tras los viajes, se les entregará «una tijera a cada uno» para no compartir material, o el «hamaiketako» ya no será en cuadrilla sino que cada uno llevará su botella de agua..., avanza Mozo como ejemplo. «No puedes acotar todo, pero al menos reducir las posibilidades de contagio, porque un caso puede suponer quedarse sin trabajadores, según las cuadrillas que pueda gestionar cada bodega», recuerda. La salud de los temporeros, la mayoría residentes ya en Gipuzkoa aunque muchos de origen marroquí, senegalés o rumano, será clave para la buena marcha de la campaña, además de la lluvia. Este es el otro factor determinante para que se pueda concluir en tres o cuatro semanas la recogida o se demore alguna más. «Con mucha lluvia se retrasa mucho porque no solo es cortar la uva, sino meterla en cajas, llevarla al tractor para ir a la bodega... Y si el tractor no puede entrar en la viña...», plantea Ruth Mozo, quien ante este escenario advierte de que «cuanto menos dure la vendimia, mejor».

Esta atípica organización permitirá, no obstante, cosechar una producción que se prevé mayor que la de 2019, cuando se recogieron 3.390.000 kilos de uva para producir Getariako txakolina. «Y será de buena calidad», espera la responsable del Consejo Regulador. «El año ha sido raro», explica. «En mayo hizo muy bueno y se adelantó la floración, cuajó bien la flor. Luego junio fue lluvioso y con mucha humedad, lo que provocó la aparición del 'mildiu'», la enfermedad más común que «ataca las viñas», pero que por suerte, asegura Mozo, «los viticultores supieron atajar, dado que es un sector muy profesional» y luego ha hecho un verano caluroso.

También en Bizkaia confían en que la cosecha sea buena. La vendimia comenzó ayer, dos semanas antes de lo habitual, debido a la maduración de los viñedos, en buenas condiciones tras una primavera y verano con climatología muy favorable. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina prevé superar los 2.279.000 kilos de uva recogidos el año pasado, y lo harán, como en Gipuzkoa, con todas las medidas de protección para los vendimiadores, que se sometieron a pruebas PCR, utilizarán siempre los mismos equipos de protección y material y reforzarán la desinfección de losvehículos de traslado.

Y en Rioja Alavesa, también temporeros y viticultores han comenzado a someterse a los test antes de iniciar la vendimia. Allí unos 3.000 temporeros se encargarán de recoger la uva, a partir de la próxima semana.