Unir fronteras caminando sin salir de Irun
Frontera ·
El artista Imanol Espinazo cruzará el puente Avenida de Irun de un extremo a otro durante siete días hasta completar los 1.099 kilómetros que separan la muga y la valla de MelillaANDER BALANZATEGI
Lunes, 29 de agosto 2022
El puente fronterizo de Santiago, situado entre las localidades de Irun y Hendaia, está custodiado por fuertes controles de la Policía francesa. A menudo, los agentes niegan el paso a los migrantes que llegan desde África y en su viaje hacia el norte de Europa ya son cinco las personas que se han ahogado en aguas del Bidasoa tratando de cruzar la frontera. Para denunciar esta situación, desde ayer hasta el próximo domingo, día 4 de septiembre, el artista Imanol Espinazo protagoniza una actuación en la que recorre el puente peatonal Avenida (paralelo al de Santiago) de un extremo a otro hasta cumplir los 1.099 kilómetros que separan la valla de Melilla con el puente irundarra. Una pasarela que se encuentra cortada por vallas y desde la que la Gendarmerie no permite el paso. A pesar de los más de 30°C que ayer sacudían Gipuzkoa, casi un centenar de personas se reunieron en el puente Avenida para dar inicio a la marcha. Porque no solo contarán las idas y vueltas de Espinazo, cualquier persona que decida recorrer el puente podrá sumar sus vueltas a la causa.
Espinazo, navarro residente en Hendaia, denuncia que cada día es testigo de las consecuencias que padecen las personas que intentan atravesar la frontera. «Ante esta tragedia he decidido caminar y lo haré en silencio», señala.
Invita a andar con él
Para alcanzar los kilómetros que separan el puente de Santiago con la valla de Melilla, es necesario recorrer 9.812 idas y vueltas por los 112 metros del puente. «Caminando una media de 6 a 8 horas diarias, en 7 días conseguiré realizar aproximadamente 3.360 idas y vueltas», explica Espinazo. Por ello, invita a que todo el que quiera se acerque a la mesa situada al inicio del puente, ya que en ella encontrará la información necesaria para comenzar a caminar.
La cifra
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9.812 Casi 10.000 idas y vueltas al puente Avenida durante siete días para recorrer los 1.099 kilómetros que separán la frontera entre Irun y Hendaia con la valla de Melilla
A las 12.00 del mediodía, casi un centenar de personas acompañó al artista para dar inicio a su proyecto fronterizo. Ante la congregación de tanta gente, la Policía francesa aviso a la Guardia Civil para que se acercase al puente. Varios agentes se personaron en la zona, pero se retiraron en cuanto comprobaron de lo que se trataba. Cuando Espinazo y sus acompañantes comenzaron con las idas y vueltas, un joven migrante se unió al grupo. Celes Guti, que ha ayudado a organizar la actuación, comentaba que la policía francesa se acercó a él para evitar que cruzase la frontera, mientras no ponía ningún impedimento a las personas blancas. «No les importó que estuviésemos toda esa gente allí ni que les pudiésemos grabar», lamentaba. Aparte de ese incidente, que se repite a diario con las personas negras en los controles de Hendaia y Behobia, la libreta del artista contabilizó más de mil idas y vueltas a nombre de todas las personas concienciadas con la situación migratoria que se vive en el Bidasoa. Desde los que registraban 10 idas y vueltas hasta los que se acercaban a las 50 sudando la gota gorda.
Por la tarde Espinazo recuperó fuerzas durante un breve rato en la sombra antes de seguir pateando. Equipado con gafas de sol, una gorra y un pañuelo para no quemarse la nuca caminaba en silencio de un lado a otro. Al mismo tiempo, había quien llegaba para añadir sus vueltas a la libreta o curiosos que leían los carteles y decidían sumarse. La idea principal del artista era dormir en una pequeña tienda de campaña frente al puente, pero finalmente ha optado por una furgoneta para ello.
«En cuanto los policías franceses vieron a un chico negro, fueron derechos a él ignorando a las personas blancas»
7 días para caminar frente al puesto de control francés y en el que Espinazo coincidirá con quienes llegan de haber cruzado la valla de Melilla o el mar Mediterráneo y se encuentran con una frontera cerrada en Europa. Por ello, invita a que la gente se una a esta actuación contra «la valla invisible que levanta la Policía francesa».
Controles «racistas»
El director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, ha vuelto a denunciar este mes de agosto los «controles selectivos y racistas» que lleva a cabo la Policía francesa en la muga. «Estos controles provocan que las personas que quieren cruzar la muga utilicen rutas menos seguras, arriesguen más su vida y, en ocasiones, nos encontramos con personas que fallecen en ese intento de pasar la frontera», incidía en una entrevista para Radio Euskadi. Además, mantenía que también «fomentan mafias que hacen negocio de este drama».
En junio, Legarreta atribuyó al «control racista» de la Policía gala la muerte de un migrante cuando trataba de cruzar la muga surcando el río Bidasoa. Con este son ya nueve los migrantes fallecidos en la ruta migratoria vascofrancesa en apenas año y medio.
Más de 4.500 migrantes en tránsito han pasado por Irun en este año
Más de 4.500 migrantes en tránsito han pasado en lo que va de año por Irun camino a Europa, según datos de la dirección de Migración y Asilo del Gobierno Vasco. Las cifras son sensiblemente inferiores a las de 2021, cuando se llegó al récord de 8.115 personas atendidas en los recursos habilitados en la ciudad. No están claros los motivos de este descenso experimentado desde abril. «No sabemos por qué ha bajado el flujo, porque a Canarias siguen llegando», apuntan desde Irungo Harrera Sarea. Senegal, Costa de Marfil y Guinea Conakri son los principales países de origen. En primavera hubo un pico de sudaneses que habían saltado la valla de Melilla. Del dramático salto del 24 de junio, en cambio, no ha llegado ninguno. De hecho, dos millares siguen aún en Marruecos.
