Sandra Bianchi, del Café Irubi, ha experimentado estos días de lluvia lo que le espera en invierno si el Ayuntamiento no le permite poner mamparas. Usoz

«Sin terrazas no sobreviviremos al invierno»

El mal tiempo se convierte en otra amenaza para muchos establecimientos, que sin poder usar la terraza y con la distancia de seguridad de 1,5 metros en el interior del local ven complicada su viabilidad

Estrella Vallejo

San Sebastián

Lunes, 5 de octubre 2020, 06:26

Este 2020 se está convirtiendo para muchos hosteleros en uno de esos videojuegos en los que a medida que se sube de nivel, esquivar todos ... los obstáculos que van apareciendo se antoja cada vez más complicado. Las 'pantallas' superadas hasta la fecha son de sobra conocidas: el cierre total de la actividad durante dos meses; la reapertura a finales de mayo con las terrazas al 50% del aforo y el interior al 30%; la recuperación del ambiente en las barras en el mes de junio; y nuevas restricciones en agosto que perjudicaron fundamentalmente a aquellos que carecían de terraza.

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Los veladores han sido para muchos un salvavidas este verano en el que los interiores de los establecimientos se han evitado en buena medida, pero ahora que los días de sol y calor empezarán a ser los menos, la hostelería se sitúa en una nueva casilla de salida y con una nueva amenaza al acecho: el mal tiempo.

«Sin la terraza, no sé cómo vamos a sobrevivir este invierno», reconoce Sandra Bianchi, que regente el Café Irubi en la plaza Buen Pastor, donde han pasado de trabajar cinco a hacerlo únicamente dos. Cuenta con ocho mesas en el exterior, pero dentro del local «entran seis personas como máximo. De verdad que estoy asustada, pero no me queda otra que esperar y verlas venir», reconoce.

«Voy a pedir que me dejen poner mamparas, porque con viento y lluvia los toldos no valen y dentro no caben más de 6 personas»

Sandra Bianchi | Café Irubi

La normativa vigente obliga a los clientes que quieran estar en barra a estar sentados y con una distancia de 1,5 metros. Asimismo, el aforo también queda limitado al tener que garantizar 1,5 metros de separación entre sillas. La alternativa que se le ocurre a Sandra es «volver a pedir en el Ayuntamiento que me dejen poner mamparas, porque en esta plaza cuando hay lluvia y viento, el toldo no sirve de nada», señala.

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«La terraza nos ha salvado el verano, pero sin ella, la viabilidad del negocio dependerá de la fidelidad de la gente»

Imanol Lojo | Bar Urban

A la espera de una intervención por parte del Ayuntamiento se encuentra también Imanol Lojo, a quien «según dijeron, en octubre» también le afectaría las obras para remodelar la plaza Easo. En su caso, la amplia terraza le ha permitido salvar el verano, pero una vez que llegue el invierno, «viabilidad poca. Si el invierno sin covid ya se nos hacía duro, ahora...», dice el propietario del bar Urban, mientras hace un conteo rápido de los clientes que pueden entrar. «A lo sumo 15, no más, así que dependeremos de la fidelidad del cliente habitual, pero se presentan meses duros», reconoce.

«Llevamos dos años esperando a que peatonalicen esta calle, con la acera que hay solo me entran tres mesas»

Iñigo Olaizola | Bar Alex

La situación de Iñigo Olaizola, del bar Alex, tampoco es demasiado halagüeña, aunque recuerda que sería más favorable si se hubiera ejecutado la peatonalización de la calle Larramendi, «que llevamos dos años esperando». En este sentido, el alcalde Eneko Goia ya indicó recientemente que acometer una obra de esas características no entraba entre sus planes a corto plazo, teniendo en cuenta que la calle San Martín está cortada, y el Centro, con varios frentes de obras abiertos.

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Sin embargo, Iñigo remarca que es una intervención que le situaría en un escenario bien distinto al actual. En el exterior solo tiene 4 mesas pequeñas, donde entran un máximo de ocho personas, y en el interior «pese a tener 14 sillas, el viernes pasado con 9 personas ya tenía el bar al completo», lamenta.

El dato

  • 650 establecimientos de hostelería ubicados en San Sebastián no tienen terraza, un 44%. La capital guipuzcoana tiene registrados 1450 locales en total.

Al contar con una acera estrecha frente a sus establecimiento, la posibilidad de poner mamparas y conservar la terraza incluso con mal tiempo, desaparece. También ha planteado, de forma conjunta con otro local de la zona, la opción de retirar las plazas de aparcamiento que hay frente al bar, poner una pequeña plataforma que iguale la altura de la acera y, poder ampliar así su servicio exterior, con la posibilidad de poner «calefactor, toldo y demás, pero nos han dicho que no, porque se correría el riesgo de crear un precedente», lamenta.

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Quitar plazas de parking

La petición de Iñigo Olaizola de destinar algunas plazas de aparcamiento para que determinados locales de hostelería puedan extender su servicio de terraza es, de hecho, una de las propuestas que la asociación Hostelería Gipuzkoa presentó en el Ayuntamiento de San Sebastián el mes pasado, para tratar de garantizar la viabilidad del sector en la ciudad durante el invierno.

La capital guipuzcoana cuenta con alrededor de 1.450 establecimientos hosteleros, de los que 650 carecen de terraza.

El secretario general de la entidad, Kino Martínez, subraya que se trata de una medida adoptada en otras ciudades, como Madrid, Torrelavega o Bilbao, «donde se han retirado 300 plazas por este motivo. Son medidas que solicitamos con carácter temporal, por un periodo mínimo de un año, para que los negocios más perjudicados por esta situación puedan continuar», remarca.

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Sin embargo, no parece que dicho planteamiento llegue a ver la luz, como tampoco lo hará otra de las peticiones que pasa por flexibilizar las restricciones de la Parte Vieja «para permitir que los bares que solo tienen barra puedan tener opción de poner mesas fuera, pero con la presión de los vecinos lo vemos difícil», reconoce.

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