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Antonio Cabanillas y Óscar Sánchez. De la Hera
Nuevo chip para parapléjicos

Los electrodos, ¿una nueva esperanza?

Expectantes ·

Óscar y Antonio, que sufren una lesión de la médula, ven como «positivo» el nuevo sistema para que personas parapléjicas recuperen movilidad, pero «con cautela»

Macarena Tejada

San Sebastián

Miércoles, 9 de febrero 2022, 06:32

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La noticia sobre las tres personas parapléjicas que han recuperado la movilidad gracias a los electrodos en Suiza ha dado la vuelta al mundo. Y también ha llegado a Gipuzkoa, sin dejar indiferente a nadie. La primera reacción es «buena. Poco a poco vamos dando pasitos», admite el irundarra Óscar Sánchez, que sufre una lesión modular incompleta que le obliga a moverse en silla de ruedas desde hace 22 años. En estas dos décadas, se ha tenido que acostumbrar a una vida diferente. Es el capitán del equipo de baloncesto Salto Bera Bera, además de campeón de España de slalom con el club deportivo de personas con discapacidad Kemen.

Tras tantos años con movilidad reducida, confía en que «gracias a la ciencia, algún día salga algo que nos permita recuperar la autonomía al completo». Hasta que llegue ese momento, se alegra de la eficacia que ha tenido el sistema desarrollado en Suiza: «Estoy contento, aunque también un poco escéptico. Hasta que no lo pruebe yo y vea con mis propios ojos que funciona, no quiero ilusionarme demasiado».

Hace unos años se ilusionó con el exoesqueleto que pudo probar en San Sebastián y «no fue lo que pensaba. No quiero que me vuelva a suceder algo así». De ahí la prudencia con la que analiza la noticia, que «sin duda es positiva». Óscar se quedó parapléjico tras sufrir un accidente mientras hacía snow con sus amigos, cuando tenía unos 25 años.

«Fuimos a La Mongie (Francia), es lo que más cerca nos queda de Irun. Había caído una capita de nieve y nos metimos fuera de pista. Fuimos algo imprudentes», admite ahora. «Me choqué contra una roca que estaba cubierta por la nieve. Amortigüé con la espalda y estalló en la lumbar, con la suerte de que mis amigos me quitaron la tabla y me la metieron debajo de la espalda», explica. Si hubiera intentado levantarse habría tenido una lesión medular completa en vez de incompleta, como tiene en estos momentos, que le permite sentir más partes de su cuerpo. «Me puedo poner de pie, pero no tengo equilibrio ni autonomía para caminar con muletas».

«Poco a poco vamos dando pasitos. Algún día saldrá algo que nos permita recuperar la autonomía total»

Óscar Sánchez

En caso de que la técnica suiza de estimulación eléctrica llegara a Gipuzkoa, podría permitirle andar, pero Óscar todavía ve esa posibilidad «muy lejos» y teme que no tenga el mismo efecto «en personas que acaban de sufrir la lesión o en quienes llevan mucho tiempo así. Los músculos se quedan atrofiados. Por eso, cuando hablamos de estos nuevos descubrimientos hay que hacerlo con cautela», dice.

Ser independiente

A este irundarra su lesión nunca le ha impedido seguir con su vida. «De otra manera, pero esta sigue. No queda otra». Entre otras cosas, continúa yendo al gimnasio y practicando los deportes que más le gustan. Por eso, le gustaría que estos nuevos sistemas otorgaran independencia al paciente a la hora de llevar a cabo su día a día, es decir, «no tener que depender de nadie si quiero levantarme o si necesito caminar. Imagino que es lo más difícil pero creo que si siguen investigando como están haciendo ahora se puede conseguir».

El sistema desarrollado por los investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) se implanta a través de una operación. En los casos que se han llevado a cabo hasta la fecha, los médicos insertaron dieciséis electrodos en la médula espinal de los pacientes en una intervención de cuatro horas de duración, un proceso al que por ahora Antonio Cabanillas no se enfrentaría. A este zarauztarra, que tuvo una lesión medular completa a los 24 años, no le cabe duda que esta nueva fórmula que permite a las personas parapléjicas ponerse de pie e incluso andar «es interesante», pero cree que «aún hay mucho en lo que investigar. Este tipo de noticias salen muy a menudo, cada 'x' años, pero la realidad es que luego, para nosotros, todo sigue igual».

«Es interesante, pero aún hay mucho que investigar. Yo no me operaría porque con este sistema aún no controlas tu cuerpo»

Antonio cabanillas | zarautz

Antonio no pierde la esperanza, pero como Óscar tampoco quiere ilusionarse «más de la cuenta». Él tiene una lesión «muy alta». Desde la altura de los pezones hacia abajo no tiene ni movilidad ni sensibilidad. A diferencia de Óscar, apenas puede sujetarse en muletas porque no logra controlar su cuerpo. «Lo bueno es que se sigue investigando» para intentar devolver el movimiento a este colectivo, pero «hay que tener cuidado con la ilusión que puede provocar en los afectados. Yo, por ejemplo, no me haría una operación de esas características para que unos electrodos activen mis músculos, porque tú no controlas nada. Le das al 'play' y se activa un sistema. Claro que es un gran avance, pero todavía hay que profundizar más en este ámbito», reflexiona con recelo. Los electrodos que se insertan en la médula emiten impulsos eléctricos sincronizados que se parecen a las señales que comunican el cerebro y las piernas, a través de la médula, que es la parte afectada. Los impulsos se producen a través de un ordenador con inteligencia artificial, mientras que un marcapasos transmite la señal.

Pese a que a Antonio no le termina de convencer esta técnica como modo de recuperar la movilidad, ve otra utilidad a este sistema: «Puede servir como actividad física, para ejercitar la musculatura». En ese caso podría funcionar, cree, a pesar de estar convencido de que la lucha para que las personas con discapacidad física «pasa por el día a día, por facilitar el acceso a ciertos lugares o la movilidad por la ciudad». Sea como fuere, todo suma en el camino hacia la recuperación del movimiento para las personas con una lesión de la médula espinal.

Un moderno robot híbrido de asistencia de la marcha

Pacientes con lesión medular del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, centro referencial en este ámbito, podrán probar a finales de mes o principios de marzo un robot híbrido de asistencia de la marcha con el objetivo de mejorar su movilidad. Esta tecnología combina los sistemas robóticos, como apoyo mecánico externo para aportar fuerza, y la neuroprótesis, para generar estímulos en los músculos y potenciar el movimiento. Entre los avances que se han llevado a cabo en este proyecto, destaca el desarrollo de una nueva neuroprótesis modular que aplicará la técnica de estimulación eléctrica funcional según la fase de la marcha en la que se encuentre cada usuario.

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