La demanda de las ayudas a la dependencia para contratar a un cuidador se dispara en una década
Gipuzkoa anuncia hoy la ampliación de las cuantías de la prestación para pagar a un asistente y así seguir impulsando la profesionalización de la atención en el hogar
El cuidado en el hogar está cada vez más profesionalizado en Gipuzkoa. La demanda de las ayudas a la dependencia para contratar a un cuidador se han disparado en la última década. Si a cierre de 2012 había 1.190 perceptores de las PEAP, prestaciones que tienen como finalidad promover la autonomía de las personas dependientes contratando a una empleada del hogar que le dé apoyo, el 31 de diciembre del año pasado había 5.895, según fuentes del departamento de Políticas Sociales de la Diputación de Gipuzkoa. Los beneficiarios han aumentado cerca de un 400% o, lo que es lo mismo, se han multiplicado por cuatro.
Seis de cada diez de los perceptores de estas ayudas son grandes dependientes. Esto es, 3.697 personas con necesidad de apoyo constante (grado II y III de dependencia) cobraban esta prestación en el territorio el 31 de diciembre, frente a los 2.198 beneficiarios de grado I, según datos aportados por la consejera de Políticas Sociales, Maite Peña, en una respuesta a la juntera de EH Bildu, Estitxu Elduaien. En total, a lo largo de todo 2022, desde enero hasta diciembre, 7.803 guipuzcoanos, sobre todo mayores, cobraron este cheque que va de los 300 euros en doce pagas a los 834, dependiendo de la situación personal de cada uno. En números totales, son alrededor de un 2,15% más que en 2020, año en el que estalló la pandemia y que paralizó las solicitudes por el parón burocrático. Ahora que los cuidados en el hogar están cada vez más profundizados en el territorio, la demanda empieza a recuperarse y la PEAP es la única prestación que ha registrado un aumento de solicitudes. Precisamente la Diputación de Gipuzkoa anunciará hoy la ampliación de las cuantías de esta prestación para seguir así impulsando la profesionalización de la atención en el hogar.
Cada vez más familiares de dependientes de grado II y III solicitan las ayudas PEAP para contratar a un asistente en el domicilio. Gipuzkoa lleva tiempo trabajando en esta línea de la profesionalización de los cuidados, que ya deja ver sus frutos. Es más, la mayoría de las ayudas PEAP que se conceden en el Estado, en torno al 66%, se dan en el territorio, aseguran fuentes del departamento que dirige Peña. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de en otras partes del Estado, la interpretación de la normativa que se hace en Gipuzkoa incluye a las personas mayores en las PEAP, al igual que en las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar y apoyo a las personas cuidadoras no profesionales (PECE).
Mientras que la demanda de las ayudas para pagar a un cuidador sube, la de las PECE, destinadas a familiares cuidadores, baja. En la última década, los perceptores de esta prestación, que como las PEAP es de derecho subjetivo, han caído ceca de un 20%. Esto es, en 2012 cerca de 10.000 familiares de personas dependientes recibían esta paga, que consta de doce pagas anuales que van desde los 154 euros a los 524; a cierre de 2022 eran 8.049. ¿Los motivos? El principal, insisten fuentes del departamento de Políticas Sociales, «el trabajo que se está haciendo en Gipuzkoa para fomentar la profesionalización en el cuidado en casa». Pero no es el único. Las residencias de mayores de Gipuzkoa han recuperado la demanda prepandemia tras vencer, poco a poco, el estigma del Covid. El último año, por primera vez desde 2019, las solicitudes para ingresar en uno de estos centros en el territorio aumentaron casi un 5% y se acercan ya a cifras prepandemia.
60%
de los beneficiarios de las ayudas para contratar a un cuidador en Gipuzkoa son dependientes de grado II o grado III. El otro 40% restante son personas dependientes de grado I. A 31 de diciembre de 2020 había 5.895 perceptores.
Sea como fuere, y aunque la demanda de las PECE haya bajado, todavía son mayoría los guipuzcoanos que prefieren ocuparse de sus familiares en situación de dependencia. Sobre todo, en las primeras fases. A 31 de diciembre del último año, 3.643 cuidadores familiares de un dependiente de grado I en Gipuzkoa cobraron este cheque, el grupo más grande. 2.897 fueron familiares de dependientes de grado II y 1.509 de grado III. En total, en todo el año, 9.907 personas se beneficiaron de esta prestación.
Tras la vuelta a la normalidad después de la crisis sanitaria, tanto las PEAP como las PECE empiezan a recuperar la demanda, si bien mientras las solicitudes de la primeras suben, las de las segundas bajan. Se consolida así la tendencia que empezó hace unos años y que, entre otras cosas, quiere terminar con la economía sumergida en el sector de los cuidados.
Precisamente por eso, entre otras cosas, Gipuzkoa aumentará la cuantía de las ayudas a la dependencia como las PEAP en los próximos meses. Los presupuestos del departamento de Políticas Sociales para este año, que superan los 495 millones de euros, una cifra récord, permitirán al área que dirige Peña avanzar en la transición hacia un nuevo modelo social y de cuidados.
824.638 euros más para las ayudas en dos años
En apenas dos años, desde que estallara la pandemia en 2020, el departamento de Políticas Sociales de la Diputación de Gipuzkoa ha incrementado en 824.638 euros más el presupuesto destinado a las PEAP, las prestaciones para contratar a un cuidador de una persona dependiente. El año pasado, el área que dirige Maite Peña dedicó 33,4 millones a esta prestación, frente a los 32,6 de hace dos años. El presupuesto de para las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar PECE, sin embargo, disminuyó el último año por la bajada de la demanda: 24,3 millones frente a los 27,3 de 2020.
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