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La actividad asociada a sidrerías y hostelería ha bajado en Astigarraga desde que ha entrado en zona roja. ROYO

La zona roja pasa factura de nuevo en Astigarraga

Restricciones. Los vecinos del municipio con la mayor incidencia de todo el Estado temen «volver a lo de siempre de estos dos años», cansados de la larga pandemia

PABLO SÁENZSAN JUAN

Miércoles, 17 de noviembre 2021, 07:48

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La zona roja pasa factura de nuevo en Astigarraga, actualmente el municipio con mayor incidencia en todo el Estado. Con una tasa acumulada en los últimos 14 días de 1.408,45 casos por cada 100.000 habitantes, algunos vecinos temen volver a vivir bajo los límites de las restricciones después de que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, anunciase ayer su propuesta de medidas para frenar la expansión del covid en Euskadi. «Zona roja otra vez. Es como volver a lo de siempre de estos dos últimos años», remarca un vecino con cierta resignación ante este retroceso, que empieza a arrastrar también a cada vez más municipios de Gipuzkoa.

El cansancio de la pandemia hace mella entre todos, vecinos y comerciantes. Cuando se arañaba la vuelta a la normalidad, el final del estado de emergencia ha derivado en un aumento de contagios, que se han concentrado en un primer momento en esta localidad. El brote entre los alumnos del colegio ha multiplicado la cadena de contagios. No son los únicos. En la actualidad, hay 37 aulas cerradas en Euskadi, incluida la Eskola Txikia CEIP Txirrita de Ereñotzu. En Astigarraga, 150 alumnos del colegio fueron confinados y desde hace diez días, la localidad duerme en zona roja, aunque el alcalde, Xabier Urdangarin, se ha mostrado esta semana ligeramente optimista puesto que «la realidad es que el número de casos ha ido disminuyendo y parece que se va doblegando la curva», señaló a este periódico. Astigarraga será, además, uno de los lugares donde, si los jueces dan el visto bueno, habrá que pedir el pasaporte covid. La medida era lógicamente tema de conversación ayer en las sidrerías, sector económico primordial para el municipio y toda la zona.

Iana Aculova, de Bukoi taberna, observa el pasaporte Covid, que ya mucha gente tiene descargado en el móvil y será obligatorio en el ocio nocturno. Arizmendi

«Es un error. Ahora hay que reactivar la economía», protesta un vecino del municipio que no quiere dar su nombre, que da cuenta del perjuicio económico que ha sufrido el sector tras meses de cierre por la pandemia, como consecuencia de las medidas sanitarias para evitar contagios. El sector hostelero y de ocio nocturno de la localidad teme que el TSJPV dé luz verde a la propuesta del pasaporte covid. «Nos parece fatal. Solo nos dará problemas», lamenta Iana Aculova, de Bukoi Taberna, uno de los bares de la localidad.

Control de pasaporte

De momento, todo son incógnitas y habrá que esperar a la respuesta del TSJPV. En Galicia, hace saber un cliente que veranea en la comunidad, la medida se ha adoptado, «allí te piden y eso da seguridad. Es solo acostumbrarte». Lo mismo opina otro cliente que comparte consumición a mediodía, pero esta vez de la medida que se aplica en Francia. «Lo que no tiene lógica es que si cruzas la frontera te lo piden en cualquier lado y a este lado no. Las decisiones para combatir la pandemia deberían ser consensuadas entre todos los países. ¿Qué sentido tiene que unos hagan una cosa y otros la contraria?», lanza al aire. La posibilidad de que se tenga que pedir el pasaporte Covid para acceder a restaurantes y ocio nocturno no gusta a todo el mundo, aunque los expertos insisten en que al menos es una medida para tratar de poner freno a los contagios.

«Tendremos que hacer de policías además de hacer nuestro trabajo o contratar a una persona más que se encargue de pedir pasaportes en la puerta», denuncia Iana, quien lamenta que «no podemos estar controlando todo el rato, solo somos mi marido y yo y no tenemos a nadie más. Tampoco podemos contratar a una tercera persona, la economía no nos da». Iana y su marido, Ángel Fretes, cogieron el bar en 2019 y desde entonces «todo han sido medidas y limitaciones».

Una familia de Madrid, de visita por la Behobia-San Sebastián, disfruta en Petritegi Arizmendi

Además, en Bukoi Taberna no han tenido la oportunidad de celebrar la temporada de sidra, «que es lo que más caja hace en este pueblo». En Astigarraga, el gremio de hosteleros teme tener que implantar este tipo de medidas en sus locales por la posibilidad de «perder clientes» tras prohibirles el acceso si no traen su pasaporte en regla. «Yo no quiero ser policía en mi restaurante, soy hostelero y hago mi trabajo. ¿Quieren implantar el pasaporte Covid? Pues que pongan a un par de agentes en la puerta y sean ellos quienes lo soliciten», señala este tabernero, cuyo restaurante se vería afectado por la propuesta de la consejera de Salud.

Cruzar la línea a la zona roja de máxima incidencia ha tenido ya sus consecuencias económicas en el sector. La situación ha despertado el temor de sus vecinos, y algunos restaurantes y sidrerías lo están notando en su caja. «Hemos notado que ha bajado la cantidad de reservas por todo el revuelo de estos últimos días», advierten en sidrería Petritegi. «Veremos ahora, si sale adelante, cómo procedemos para gestionar el pasaporte Covid. Es algo que nunca hemos hecho y lo hemos escuchado como algo lejano, en Francia», reconocen.

Euskadi y Navarra siguen a la cabeza con la incidencia más alta

Euskadi y Navarra siguen a la cabeza de la incidencia en el Estado, con datos cada vez más altos. Si el País Vasco tiene una incidencia de 188 contagios por cada 100.000 habitantes, este indicador se eleva hasta los 203 en la comunidad foral si bien esta última ayes no actualizó los datos por problemas técnicos, según los últimos datos publicados en el boletín diario del Ministerio de Sanidad. Las cifras hablan por si solas y demuestran que se mantiene la tendencia al alta que se inició hace más de un mes, concretamente cuando finalizó el estado de emergencia sanitaria y, junto a él, la imposición de la mayoría de medidas, excepto el uso obligatorio de la mascarilla en espacios cerrados o en aglomeraciones.

Además de la alta incidencia acumulada en Euskadi en los últimos catorce días, ayer la Comunidad Autónoma Vasca registró 383 nuevos contagios, solo por detrás de Cataluña, con 777 nuevos infectados, y Madrid, con 535. El resto de comunidades no llegaron a los 300 contagiados.

Pese a que los hospitales vascos parecen aguantar el tirón, también se han visto afectados por este repunte, que en vez de estabilizarse los casos no hacen más que aumentar. Los ingresos por Covid en el Hospital Donostia se han triplicado y el lunes. Gipuzkoa, además, es el territorio con peores datos, al aglutinar más de la mitad de los contagios de todo Euskadi. Ya tiene media docena de pueblos en rojo.

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