Las farmacias de Gipuzkoa venden 15.300 test de autodiagnóstico en 15 días

El suministro «se ha normalizado», aseguran desde la DFG, tras los problemas iniciales, por lo que «disponemos de stock suficiente para atender las necesidades de las farmacias, tanto de test de antígenos como de anticuerpos». Asimismo, además de los test de antígenos nasales (de 1y 5 unidades), «ya están disponibles los test de antígenos de saliva, de los que acabamos de recibir una primera partida», informa Juan Piera, director general de DFG, que destaca el «esfuerzo» realizado para poder disponer de una gama completa de test de antígenos y anticuerpos.

La alta demanda de estos test de autodiagnóstico, a un precio de entre 8 y 10 euros, y el miedo a una falta de suministro hizo que las farmacias se adelantaran para hacer acopio de stock y afrontar las semanas posteriores, «el problema es que no podíamos reponer porque se agotaron en todos los almacenes y además llegaron muy pocos la primera semana», recuerda Carmen desde la farmacia donostiarra Farma40, que describe la «locura» de aquellos primeros días. «El primer día vendimos 27 test en una tarde, todos los que entraban por la puerta querían comprar uno», afirma sorprendida, sin encontrar una explicación clara a tal pico de demanda. En las farmacias se compara la acogida de los test como la que se tuvo al inicio de la pandemia con las mascarillas.

Ahora, con lotes de sobra en los cajones, la situación «no tiene nada que ver, la venta ha bajado mucho y vendemos unos 2 o 3 al día», explica esta profesional sanitaria, que coincide con la tendencia que observan también el resto de las farmacias consultadas.

Las razones para adquirir este tipo de pruebas de coronavirus son tan variadas como el perfil de quienes las solicitan. Sin embargo, la mayoría coincide en ser contacto estrecho de algún positivo. Esta farmacéutica explica que «mucha gente quiere hacerse el test porque ha estado con alguien que ha dado positivo, pero igual ha estado con esa persona hace una semana y como los rastreadores no les llaman porque no entran en el grupo de contacto estrecho –se rastrean las 48 horas previas de un positivo– se la hacen para quedarse más tranquilos. La gente está siendo muy precavida».

De hecho, tal y como informó este periódico, el colapso de los rastreadores de la red de Osakidetza ante el aumento de contagios en esta quinta ola que comienza a echar el freno estaba provocando que numerosos ciudadanos que han estado en contacto con un positivo por Covid estuviesen recurriendo a los test de autodiagnóstico para salir de dudas cuanto antes mientras esperaban la llamada del rastreador.

Ello obligó a Salud el pasado 30 de julio a habilitar un apartado web –www.euskadi.es/coronavirus– para que las personas que den positivo en estas pruebas puedan comunicar su contagio.

Reducir la presión asistencial y aumentar la capacidad de diagnóstico para cercar al virus han sido los objetivos de los test de antígenos sin receta desde que se les diera luz verde, ya que no se requiere de personal sanitario para hacerlos y, por tanto, se puede obtener el resultado con mayor rapidez. No es la panacea, pero sí una herramienta más para intentar controlar la pandemia que suma ya cinco olas desde que se iniciara en marzo del pasado año.

Eso sí, a cada persona que adquiere uno «se le explica cómo tiene que proceder si el test da positivo» y aunque su envase incluye instrucciones, «yo les explico hasta cómo se hacen, por si acaso», señala Leire desde la farmacia Tamayo Sarasola, que comenta cómo durante los primeros días «llamaba gente de hasta otros barrios preguntando si nos quedaban test, fue un caos. Ahora se ha notado mucho bajón». Al igual que observan en otras boticas guipuzcoanas, ha habido «muchos padres que han comprado el test para sus hijos, o gente que va a visitar a sus abuelos al pueblo y también casos de contactos estrechos pero que han estado con un positivo hace 5 o 7 días y quieren hacerse la prueba para quedarse más tranquilos. Es una herramienta muy útil, pero depende de la responsabilidad del ciudadano» el comunicar un posible positivo.

Coincidiendo con la época estival y los desplazamientos, también hay quienes acuden con la intención de adquirir el test para viajar, sin embargo, los test de autodiagnóstico adquiridos en las farmacias no tienen validez más allá del autoconocimiento de saber si se está infectado. Las farmacias no están autorizadas para emitir certificados que avalen el resultado negativo de dicha prueba, el cual sería necesario para acceder al certificado Covid que exigen los aeropuertos y poder viajar, por lo que sigue siendo necesario acudir a una clínica autorizada con capacidad para expedir documentos oficiales. «Cuando nos comentan para qué los necesitan les informamos que para eso no sirven», expone esta trabajadora.

«También hay mucha desinformación», observa la farmacéutica Amaia Unamuno detrás del mostrador de esta farmacia en el barrio donostiarra de Bidebieta. Se ha encontrado con «personas que han venido a la farmacia diciendo 'es que ayer estuve con un positivo y vengo a hacerme un test' e inmediatamente les mandamos para su casa para que se aíslen». El desempeño de los farmacéuticos en su labor asistencial está siendo clave para evitar situaciones de este tipo. «Al principio vimos que no se les estaba dando un buen uso y les hacíamos un pequeño cuestionario para ver las dudas que tenían, para qué lo querían», señala Unanumo, que dispone tanto en el mostrador como en el escaparate de la farmacia una hoja explicativa que acompaña un QR para escanear y acceder a una página web específica con información y el protocolo a seguir.

También ella vivió el 'boom' de ventas la primera semana de la puesta en marcha de esta herramienta diagnóstica, en la que tuvo que reponer el producto en una semana al agotar todas sus unidades. La historia de las pruebas de autodiagnóstico, coinciden las profesionales sanitarias, se parece en cierta manera a la de las mascarillas, que volaron de las farmacias cuando el Ejecutivo central impuso su obligatoriedad. Con todo, en esta ultima semana, Amaia tan solo ha despachado 4 test en tres días, «aunque imagino que con la llegada del invierno y los catarros volverá a repuntar la demanda».