Altares mexicanos por los muertos
Flores, velas, vírgenes... El Día de Muertos es una celebración que late cada vez más fuerte en Gipuzkoa gracias a las vistosas ofrendas que montan compatriotas como Betsy
Sábado, 1 de noviembre 2025, 01:00
En el corazón del barrio donostiarra de Egia se encuentra un pedacito de México que festeja su tradicional Día de Muertos, una de las fechas ... más señaladas en su calendario festivo. Flores, fotos, velas, vírgenes y santos son solo algunos de los elementos que podemos encontrar en los tres altares que han preparado los responsables de los restaurantes mexicanos 'Doña Chepina' en sus locales, donde estos días no solo sirven comida a los vivos, sino también a los espíritus de los que ya no están.
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Todo comenzó en un pequeño local de Ametzagaina cuando Betsy Trejo abrió el primer local dedicado a su madre. Y ahora, con dos más que gestiona junto a sus hermanos, recuperan esta tradición tan arraigada en su país. «Como cada año» celebran el Día de Muertos con altares en honor de los difuntos con sus fotos, flores, alimentos y objetos que utilizaban en vida. «Dos de ellos están inspirados en los del estado de Guerrero y el último en los de Michoacán», explica Betsy, vestida y maquillada para la ocasión.
El primero y el más grande se encuentra en su establecimiento más nuevo: «Esta ofrenda está pensada en las tradiciones que tenemos en Guerrero, que es el pueblo natal de Doña Chepina, mi madre». El altar tiene tres niveles, en el del suelo se intenta «llamar a tierra» a los muertos; es decir, invitarlos al mundo terrenal. Se emplean símbolos que representan los cuatro elementos: el agua, el fuego, el aire y la tierra. Por eso, a los pies de la ofrenda se encuentra un bol de agua, el copal (una especie de incienso), los papeles picados y los cempasúchiles (la clásica flor de muerto), respectivamente.
Un piso más arriba se encuentra la parte «terrenal», allí están las fotos de los difuntos, «todas las imágenes que hay las han traído clientes», afirma Betsy. Además, justo al lado de cada uno hay algo que les gustaba en vida, «en este caso vemos desde cerveza o tequila, hasta las clásicas patatas Sarriegui o un café».
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Ya en la última altura están los elementos religiosos o sagrados: «para que les podamos acompañar al cementerio y sigan descansando el resto del año».
Con tantas fotos de clientes, los trabajadores de Doña Chepina se dieron cuenta de que un altar no era suficiente. Así, un poco más arriba, en el primer local que abrieron –a apenas 200 metros han reservado la ofrenda para sus familiares.
Y el tercer altar tiene siete pisos y una iconografía un tanto diferente: «colocamos mariposas monarcas porque se cree que atraen a las almas», señala. Almas no se sabe, pero lo que está claro es que esta tradición cultural atrae a muchos curiosos.
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