Rioja Vega Tempranillo Blanco Reserva: conquista por su frescura

Es un blanco que triunfa por su frescura, pero también por el trabajo que tiene tras de sí en lo que a su crianza se refiere. Rioja Vega Tempranillo Blanco Reserva se presentó en la cata celebrada en el restaurante Narru y que fue dirigida por el sumiller de este establecimiento, Javier Caneja. Con él, probaron este vino otros tres colegas de profesión como son Tiago Amores (Asador Olivi), Lucía Marcilla (Arzak) y Martín Flea (Ibai).

Caneja presentó la botella incidiendo en la propia uva, una tempranillo blanco de un viñedo con ocho años de antigüedad. Sorprendido por su frescura, Tiago Amores se pregunta por la altitud de estos viñedos, y que es de 442 metros en las faldas de la Sierra de Cantabria. Lucía Marcilla, además de destacar también su frescura, se refiere a las notas tostadas y al trabajo con las lías que se realiza a la hora de elaborar este vino. No en vano, reposa sobre lías durante seis meses, antes de su crianza tradicional sobre barricas de roble francés durante doce meses. Después, se guarda doce meses más en botella hasta su comercialización.

¿Con qué lo maridaríamos? Para Caneja, la acidez de este vino es clave a la hora de determinar qué platos pueden ser sus acompañantes ideales. Tiago Amores apuesta por un pescado a la brasa o unas kokotxas, mientras que Martín Flea elige el marisco.