Fernández de Piérola Tempranillo Blanco: un vino para disfrutar

El Tempranillo Blanco de Fernández de Piérola se presentó en la cata del Restaurante Narru con una añada joven, de 2022, pero salió triunfador porque convenció a los sumilleres Javier Caneja (Narru), Martín Flea (Ibai), Lucía Marcilla (Arzak) y Tiago Amores (Asador Olivi).

Fue Caneja quien presentó el vino, contando que su uva fue encontrada en 1988 en un pequeño pueblo de La Rioja, Murillo de Río Leza, tras una mutación espontánea de una cepa de tempranillo rojo. A partir de ahí, «no se le da mucha crianza en madera», sino que se realza más «la expresión de la fruta», explica el sumiller de Narru.

Y todos coinciden con esa fruta, que destaca tanto en nariz. Flea nota la pera y los frutos tropicales, mientras que Marcilla se fija en la piña y Amores habla de fruta de la pasión. «Es una nariz divertida», resume Flea, quien también pone el foco en que «contiene menos azúcares que cualquier verdejo y eso es algo que está de moda». El propio Flea incide a su vez en esa tendencia que hay de buscar viñedos con mayor altura para una mayor frescura y una menor graduación alcohólica. Al respecto, Amores señala que «es un vino muy rico», perfecto «para un mercado general porque va bien con todo».

El sumiller de Olivi cree que va a la perfección con «ensaladas y pastas», Caneja lo ve idóneo para los pintxos y Flea lo maridaría con «antxoas a la brasa». Un vino «para disfrutar», como señala Lucía Marcilla; «muy bueno» para Martín Flea y «todo un descubrimiento» para Tiago Amores.