Bittor Sanchez | Ganadero de Aia

«Seguimos vendiendo la leche a pérdidas y también la carne»

Este ganadero denuncia que no se cumple la Ley de la Cadena Alimentaria y «no se está controlando pese a que hay un compromiso de hacerlo»

Pilar Aranguren

San sebastián

Lunes, 26 de febrero 2024, 06:32

Nunca ha sido fácil sacar adelante una explotación ganadera pero en estos momentos se ha convertido en una lucha titánica para aquellos que todavía resisten. ... Bittor Sanchez Lokate tiene un rebaño de 300 ovejas en el barrio Olaskoegia de Aia, «donde hace 25 años había siete explotaciones y en estos momentos tan solo estamos dos», se lamenta.

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Es un reflejo de las dificultades que entraña sacar adelante cualquier explotación, y en su caso, de ganado, donde el principal problema, relata, es que «seguimos trabajando a pérdidas», una realidad que no se ha subsanado, explica, pese a la Ley de la Cadena Alimentaria, modificada en 2020 precisamente para que no se produjeran ventas por debajo de los costes.

Bittor, que lleva quince años con su explotación ganadera, explica que hace dos años tuvo lugar un foro de oveja latxa en Euskadi, que reunió a sindicatos, industria y administración y se creó un observatorio –'Behatokia'– en el que se fijó que el litro de la leche se tenía que pagar a 1,62 euros para que fuera rentable. «Una cantidad –remarca– que no se ha llegado a abonar nunca». De hecho, apunta que la del mes pasado la pagaron a 1,35 euros, aunque explica que el precio oscila en proporción a las proteínas y a la materia grasa de cada partida de leche.

Agilizar las ayudas

«El agroturismo me salva, pero el año pasado no percibí una ayuda de la Diputación porque cambiaron de criterio»

Un precio por debajo de costes del que tampoco se libra la carne de cordero, que les abonan a cuatro euros el kilo. «Un precio a todas luces insuficiente», remarca.

Y los costes, recuerda, se han disparado mucho en estos dos últimos años por la guerra de Ucrania y la alta inflación. Pero incide en que «la ley no se cumple y no hay ningún control». A ello se añade la competencia de carne que viene de fuera y cuyo coste de producción es más reducido.

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Dicho esto la pregunta parece evidente. ¿Cómo se sobrevive a esta situación? «En nuestro caso nos salva el agroturismo», relata. Una actividad que gestiona junto son su mujer y la ayuda de sus hijos. Pero, indica que el año pasado tuvo un accidente con el tractor y la avería fue muy seria. «Para costearla contábamos con la ayuda que recibimos por las dificultades que entraña gestionar un terreno con cuestas. Ese dinero lo solemos recibir en diciembre y con ello quería pagar la avería. Pero la Diputación ha cambiado de criterio y ahora cuenta el agroturismo como una actividad externa, como si trabajaras fuera de casa, cuando para tener el agroturismo tienes que tener una actividad agraria, con lo que no tiene ningún sentido». Aclara que es una ayuda europea que gestiona la Diputación.

Simplificar los trámites

Otro de los problemas del sector es el tiempo que les lleva cumplimentar todas las exigencias. «Es una tarea casi diaria. Tienes que anotarlo todo: las recetas de los antibióticos, a qué animal le das, cuándo, si se te muere una oveja hay que darle de baja; cuando compras piensos hay que registrar los lotes, de dónde viene...; también los análisis de la leche...». Todo un sin fin de registros que añaden horas de trabajo a una jornada de por sí muy larga. «Aquí se trabaja todos los días de la semana».

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Todo ello explica que no haya relevo generacional. «¿Qué joven va a querer trabajar en estas condiciones? Además de no trabajar a pérdidas, defiende que las ayudas tienen que llegar a tiempo.

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