«Lo mejor de Euskadi es la tarta de queso»
Decenas de japoneses se interesan por la gastronomía, la cultura y el deporte vascos en el arranque de la 'Basque Week' de Tokio
Diez mil kilómetros de distancia separan Euskadi de Japón, una distancia que la magia de una simple tarta de queso (en realidad, esa que nació en el donostiarra bar La Viña) reducen a cero en un instante. Es la famosa Basque Cheese Cake o, como le llaman los jóvenes nipones, la 'Baschi', absolutamente de moda en el país del sol naciente. Take Kubo, como era de prever, y la propia San Sebastián y sus pintxos completan el principal imaginario colectivo de Euskadi en el país del sushi.
Esa es la impresión que queda tras conversar con varios de los muchos visitantes que ayer se acercaron a la jornada inaugural de la 'Basque Week', un evento que forma parte del Año Euskadi-Japón (que estos días ocupa al lehendakari, Iñigo Urkullu, y a parte de su Gobierno, de viaje oficial en el país) y que, en pleno corazón de Tokio, muestra todos los 'encantos' del País Vasco.
Aizkolaris, harrijasotzailes, txalaparta y mucha, mucha comida, que, visto lo visto, resulta la gran embajadora de Euskadi al otro lado del mundo. Lo pudo comprobar en persona el afamado cocinero Fede Pacha, quien ya antes de empezar su taller de gildas (elaboradas «con producto comprado en Tokio») veía cómo los japoneses se interesaban con pasión por nuestra gastronomía.
Era el preámbulo de la cita más esperada, la de la elaboración de la famosísima 'Baschi', que llegaría poco después. Horas antes, y para satisfacer la demanda prevista, las cocinas del hotel Prince Gallery echaban humo en la preparación de las tartas que se degustarían después en el Global Ring Theatre del parque West Gate, en el distrito de Toshima.
Euskadi atrae la mirada de los japonesesVer 7 fotos
Por allí paseaban sonrientes los consejeros de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, y el de Comercio, Turismo y Consumo, Javier Hurtado, quienes junto a Marian Elorza, secretaria general de la Unión Europea y Acción Exterior, se felicitaban del buen estreno de la 'Basque Week'.
Eriko, una simpática japonesa que atendía el stand dedicado al turismo, explicaba que, junto a la gastronomía «lo que más pregunta el público es por San Sebastián».»La gastronomía es locura, y los visitantes quieren saber cómo viajar hasta Euskadi, algunos no tienen claro dónde está, pero sí que se come bien», añadía sonriente.
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A punto estuvo de disputarse un simpático derby, y es que, sin saberlo ninguno de los dos, Nobuyuki Ohara, un empleado de una gran compañía logistica japonesa, paseaba con su camiseta de Athletic puesta, a escasos metros de Borja Simancas, un ingeniero donostiarra de vacaciones en la capital japonesa que había aprovechado sus últimas horas en Tokio (antes de regresar a Beijing, donde trabaja para Fagor Automation), enfundado en su camiseta de la Real Sociedad (y con el nombre de Xabi Prieto a la espalda), para respirar un poquito de 'casa'.
Ohara, amante del txakoli, confesaba a DV en un más que aceptable castellano (lleva estudiándolo 20 años) que quiere «viajar a Euskadi para ir a restaurantes de comida deliciosa y de pescado rico». Eso y, por supuesto, su predilección por la tarta de queso, «que es lo mejor de Euskadi».
Idéntico mensaje al de Suzuki, un visitante de la 'Basque Week' que trabaja en un obrador en el que, confiesa, «hacemos algo parecido a la 'Baschi' pero con otro nombre». «Es un postre muy rico que se ha puesto de moda gracias a que varias cadenas de tiendas de conveniencia, sobre todo una llamada Lawson, que tiene en Japón 15.000 establecimientos,apos taron por ella hace ahora tres años», añade.
Mei y Yu, dos jóvenes locales, se entretienen viendo a los levantadores de piedras, y confiesan que no conocen «nada de nada del País Vasco, sólo al jugador de fútbol Take Kubo», y que están allí por que les gusta el parque. Lo cierto es que el jugador txuri-urdin resulta un embajador a la altura de la famosa tarta, o más.
Totomo, una japonesa de mediana edad, se ha acercado al parque mientras hacía la compra con su carro, y pregunta si se puede pasear sola por San Sebastián. A la respuesta de «por supuesto», contesta con una risa nerviosa que «entonces, a lo mejor voy».
Tamao y Kimio, dos chicas jóvenes que se entretienen leyendo los diccionarios Japonés-Euskera que hay repartidos por allí, aseguran que les gustaría viajar a Euskadi, y se despiden con un divertido «Eskerrik Asko» que acaban de aprender, mientras se dirigen a la exhibición de txalaparta. La misma que espera con suma expectación Etsuko, una mujer que tampoco sabe demasiado de Euskadi pero que lleva en la mano un CD. Se trata del disco 'Sakanatik Arbaila Ttipira', de Jexux Artze, Pello de la Cruz, Mikel Artola e Iker Muguruza.
La sorpresa a esos 10.000 kilómetros llega de la mano de un hombre llamado Miyamoto, cuya hija vive en Azpeitia. «He venido a la 'Basque Week' para recoger información del País Vasco, ya que me voy en enero de 2024 a ver allí a mi hija», explica emocionado.
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