Incertidumbre en las empresas y precios estables para el consumidor
Expertos de Gipuzkoa prevén que en 2025 perdure un crecimiento ralentizado, pero también un coste de la vida más controlado que pueda dar un respiro a los consumidores e hipotecados
En un territorio con tanto peso de la industria, las empresas son el principal termómetro de la salud económica de Gipuzkoa. Y el diagnóstico de dos referentes en la materia como Jabier Larrañaga, responsable de Empresas de Kutxabank y exdiputado foral de Promoción Económica, y Patxi Sasigain, responsable de Competitividad de Adegi, coincide en que 2025 acentuará todavía más las incertidumbres. Y en que la economía seguirá en una senda de ralentización debido a la influencia de la crisis industrial de Alemania y Francia, y el posible impacto de la política arancelaria del nuevo presidente de EE UU, Donald Trump. «Los indicadores empresariales apuntan a un año de crecimiento, si bien la empresa vasca afronta retos de crecimiento y consolidación en un contexto europeo y mundial marcado por un escenario de incertidumbre pronunciado en los últimos meses», cree Larrañaga.
El responsable de Empresas de la entidad de las 'kutxas' prevé, en este contexto, que «2025 volverá a poner a prueba la capacidad de nuestro tejido empresarial para afrontar desafíos». Su receta es clara y pasa por «seguir apostando por una industria avanzada a la vez que incorporamos servicios de alto valor añadido a nuestra economía».
2,1%
es la previsión de crecimiento del PIB vasco en 2025, mientras que el cierre de 2024 se fija en un alza del 1,9%, menor que el pronosticado para España.
Desde la asociación de empresarios Adegi, la visión que tienen de cara al nuevo año es de «preocupación. En base a los diversos datos estadísticos es un ejercicio que se afronta con una mayor debilidad que este 2024 que ahora termina, principalmente por un menor crecimiento industrial», explica Patxi Sasigain.
Los socios comerciales más importantes de Gipuzkoa, Francia, Alemania, Reino Unido o Italia «no están en su mejor momento ni político ni económico, a lo que se unen los conocidos problemas del sector de automoción y la incertidumbre en el escenario internacional con las medidas económicas que pueda adoptar la administración americana y las contramedidas que pueda tomar China». Pese a ello, el portavoz de Adegi no quiere más alarmas de las necesarias. «Venimos de un año 2024 que se puede decir que ha sido bueno y, aunque con un menor dinamismo, en 2025 el PIB y el empleo mantendrán tasas positivas en Euskadi y España».
Las exportaciones, que en 2024 han pasado por dificultades, seguirán lastradas en los próximos doce meses, prevé Sasigain. «No parece que el escenario global que se dibuja sea el de una mejora del entorno comercial. En 2024, que globalmente se puede describir como un buen año económico, el nivel de exportaciones de Gipuzkoa apenas se ha mantenido», enumera. Por todo ello, las previsiones de los principales 'partners' comerciales de Gipuzkoa, con «las amenazas de cambios en la política económica de EE UU y China, no auguran una mejoría de las exportaciones».
El escenario global y la crisis de la automoción auguran dificultades para mejorar las exportaciones del territorio guipuzcoano
Por su parte, Larrañaga coincide en que «es previsible» que la situación de Alemania o Francia «afecte al crecimiento de algunas de nuestras empresas en función del sector de actividad». Y sobre la irrupción de Trump, reconoce que «la dependencia de la UE al mercado de exportación estadounidense nos hace vulnerables». Pero el director de Empresas de Kutxabank se aferra al «Informe Draghi y a su apuesta por una economía más avanzada. Nuestras empresas deben jugar un papel activo en esa llamada a una Europa más competitiva, logrando mejoras de productividad a través de la innovación y una profunda descarbonización sin perder competitividad industrial». Todo un reto para el nuevo año.
Energía
Estabilidad en el precio del petróleo y la luz, y previsión de subida del gas natural
La macroeconomía no es la ciencia que más atrae al ciudadano de a pie, más preocupado por el día a día y cuestiones como, por ejemplo, el precio de la luz o la gasolina. Pero estas cuestiones cotidianas dependen también de la compleja estructura global, como explica el donostiarra Iván Martén, presidente del Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra), consejero de Repsol y una auténtica referencia en cuestiones energéticas. Martén, de hecho, es capaz de responder con síntesis a las preguntas que se hace el consumidor para el nuevo año. «En resumen, espero una estabilidad para los precios del petróleo, unos precios más altos para el gas en Europa y unos precios estables o ligeramente superiores para la electricidad en España».
No son, a priori, malas noticias para la gente, pero Martén explica las dinámicas para entender la evolución de estas fuentes de energía. «El precio del petróleo se mantendrá estable en una media anual de 75 dólares, con alta volatilidad estacional, en línea con los precios de 2023 y 2024. Ello es debido a que por un lado se espera un nivel de oferta y de demanda similar, y por otro que, tanto a los países productores como a los consumidores, les interesa esa estabilidad de precio».
«Gasolina y diésel dependerán de la demanda de movilidad y los impuestos del Gobierno»
Iván Martén
Orkestra
En cuanto a los precios concretos de la gasolina y el diésel, explica que «estos siguen una dinámica distinta, ya que dependen de factores adicionales (capacidad de refino, demanda de movilidad…)», y también del peso de los impuestos en el precio de estos productos por la política fiscal del Gobierno central, que pretende subir este próximo año la fiscalidad del diésel para equipararlo a la gasolina.
En el caso del gas natural en Europa, 2024 termina con unos niveles de inventarios por debajo de los del año pasado, incluso inferiores a la media de los últimos nueve años, al haber tenido un invierno más frío de lo habitual y a periodos prolongados en el norte de Europa con cielos cubiertos y vientos muy débiles, que limitan la generación solar y eólica.
Otro de los elementos que influirá al alza en el precio será el cierre a partir de enero del gasoducto que importa gas a Europa desde Rusia atravesando Ucrania. «Todo ello hará que los precios en Europa sean sustancialmente más altos que en Estados Unidos (hasta 4 veces más), con lo que ello representa para la menor competitividad de la industria europea», explica.
Por último, el precio de la electricidad se verá afectado por el aumento del precio del gas dada su condición de fuente de generación marginal. Sin embargo, confía en que el precio medio de la electricidad en 2025 sea similar al de 2024 gracias al mayor aporte de la generación nuclear en Francia, un mejor año eólico y una mayor contribución de la generación hidroeléctrica.
Consumo
La marca blanca animará el consumo con la inflación estable
Si algo preocupa al ciudadano medio cuando abre las páginas de economía es la inflación y los precios de la cesta de la compra. Y las dos principales distribuidoras vascas, Eroski y Uvesco, prevén que se estabilice la inflación en el entorno del 2%, objetivo del Banco Central Europeo, aunque se esforzarán en promover ofertas en los supermercados y reforzar la marca blanca para evitar subidas que compliquen a las familias, sobre todo con la reciente eliminación por el Gobierno central de la rebaja del IVA a los alimentos.
Desde Eroski señalan que «se anticipa un crecimiento del PIB y del consumo y una inflación estable del 2% en alimentación». Sin embargo, «los consumidores continuarán ajustando sus decisiones de compra, priorizando el equilibrio entre precio, calidad y conveniencia». En parecidos términos, Miguel Ángel Zamorano, director de Gestión de Tiendas y Marketing de BM, una de las dos enseñas de Uvesco junto a Super Amara, señala que «las previsiones parecen indicar que la inflación seguirá estable, pero el contexto de incertidumbre hace que debamos estar muy atentos», lo que lleva a marcas como la suya a promociones, sobre todo en productos frescos, para «mitigar el impacto de las subidas de precio». La carestía del coste de la vida sufrida en los últimos años sí ha provocado un incremento en el consumo de la marca de distribuidor, o blanca, que ha llevado a BM a reforzar este aspecto.
2,4%
es el último dato del IPC de España, correspondiente al mes de noviembre.
Respecto a la evolución del consumo en Gipuzkoa, Zamorano (BM) vaticina «un cierto repunte pero somos prudentes de cara a 2025 y seguiremos atentos a los cambios y necesidades del entorno para adaptarlos a las demandas de nuestros clientes». Eroski, tras un 2024 más complejo que 2023 en términos de consumo, prevé que los consumidores «tiendan a acudir más veces al comercio para controlar mejor lo que compran, pero que adquieran cestas más pequeñas, y con menos producto fresco (carne y pescado, sobre todo). Igualmente, la marca de distribuidor continúa ganando cuota frente a la de fabricante», señalan desde la enseña de Grupo Mondragon.
Empleo
El reto de mantener la alta afiliación con empleos de más calidad
Los continuos temores e incertidumbres que acechan a nuestra economía parecen no casar bien con unos datos de empleo que encadenan récords en Gipuzkoa y Euskadi y apuntalan la solidez económica de España. Sin embargo, conviene estar atentos y leer la letra pequeña. El eibartarra Julen Bollain, economista y profesor de la Universidad de Mondragon, interpreta esta ecuación. «Es posible que los niveles de afiliación sigan siendo altos, pero su sostenibilidad dependerá de la evolución económica global y de la capacidad de Euskadi para generar empleo de calidad. La creación de puestos de trabajo puede mantenerse gracias a sectores como las renovables, la digitalización y los servicios avanzados. Sin embargo, si la actividad industrial se ralentiza o las tensiones económicas globales aumentan, podría haber un ligero retroceso».
No son pocos quienes alertan de que hay mucho trabajo pero que debe mejorar su calidad. Bollain tira por ahí. «Aunque la afiliación es alta, una parte del empleo creado está marcado por la temporalidad y la precariedad. La estabilidad en el empleo sigue siendo un desafío, especialmente en ciertos sectores como el comercio o la hostelería». Potenciar la contratación indefinida es clave, a su juicio.
«Euskadi tiene margen para mejorar las condiciones laborales»
Julen Bollain
Economista
Y como muchos economistas vascos, el profesor de Mondragon también vaticina que «el sector Servicios continúe creciendo, pero Euskadi debe evitar que sea a costa del sector industrial, que sigue siendo esencial para la competitividad y el empleo de calidad». Innovación y conectar ambos sectores sería su receta para lograr ese equilibrio.
Tipos de interés e hipotecas
Los tipos de interés y el euríbor seguirán en una tendencia bajista
El sector de la banca es el más indicado para atisbar las perspectivas del año nuevo, sobre todo en lo concerniente a los tipos de interés y el euríbor. Mikel Urkola, director regional en Gipuzkoa de Banco Sabadell, cree que la inflación general está ya controlada «cerca de los rangos objetivos marcados por los bancos centrales, por lo que ha dejado de ser la variable principal a monitorizar». En este sentido, Urkola vaticina que «la debilidad de los países core de Europa y un control más firme de la inflación en la Eurozona incentivan una senda optimista de bajadas prevista para 2025. Las bajadas de tipos de interés continuarán en 2025 con la vista puesta en el crecimiento económico».
Y en paralelo, el euríbor, el índice al que se referencian las hipotecas a tipo variable y mixto, «seguirá con tendencia bajista mientras la inflación se mantenga en los límites marcados por los bancos centrales, más aún con la preocupación existente sobre la economía». El responsable de Sabadell prevé que el euríbor se pueda situar en 2025 en unos «tipos normalizados del entorno del 2%».
«Se prevé repetir las cifras de compraventa de viviendas de este año en Gipuzkoa»
Mikel Urkola
Banco Sabadell
Ello podría animar el mercado inmobiliario guipuzcoano. «La bajada de tipos de interés y el crecimiento económico de nuestra zona impulsará la compra. Por el contrario, la escasez de vivienda junto con el encarecimiento de su precio actuarán de freno», augura Urkola. Y sobre el sector bancario, considera que seguirá con buena salud pese al impuesto del Gobierno central, por su «mejora de actividad y eficiencia».
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