Profesiones de difícil cobertura | Estibadores
«Estibador es un oficio poco conocido pero se paga bien»Las empresas buscan gente para carga y descarga y destacan las nuevas posibilidades de titulación existentesSerie de reportajes de DV con el foco en los sectores que no encuentran profesionales
El Puerto de Pasaia es en la práctica la 'empresa más grande de Gipuzkoa' con un tráfico anual de 3,5 millones de toneladas. Una 'fábrica' también de empleo en la que una de las profesiones más icónicas, y también demandadas, son los estibadores, quienes realizan las cargas y descargas de los barcos. «Se trata de un trabajo no muy conocido pero en el que se necesita gente y que está bien pagado», señalan desde el Centro de Empleo Portuario (CEP), la entidad a la que están adscritos estos operarios y que es propiedad de los cuatro grandes operadores de la dársena pasaitarra (Algeposa, Toro y Betolaza, Sobrinos de Manuel Cámara y UECC).
La necesidad de obtener una titulación específica para desempeñar este oficio, y la dificultad para encontrar centros de formación, se ha convertido en un problema para consumar el relevo generacional de esta profesión, pero en el caso de Pasaia se presenta una oportunidad con el Instituto Marino Blas de Lezo, que ofrece cursos de 450 horas teóricas y 450 prácticas en las propias empresas del Puerto guipuzcoano y que ha graduado a cuarenta nuevos titulados en estiba en los últimos dos años. Entre ellos, además, se encuentran cinco mujeres, en un sector bastante masculinizado. Históricamente la estiba era un trabajo poco cualificado en el que trabaja cualquiera pero desde 2017 se exige una capacitación, que en el caso de los operarios antiguos se ha convalidado con más de cien jornadas trabajadas antes de 2017 o a través de distintas titulaciones en formación profesional existentes antes de esa fecha.
Picos de trabajo
A día de hoy, en Pasaia trabajan fijos 77 estibadores, más otros sesenta eventuales que las empresas van contratando en función de las necesidades a través de empresas de trabajo temporal. En picos de mucho trabajo, por ejemplo si atracan en los muelles pasaitarras varios barcos y uno de los cocheros gigantes, pueden hacer falta unos 160 estibadores, y aquí empiezan los problemas de falta de personal, señalan desde el CEP, que se marca el reto de hacer crecer a través de los cursos la bolsa de trabajo. «Es importante que la gente sepa que hay que hacer estos cursos. Luego hay trabajo y se paga bien», resaltan.
Las cifras del sector en gipuzkoa
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160 Estibadores en Pasaia: 77 son fijos y unos sesenta eventuales que vienen de las bolsas de trabajo y ETTs.
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7 Horas diarias: Esta es la jornada de los estibadores de la dársena pasaitarra, en dos turnos.
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2.000 Euros: Un estibador puede cobrar por encima de esta cantidad al mes, e incluso incrementarla con más horas.
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40 Titulados: por el Instituto Marino Blas de Lezo en los últimos dos años para trabajar en el Puerto de Pasaia.
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12% Mujeres tasa aproximada de personas de género femenino que trabajan como estibadoras.
Uno de los estibadores fijos del Puerto de Pasaia es el sanjuandarra de 34 años Xabier Aginaga, que representa un perfil muy habitual en Pasaia. El del joven que 'hereda' la tradición familiar, ya que su padre también trabajó en los muelles. «Me gusta este trabajo porque estás al aire libre y cada día haces cosas diferentes. Desde cargar o descargar con grúas hasta conducir coches para bajarlos o subirlos en los cocheros». También mueven mercancía como perfiles, bobinas, pasta... Aginaga confirma que está bien remunerado, que el sueldo puede engordarse con fines de semana y pluses, y además «nos llevamos bien entre los compañeros».
El trabajo, además, ha cambiado y nada tiene que ver con la imagen ruda que muchos imaginan. La carga y descarga se realiza cada vez con grúas y maquinaria más moderna y segura, con mayor tecnología, y aunque sigue el componente físico, lo habitual no es llevar pesos a mano, las máquinas ayudan mucho, «salvo los aparejos de las grúas, que pesan bastante cuando hay que engancharlos», precisa Aginaga.
Disponibilidad
Eso sí, el trabajo de estibador obliga a tener cierta disponibilidad ya que muchas veces las llegadas de los barcos son imprevisibles, en función de las condiciones de la mar y los temporales, o de si el buque tarda más o menos en entrar por la estrecha bocana de Pasaia. «Un día no hay barcos y de repente aparecen ocho. Unos días estás de mañanas, otros de tardes», explica este estibador, que lleva ya tres años fijo tras varios más como eventual.
Los cuatro grandes operadores trasladan cada día sus necesidades ('nombramientos' se llaman) al CEP, que pone a su disposición las 'manos' requeridas en dos turnos de siete horas. Cuando hay que realizar muchas cargas y descargas es cuando más apurado de personal anda el puerto, un fenómeno que se repite en todas las dársenas de España y para el que los sindicatos reclaman menos eventualidad como solución.
La seguridad es otro aspecto clave. «Al final te mueves entre mercancías de gran peso y tonelaje que van por el aire, por lo que es importante que esté todo bien controlado para evitar accidentes», remata Aginaga.
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