El ERE de Cementos Rezola afecta a 56 trabajadores, más de la mitad de la plantilla
Plantea 15 prejubilaciones y 41 recolocaciones, de las que 30 serán internas y 11 externas, al cerrar el horno donde se produce el clínker, lo que supone dos tercios de la actividad
Martes, 18 de junio 2024, 16:23
El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha presentado el grupo alemán Heildelberg Materials para la planta de Cementos Rezola de Añorga afectará a ... un total de 56 trabajadores, lo que supone algo más de la mitad de la plantilla, ya que en la cementera donostiarra trabajan 102 personas.
Publicidad
Así lo trasladó este martes por la tarde el grupo alemán en la primera reunión del periodo de consultas del ERE con el comité de empresa. Una medida que la compañía anunció el lunes de la semana pasada y que conllevará el cierre del horno donde se produce el clínker, el primer proceso del cemento y el más contaminante, y que conllevará el cese de dos tercios de la actividad de la planta de Añorga. Heidelberg Materials explicó la semana pasada que la producción de clínker es la fase en «la que se genera el 100% de las emisiones de CO2 (carbono) de una fábrica de cemento».
El grupo alemán se ha comprometido a implementar un plan de prejubilaciones para 15 personas. Para las otras 41, la empresa propone un programa de recolocación interna para 30 trabajadores y una recolocación externa para los 11 restantes. Para todas las personas afectadas a las que no les interesen las opciones de reubicación interna, la compañía ofrecerá soluciones de recolocaciones externas para no dejar a nadie sin solución de continuidad laboral.
Heidelberg Materials señala que la paralización del horno de clínker supondrá reducir de manera inmediata en casi un 50% las emisiones de CO2 de la empresa y permitirá cumplir el objetivo asignado por la UE de reducción de las emisiones de CO2 del 62% para el 2030 respecto a las emisiones del 2005, siendo además la única manera de conseguirlo.
Publicidad
La empresa confirma que seguirá produciendo cemento en Añorga con el clínker que a partir de ahora se producirá exclusivamente en la fábrica «más eficiente» de Arrigorriaga y que con esta decisión la empresa «optimizará sus recursos mineros, asegurando más de 80 años futuros de actividad», lo que le permitirá abordar inversiones de 32 millones de euros en el periodo 2024-2026 destinadas a la descarbonización de ambas fábricas.
La mitad de estas inversiones será para Añorga para transformarla en una fábrica especializada en cementos sostenibles y en un centro de excelencia e innovación en soluciones constructivas con baja huella de carbono.
Publicidad
El comité rechaza el ERE
Una justificación que no convence a los representantes de los trabajadores -el comité de empresa está compuesto por cinco representantes de LAB y cuatro de ELA-, quienes consideran que «se trata de una excusa para llevarse la producción a la planta vizcaína».
El comité de empresa se ha mostrado contrario a este planteamiento y ha pedido a la empresa que «paralice y retire el ERE», ya que entiende que el objetivo de la empresa «no es iniciar un proceso de descarbonización, sino que pretende trasladar el trabajo de Añorga a otros centros».
Publicidad
Además, considera que «no hay garantías de que el proceso se lleve a cabo con transparencia. Hasta la mesa de hoy -por ayer-, la información que ha recibido la plantilla ha sido de forma interesada a través de los medios de comunicación», lamentan los representantes de los trabajadores.
El comité de empresa apunta que «está de acuerdo en realizar un proceso de descarbonización real, siempre que sea real y consensuada con la plantilla y sin destrucción de puestos de trabajo». Pero añade que «la empresa tiene grandes beneficios que se pueden utilizar para acondicionar el centro de trabajo. El comité no aceptará que se utilice esta excusa para destruir puestos de trabajo», remarca.
Publicidad
La fábrica de Cementos Rezola es todo un referente en el barrio donostiarra de Añorga y en todo su entorno. La factoría, que se puso en marcha en 1850, tiene un gran impacto en la zona más allá de la propia actividad productiva, ya que cuenta con un museo permanente y patrocina también diversas iniciativas deportivas además de ser un promotor cultural. De sus hornos ha salido el cemento que ha dado vida a las obras más representativas del último siglo de Euskadi como el Kursaal, el Palacio Euskalduna, el Metro de Bilbao, el Museo Guggenheim o la Torre Iberdrola.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión