Sin madrugones ni prisas para acudir al banco
Diferentes sucursales bancarias en Gipuzkoa amplían sus horarios para mejorar la atención presencial a la gente mayor
Avenida de la Libertad. El reloj marcaba las 11.30 horas de la mañana y decenas de mayores se acercaban ayer a las sucursales del Banco Santander y Abanca situadas en la céntrica avenida donostiarra para ser atendidos en caja después de que estas entidades hayan ampliado el horario tras la polémica campaña 'Soy mayor, no idiota', lanzada por un jubilado que exigía un trato más humano por parte de los bancos.
Uno de ellos era Antonio De Miguel, que acudía a una de las sucursales bancarias situadas en la Avenida de la Libertad sabedor del nuevo horario de atención presencial del que ya disponen los jubilados. «Siempre he preferido la atención en oficina y es de agradecer que hayan ampliado el horario. Antes solo podíamos venir de nueve a once de la mañana. Era un horario bastante limitado», resaltaba.
Santander comunicó el pasado miércoles que desde ayer mismo ampliaba en tres horas (hasta las 14.00) el horario de caja, que comienza a las 08.30. El BBVA aplicará este mismo horario desde hoy. Abanca, por su parte, ya extendió la atención en ventanilla a los clientes mayores de 65 años hasta las 14.00 horas desde el pasado día 10.
«Antes solo disponíamos de dos horas para ir al banco. Era un horario muy limitado»
Antonio de Miguel. 73 años
Así las cosas, los más mayores disponen ahora de un horario mucho más amplio para acometer cualquier tipo de operación en ventanilla. Se trata de un movimiento que llega después de una negociación conjunta entre las entidades bancarias para acordar un marco de posibles medidas que les permitan mejorar su atención a los jubilados. Estas medidas pasan por un incremento en el horario de caja, atención preferente en las oficinas o números de teléfono exclusivos.
Beneficiados
A sus 93 años, Juan Aranburu considera que estos cambios le pillan «un poco tarde», aunque afirma que el nuevo horario de atención en oficina «es una buena idea», puesto que antes «tan solo disponíamos de dos horas» para acudir al banco. Este donostiarra, sin embargo, recurre a su hijo cuando tiene algún problema o necesita realizar una operación un poco más compleja o importante de lo habitual. «Llamo a mi hijo, me acompaña a la sucursal y de esta manera no tengo ningún contratiempo».
«El cambio de horario se agradece, pero a mi edad me pilla ya un poco tarde»
Juan Aranburu. 93 años
«Echamos en falta un trato humano más adecuado con las personas de nuestra edad. Parece que los mayores molestamos». Son las palabras de Pilar Tejería. Esta donostiarra de 76 años sostiene que el trato humano es «fundamental» tanto en un banco como en cualquier otro establecimiento. «Yo no tengo ningún problema con las nuevas tecnologías. Me apaño bastante bien, pero siempre he preferido tratar con una persona de tú a tú».
«El trato humano es fundamental. Parece que las personas mayores molestamos»
Pilar Tejería. 76 años
Desde una de estas entidades bancarias con las que ha podido hablar este periódico aseguran que «gracias a la ampliación del horario, las personas mayores disponen de más tiempo para acudir a nuestra sucursal. Antes, con tan solo dos horas, tenían que levantarse más bien pronto para llegar hasta aquí. Además, los distintos comercios también se acercaban de 9.00 a 11.00 horas. Ahora, con cinco horas de atención presencial, los mayores vienen más tranquilos y sin esa premura».