La innovación de Repsol pasa por Gipuzkoa
La apuesta por Cidetec abre grandes oportunidades de negocio
fernando segura
Lunes, 29 de agosto 2016, 06:37
El acuerdo entre Repsol y Cidetec, desvelado en la edición de papel de este periódico el pasado 11 de agosto, sin duda será una de las noticias económicas del año para Euskadi y, más en concreto, para Gipuzkoa. De momento ha pasado con sordina, por aquello de que agosto es un mes que todo lo amortigua, pero el alcance real del convenio se dará a conocer en todos sus detalles en septiembre y será entonces cuando encuentre el eco que se merece.
Repsol, como todas las multinacionales petroleras, está buscando diversificar su negocio. El modelo económico basado en la extracción de crudo no tiene sus días contados, como algunos anuncian. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el petróleo solo registrará una contracción de cinco puntos porcentuales en la matriz energética de 2040 respecto a 2013.
Ahora bien, esta previsión convive con el hecho de que se trata de una actividad condicionada por unas circunstancias geopolíticas complicadas. De hecho, el consejo de Repsol aprobó en enero realizar unas provisiones extra de 2.900 millones para cubrir el deterioro sufrido por algunos de sus activos a raíz de la crisis de precios. Estos fuertes saneamientos pasarán una abultada factura a los resultados del ejercicio pasado: Repsol anunció que su resultado neto de 2015 arrojará unos números rojos de 1.200 millones de euros. En el primer trimestre de 2016 la compañía alcanzó un beneficio de 572 millones de euros, frente a los 928 obtenidos el año anterior.
Apuesta por nuevos negocios
Esta volatilidad de los precios, unida a una cada vez mayor concienciación ciudadana en favor de las energías limpias, ha llevado a la compañía de la que es consejero delegado el guipuzcoano Josu Jon Imaz a acelerar su apuesta por nuevos negocios. De hecho, este empeño quedó patente en la intervención que realizó Imaz en abril en el Kursaal donostiarra, con motivo del XVII encuentro empresarial de Elkargi.
El consejero delegado de la petrolera señaló que «no hay sector o empresa que sepa exactamente cómo va a ser su modelo de negocio dentro de diez años. Para adaptarse a competir en nuevas realidades en constante transformación, un líder y un equipo empresarial tienen que ser generadores de innovación».
Pues bien, en este proceso de adaptación es donde se enmarca el acuerdo de Repsol con Cidetec. El objetivo es desarrollar un proyecto de acumulación de energía, vinculado con la movilidad sostenible, uno de los ocho sectores que más van a crecer en la dos o tres próximas décadas, como resaltó Imaz en la intervención del Kursaal.
De hecho, la compañía dispone de un laboratorio de electrificación del transporte y además, a través de su programa Spain 2017, trabaja en un sistema de propulsión avanzado, combinando un motor de combustión, un motor eléctrico y recuperación de energía térmica como solución integral para reducir la contaminación.
El centro tecnológico donostiarra encaja a la perfección en esta estrategia, porque dispone de una división dedicada exclusivamente a la energía en tres vertientes: baterías, pilas de combustible y materiales. La petrolera con este convenio potencia una línea que ya estableció con el EVE de impulsar el coche eléctrico.
Compiten los mejores
En la carrera por encontrar un hueco en este gigantesco negocio compiten los mejores. Algunos, como Tesla, pese a sus controvertidos comienzos, acaba de abrir parte de su Gigafactory junto a Panasonic para proveer de baterías a los coches fabricados en Freemont. Otras compañías punteras, como Appel o Google tambièn coquetean con el vehículo eléctrico.
El escenario estatal no es ajeno a esta partida. Endesa y Seat van a colaborar para dar una segunda vida a las baterías de este tipo de vehículos. El acuerdo incluye a la Universidad Politécnica y al Instituto de Estudio de la Energía de Cataluña, y al Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Universidad de Zaragoza).
Repsol quiere jugar en esta liga y Gipuzkoa va a formar parte de ella. Sin duda, una oportunidad de oro que puede aportar nuevas líneas de negocio y un impulso a Cidetec y probablemente a otros centros tecnológicos vascos de la Alianza IK-4, de la que forma parte.
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