Borrar
Las diez noticias clave de la jornada
Amaiur Sarriegi se despide de la Real en el último partido jugado en Zubieta. La donostiarra jugará en el Atlético de Madrid las dos próximas temporadas. ARIZMENDI

¿Por qué las plantillas femeninas cambian tanto?

Reportaje. La falta de contratos largos, factores deportivos y económicos, y un deseo constante de mejora de los clubes y las jugadoras son las principales causas

IRIS MORENO

Domingo, 6 de julio 2025, 02:00

Las terminales de salidas y llegadas de los aeropuertos multiplican sus pasajeros cada verano. Lo mismo ocurre en el deporte. En cualquier equipo, sin importar la modalidad, la época estival se convierte en temporada de despedidas y llegadas. Las plantillas cambian, algunas más que otras, pero por lo general los equipos femeninos siguen siendo los que más piezas del puzzle intercambian. ¿Por qué ocurre esto?

Sin una explicación concreta de por qué el número es más elevado que en los conjuntos masculinos, existen diferentes factores que siguen siendo determinantes. Las circunstancias de cada club hacen que las explicaciones varíen según la realidad de cada uno de ellos. Cuatro mujeres que ocupan puestos de responsabilidad –Garbiñe Etxeberria (Real Sociedad), Rocío Candal (Eibar), Carmen Muguruza (IDK Euskotren) y Tati Garmendia (Super Amara Bera Bera)– y de toma de decisiones en cuatro equipos de referencia en Gipuzkoa ofrecen su visión y explican cómo se trabaja teniendo en cuenta su experiencia.

Garbiñe Etxeberria, la responsable de fútbol femenino en la Real Sociedad, reconoce que «nunca me he puesto a pensar por qué hay tanta movilidad en el fútbol femenino. Siempre me lo han dicho desde fuera».

«Ahora las jugadoras llegan rápido a profesionales, quieren conocer mundo, otros lugares y otras ligas»

Garbiñe Etxebarria

Real Sociedad

La realidad es que nueve jugadoras de la plantilla del curso pasado no continuarán vistiendo la camiseta txuri-urdin lo que supone un verano intenso para la dirección deportiva para cubrir dichas bajas. A esas salidas y entradas se suma la del entrenador. Sale Sánchez Vera y llega Arturo Ruiz.

«Respecto al número de cambios en las plantillas, hay que tener en cuenta el momento que estamos viviendo: hay poca paciencia, siempre miramos al otro porque lo hace mejor, entendemos que fuera de aquí se puede estar mejor y no siempre es así evidentemente», reflexiona Etxeberria. «Tenemos esa forma de vivir todo rápido. A veces hace falta un poco más de paciencia. Hoy en día, las jugadoras de fútbol han llegado muy rápido a ser profesionales. Quieren conocer más mundo, más gente, otros clubes, otras ligas. Eso está bien, pero nosotras, en la Real, tenemos que conseguir que la jugadora de Gipuzkoa viva esta oportunidad en casa».

La apuesta de la Real para retener jugadoras pasa por convencerles de que están en un lugar en el que pueden crecer porque el club tiene medios que quizás en otros lugares no existen. «Lo que tenemos que conseguir es que la niña, la jugadora que empieza en la cantera, vaya quemando etapas, llegue mejor preparada al primer equipo y cuando suba disfrute con un poquito más de tiempo. Eso es lo que busco», apunta la responsable hernaniarra.

Para Etxeberria, la clave pasa por ahí, que las jugadoras de casa «sean conscientes de dónde están, lo bien cuidadas que están, los recursos que tienen y sobre todo, que la Real es un buen lugar para seguir creciendo y potenciando su recorrido de jugadora. Hasta hace poco no podíamos hablar de esto porque en la cantera no teníamos tantos equipos. Ahora estamos poniendo ahí el foco».

En la Real son conscientes de que a medida que el fútbol femenino se profesionaliza y los clubes invierten más en jugadoras puede haber movimientos más frecuentes entre equipos. En Zubieta lo tienen claro. «Es verdad que no fichamos jugadoras para mucho recorrido, o mucho tiempo. Esa es la realidad. El objetivo es que lleguen para mejorar esas posiciones en las quizás tenemos algún déficit. Fichamos lo que no tenemos en casa. La Real ya tiene su estatus en una liga exigente, tiene un recorrido y creo que somos un buen escaparate». La inversión en el fútbol femenino ha aumentado, permitiendo a los clubes ofrecer mejores condiciones a las jugadoras y mayor rotación en las plantillas.

En cuanto a la competencia a la hora de fichar con otros equipos es consciente de que «no me puedo comparar con un equipo como el Bera Bera que pelea por títulos. Yo no les puedo ofrecer que vayamos a ganar una liga o que vayamos a competir en Europa porque está carísimo, pero sí un buen escenario para crecer y estar lo mejor posible y ser un equipo que esté arriba».

«Revalorización»

El Eibar también dijo adiós a diez jugadoras una vez finalizado el curso. Rocío Candal es la nueva responsable de fútbol en la entidad armera. La nueva responsable admite que «en el deporte femenino en general, manejamos unos presupuestos muy alejados a los masculinos y eso provoca que los proyectos no puedan ser tan a largo plazo, y que los contratos de las jugadoras no puedan ser tan largos. Esa falta de recursos económicos en muchos casos es lo que implica que no se pueda trazar un proyecto más a largo plazo».

«Nuestros presupuestos están muy alejados de los masculinos y los proyectos no pueden ser tan a largo plazo»

Rocío Candal

Eibar

La coruñesa debuta en el club armero tras completar el equipo su mejor temporada desde que está en Primera. Esta circunstancia –ha acabado octavo por detrás de la Real– ha supuesto una revalorización de muchas jugadoras. «Es otro factor determinante, venimos de hacer la mejor temporada de la historia en Primera y cuando un equipo lo hace tan bien, las jugadoras tienen muchos pretendientes y es lógico y respetable que también ellas quieran salir a otros sitios u contextos donde puedan crecer en otros sentidos», subraya Candal.

Entre los retos que se ha encontrado en su llegada a Eibar figura el encontrar el equilibrio entre fichajes y cantera. Explica cómo «la mezcla de estos tres perfiles, de las experimentadas ya en el club, de las que vienen del fútbol base, de las que fichamos de fuera, es lo que genera la plantilla del año que viene. Y la verdad es que buscar ese equilibrio es súper enriquecedor, es un proceso muy interesante. El Eibar es un club que en los últimos años en la estructura femenina ha crecido un montón. Ese desarrollo general también crea que tanto las jugadoras como los clubes estén en constante búsqueda de una mejora porque hay mucha más competencia y competitividad en lo que es la liga en este caso».

Los cambios en los equipos femeninos pueden responder a una creciente profesionalización y búsqueda de mayor competencia, impulsada por la inversión y la expansión de la industria del fútbol femenino. «Cada vez más hay competencia, estamos viendo jugadoras súper jóvenes que se cambian de comunidad autónoma siendo menores de edad, que es una práctica que en fútbol masculino ya lleva muchos años establecida y que en el femenino empieza ahora a agitarse. Todo eso al final lo que consigue es que el fútbol femenino siga creciendo con esa diversidad».

«Factores económicos»

El caso del baloncesto es particular ya que la competición permite hacer cambios en las plantillas mientras se desarrolla la liga. Las jugadoras entran y salen. Así, el IDK Euskotren, inmerso en una mala dinámica tratando de darle la vuelta, realizó diferentes cambios durante la pasada temporada. De las diez jugadoras que terminaron el curso, solo continuarán tres.

«Si contratamos a una jugadora que brilla, tenemos muy difícil que siga con nosotras y recibe ofertas muy superiores»

Carmen Muguruza

IDK Euskotren

A la hora de explicar qué puede hacer que haya tantos cambios en los equipos femeninos, la presidenta del club, Carmen Muguruza, cita el factor económico y la duración de los contratos. «En general, los clubes no podemos ofrecer contratos económicamente suficientemente atractivos para que las jugadoras se comprometan. Excepto Valencia Basket, que puede apostar por contratos de tres o cuatro años y hace que las jugadoras se sientan cómodas en ese contexto, el resto no podemos».

Muguruza explica que si una jugadora tiene un contrato de dos años es fácil que cambie de aires el tercera año si recibe una oferta económica mejor porque «es la manera que tienen para ir subiendo escalones en sus salarios. Quieren garantizar parte de su futuro durante los años que son profesionales del baloncesto. Es lógico».

María Eraunzetamurgil, una de las referenes del IDK Euskotren. A. López

También cita los motivos deportivos. «Puede suceder que a una jugadora le haya ido muy bien en nuestro equipo, habiendo hecho nosotras una apuesta por ella cuando todavía no había triunfado o cuando su talento todavía estaba oculto, y que al triunfar obtenga una oferta de un club más atractivo, que va a jugar en la Euroliga».

Por lo general, las jugadoras de baloncesto están habituadas al constante cambio de destino. «Van ganando experiencias vitales. Es verdad que hay un perfil de jugadoras que eso no les gusta del todo y prefieren asentarse. En nuestro caso hay jugadoras de larga estancia en el club que son casos rarísimos en esta liga o jugadoras que han salido y han apostado por volver a casa como María Eraunzetamurgil o Lara González. Nosotras sí nos hemos conseguido esa fidelidad, por supuesto con jugadoras guipuzcoanas».

«Podemos ser un trampolín»

El caso del Super Amara Bera Bera es algo diferente. Es el equipo referente de la liga y uno de los destinos más apetecibles. Tati Garmendia, responsable deportiva del club, remarca que «somos un club de referencia, no solo por ganar títulos sino por una manera de hacer las cosas. Sinceramente las jugadoras saben que podemos ser un trampolín para mejores destinos en Europa. Hay un crecimiento real en lo deportivo, en lo físico, por cómo se trabaja aquí».

«Las jugadoras vienen al Bera Bera y saben que se van a preparar bien por si quieren dar un salto a una liga mejor»

Tati Garmendia

Super Amara Bera Bera

La fuga a competiciones europeas por sus mejores condiciones económicas ha sido un motivo de preocupación en la liga pero también se percibe una tendencia a que jugadoras con talento y proyección apuesten por jugar en el Bera Bera. «Saben que tienen que formarse y coger experiencia, y saben que aquí pueden hacerlo, pueden seguir creciendo. Las jugadoras saben que a veces un paso precipitado, puede hacer que la cosa no salga bien. Vienen al Bera Bera sabiendo que van a trabajar bien y que van a estar preparadas para dar el salto el día que quieran».

Dos jugadoras del Super Amara Bera Bera, con maletas. Royo

Mantener el bloque de un año a otro se ha convertido en algo esencial. El Super Amara Bera Bera lo consigue en las últimas temporadas. «Nuestra manera de hacer las cosas supone que las jugadoras se quieran quedar más tiempo. Aquí están bien, están seguras y muchas veces dar ese salto a lo desconocido da miedo porque no saben cómo van a estar en ese nuevo destino. Eso nos beneficia. Empezar a competir con un buen número de jugadoras que han optado por quedarse es un gran triunfo. Nuestro éxito muchas veces no es que fichemos bien, que también, sino que creo que el gran triunfo también es poder mantener gran parte de ese bloque».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco ¿Por qué las plantillas femeninas cambian tanto?

¿Por qué las plantillas femeninas cambian tanto?