Amistad y pasión sobre dos ruedas
Los oarsoarras Iban González y Ángel Portugal llevan cuatro años enseñando a los más pequeños a competir en un deporte poco común, el 'scooter freestyle'
Maider Artola
San Sebastián
Miércoles, 3 de julio 2024, 02:00
Fundado en 2020, OMK Indoor se ha consolidado como un referente del 'scooter freestyle' en Lezo. Este club guipuzcoano ofrece a niños, jóvenes y entusiastas del 'scooter freestyle' un lugar donde poder mostrar sus habilidades y mejorar. en el futuro. No sólo proporciona instalaciones de primer nivel equipadas para una práctica segura, sino que, a su vez, también organiza eventos y clases que ayudan a los 'riders' a perfeccionar sus trucos. A lo largo de sus cuatro años de existencia ha visto crecer a muchos de sus miembros, quienes han alcanzado niveles de competición destacados, llevando el nombre del club a diferentes rincones de la modalidad 'scooter freestyle'. Son tres los que, en la actualidad, compiten a nivel autonómico, nacional e incluso internacional.
El errenteriarra Álex González, de diecisiete años, comenzó a patinar cuando tenía siete. Si llegar a la mayoría de edad ya ha sido campeón de España en categoría absoluta en tres ocasiones y séptimo en la clasificación mundial en 2023. «Antes de comenzar en este deporte practiqué skate, pero comencé a ver a los chavales con 'scooters' en el skatepark y me animé», recuerda.
El lezoarra Harriet Portugal tiene quince años y lleva encima del patinete desde los cinco. Toda una vida, como quien dice. Ha quedado cuatro veces consecutivas subcampeón de España absoluto. «Al lado del colegio había un skatepark. Veía como patinaban los chicos y me gustó», recuerda. En cambio el hendaiarra Alesander Uranga, de catorce años, lleva únicamente tres practicando este deporte. Es un novato en la modalidad, pero este año ha disputado su segundo campeonato de España junior, logrando la medalla de oro y el título. «Mi afición vino después de ver un día un vídeo en YouTube de una persona patinando. Me gustó y me apunté», dice.
El OMK Indoor se fundó de la mano de Iban González y Ángel Portugal, padres de Álex y Harriet, para que sus hijos pudiesen crecer y competir en este deporte. Antes de crearlo, cada uno tenía el suyo. «Ángel trabajaba con el Ayuntamiento de Errenteria y nosotros con el de Oiartzun. Quisimos coger una nave que estuviese por la zona y escogimos Lezo. El técnico de Deportes del Ayuntamiento es el que más se involucró con el tema. Nos ha ayudado mucho y, a día de hoy, todavía nos sigue asesorando», recalca Iban.
Antes de fundarse este pabellón tenían que entrenar fuera del territorio o incluso en los frontones de los pueblos de la comarca de Oarsoaldea. «No teníamos mucho material. Nos metíamos en el frontón de Lezo con unas rampas pequeñas y entrenábamos de aquella manera», manifiesta Iban. En el caso de Errenteria, ni siquiera tenían la opción de dar clases. «Lo único que podíamos hacer era poner una txozna en Madalenas, Santo Tomás, Atlantikaldia para recaudar fondos», añade Ángel.
Muchos niños pensaban que podían destacar jugando a fútbol o a baloncesto, pero al no poder hacerlo, se decantaron por las dos ruedas del 'scooter freestyle'. «No sólo acuden niños de Oarsoaldea, sino que también tenemos a uno que viene de Arrasate, otro de Durango y otro de Tudela», manifiesta Iban.
Se aprende cayendo al suelo
No hay una edad mínima para practicar este deporte, ya que como explica Iban, «tenemos hasta niños de cuatro y cinco años a nuestro cargo». Es un deporte con mayoría de practicantes masculinos, aunque también hay chicas que se atreven. «Hasta ahora hemos tenido de todo, niños y niñas, pero en la actualidad sólo tenemos una niña. Al final, entre tantos deportes para elegir no llegas a todo y tienes que decantarte por uno», añade Ángel.
En la nave hay diferentes módulos en los que pueden aprender y profundizar más en los trucos. El primero es el aéreo. «Sirve para salir y cuando llegas a la pared haces un giro de 180 grados para seguir patinando». Los demás módulos son el 'funbox', 'spine' y 'street'. «Nos gustaría que la nave fuese mayor para tener más diversidad de módulos, pero es lo que hay. Lo tenemos en mente», destaca Iban.
Cada verano, y durante las vacaciones de Navidad, Lezo se convierte en el epicentro del 'scooter freestyle' con la organización de diferentes campus y cursillos que atraen no sólo a la población guipuzcoana, sino que toman parte 'riders' de todo Euskadi. «Hace unos días me ha escrito una mujer de Vitoria para decirme que estaría interesada en venir una semana para que su hijo pudiese acudir al campus», indica Ángel.
En las competiciones se miden unos a otros, pero «aunque haya rivalidad siempre se animan, apoyan y corrigen unos a otros. El ambiente es muy sano, deportivamente hablando», dice. Es un deporte que se aprende a base de caídas y mucho esfuerzo. Es decir, no se nace sabiendo. «El primer truco que aprendí, que es de lo más básico, tardé un mes en pulirlo», destaca Álex. Para poder destacar en este deporte lo más lógico es «ser constante con los trucos que realizas».
Al principio es normal tener miedo a las caídas. «Puede parecer fácil andar en patinete, pero cuando llegas a un punto clave el truco puede complicarse. Para quitarte el miedo, lo mejor es repetirlo una y otra vez hasta conseguir no caerte. Todo es cuestión de insistir», afirma Alesander.
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