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Lucas Eguibar, en acción este jueves en los Juegos Olímpicos de Pekín 2022. efe
Juegos Olímpicos de Iniverno

Lucas Eguibar, con la mente en Cortina d'Ampezzo

El rider donostiarra no consigue finalmente la ansiada medalla olímpica en Pekín 2022 y tendrá que esperar cuatro años más para conquistar el único metal que le falta

Imanol Troyano

San Sebastián

Jueves, 10 de febrero 2022, 08:34

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Lucas Eguibar no ha podido colgarse finalmente la medalla olímpica esta mañana en Pekín 2022, la única que le falta por conseguir en un palmarés exitoso en el que destacan con letras mayúsculas el campeonato del mundo conquistado el año pasado y el Globo de Cristal logrado en 2015. La gloria olímpica tendrá que esperar nuevamente tras su tercera participación en unos Juegos de Invierno. Su capacidad de superación y de volver a ganar está fuera de toda duda. Eguibar tendrá 32 años cuando se celebren los Juegos de Cortina d'Ampezzo en Italia.

A pesar de no alcanzar el éxito deseado este jueves, al quedar en séptima posición y obtener su segundo diploma olímpico, Eguibar ya es un referente en el snowboard cross. Los niños y niñas que dan sus primeros pasos en las estaciones de Formigal, Baqueira o Sierra Nevada, incluso también de Verbier o Sestriere, ya toman como modelo a este deportista guipuzcoano.

Desde que en 2015 se alzara con la Copa del Mundo en la estación catalana de La Molina con 21 años, el donostiarra no ha dejado de crecer. Dos años después, en 2017, fue subcampeón individual y también por equipos del Mundial celebrado en Sierra Nevada. El año pasado se quitó la espina de ese subcampeonato al llevarse el Mundial en la estación sueca de Idre Fjäll tras culminar una remontada espectacular en el último momento.

Los oponentes nunca pueden fiarse de Eguibar. El donostiarra ha demostrado con creces que siempre es un candidato a la victoria pese a no hallarse en la reducida terna de favoritos. Siempre es la alternativa. Así llegaron sus mayores éxitos. El austriaco Alessandro Haemmerle, oro hoy en Pekín, bien lo sabe tras verse superado hace un año por el donostiarra en los metros finales del mundial.

Eguibar es un experto en afrontar los desafíos que se le presentan y encararlos de la mejor manera. No solo deportivos, sino también personales. El grave accidente de moto que sufrió su hermano mayor Nico y que le provocó severos daños cerebrales le cambió la percepción de su vida. Además, el propio Lucas tuvo que padecer el fallecimiento de su entrenador Israel Planas a los 41 años por culpa de un infarto cerebral.

La cita olímpica de Pekín no ha llegado en el mejor momento físico del rider donostiarra, que viene arrastrando dolores de espalda desde hace muchos meses. Los Juegos Olímpicos se le resisten de momento, pero Eguibar ya mira en el horizonte a Cortina d'Ampezzo. Cuatro años de espera, menos tiempo del que transcurrió entre aquel Globo de Cristal con el que empezó todo y el campeonato del mundo.

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