Xabi Oroz se lamenta por una derrota. Alba Pacheco
Leb Oro

Un Acunsa GBC más agresivo para arrancar de una vez

Beraza será baja mañana ante el Valladolid, partido en el que el equipo quiere acabar con el desequilibrio en el tiro libre para mirar convencido hacia arriba

Beñat Arnaiz

San Sebastián

Sábado, 5 de febrero 2022, 08:11

'Parece que sí, pero no'. Es la expresión con la que se puede definir tanto la temporada como muchos partidos del Acunsa Gipuzkoa Basket, que recibe mañana a las 17.00 horas al Real Valladolid en un intento más de colocar la piedra definitiva que siente las bases de las solidez y regularidad del equipo de Lolo Encinas, quien no va a poder contar con Beraza, lesionado del tobillo y duda para los partidos de la próxima semana ante el Estudiantes y Juaristi, también en Illunbe.

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Sus tres victorias consecutivas a domicilio entre diciembre y enero eran el argumento perfecto para despegar de una vez, pero la derrota y las sensaciones frías del día del TAU Castellón aplazaron el lanzamiento. La paliza al Almansa el domingo pasado en Illunbe dio otra oportunidad al equipo para iniciar una buena marcha, pero se quedó a medio camino y desperdició con cuatro pérdidas de balón una jugosa renta de 61-65 a cuatro minutos del final.

Encinas reconoció que «una vez que Oroz y Motos han entrado hemos subido el nivel de contacto en defensa. Es lo que pedía yo». Los dos exteriores, los mejores defensores perimetrales de la plantilla junto a Zubizarreta, permiten al Gipuzkoa Basket elevar su nivel defensivo y permitir menos canastas fáciles.

El técnico donostiarra se encuentra cómodo con este tipo de defensa. Es claro en que «prefiero pasarme de agresividad a que nos hagan bandejas fáciles», pero esto ha hecho que haya surgido un decisivo desequilibrio en el juego: el número de veces que cada equipo acude a la línea del tiro libre. El gran acierto en el triple contra el Almansa disimuló este aspecto, pero en Cáceres fue determinante.

El pasado domingo el Almansa tiró 23 tiros libres en Illunbe en un arbitraje muy discutido por la grada. Al Acunsa GBC le pitaron veintiséis faltas, por solo once del rival -siete en treinta minutos-, hecho que le llevó a tirar catorce tiros libres menos. El colegiado De Lucas De Lucas fue difícil de olvidar, y no por su curioso y repetitivo apellido.

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Quedó en anécdota por la abultada victoria, pero el miércoles el rival volvió a tirar nueve tiros libres más en un partido en el que los guipuzcoanos metieron más tiros de campo, capturaron más rebotes, hicieron más asistencias, cometieron menos pérdidas y sumaron más valoración. En un enfrentamiento tan igualado -también a nivel de contacto, el Acunsa no se ha convertido en el Getafe de Bordalás, ni mucho menos- los siete tiros libres más que metió el Cáceres fueron cruciales y Lolo Encinas reconoció que esa diferencia desde la línea de la personal «ha sido demasiada» en estos dos últimos partidos. «Vamos a ver si se ven también los contactos que nos hacen a nosotros».

Para ello, además de mantener esa línea defensiva, tendrá que ser más vertical en ataque con jugadores como Barton, desaparecido ante Almansa y Cáceres -1 de 14 en tiros- y que es el segundo máximo tirador de tiros libres del equipo. La ausencia de Beraza será sensible en el apartado de la dureza física, donde Delas y Proleta se tienen que hacer fuertes ante Pippen y Raffington.

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