El enésimo triunfo de Irene Paredes

Irene Paredes (Legazpi, 1991), se ha convertido en uno de los estandartes del fútbol femenino. La legazpiarra es una de las piezas estructurales del Barcelona, equipo considerado por muchos como uno de los más dominadores de la historia reciente del deporte. Además, es la jugadora con más partidos con la selección española. En total, la capitana suma 120 partidos, con tres Mundiales y cuatro Eurocopas a sus espaldas.

Debutó con la selección española en noviembre de 2011, con apenas 20 años, ante Rumania en los partidos clasificatorios para el Europeo de 2013 en Suecia. La zaguera únicamente disputó tres minutos en aquella plácida visita de España a la ciudad rumana de Buftea (0-4), sin embargo, ese partido iba a marcar un antes y un después para el fútbol femenino en España.

En aquel momento, la selección celebraba su cuarta victoria consecutiva en los clasificatorios, una racha que únicamente había logrado igualar en dos ocasiones, y esperaba puntuar ante Alemania para lograr un billete a la Eurocopa de 2013 tras estar ausente en las tres últimas ediciones.

Catorce años dan para mucho y el contexto del equipo y de la portadora del brazalete ha cambiado por completo. Ahora el equipo capitaneado por la legazpiarra está repleto de estrellas. Las ganadoras del Balón de Oro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas; la actual campeona de la Champions, Mariona, o la seguridad entre palos que brinda Cata Coll han elevado el suelo y el techo competitivo del equipo. Tanto es así que, tras ganar a Alemania precisamente, la selección se encuentra a un solo partido de conseguir un hito histórico: ganar Mundial, Nations League y Eurocopa de forma consecutiva.

Todo se decidirá el domingo a las 18.00 horas en el estadio St. Jakob-Park de Basilea, en un partido que enfrentará a las españolas e inglesas por convertirse en la mejor selección del Viejo Continente. Un título que se le resiste. «Estamos felices por estar en la final. Estamos deseando seguir haciendo historia porque este equipo se lo merece», confesaba la defensa tras clasificarse a la final.

En caso de que la guipuzcoana alce al cielo de Basilea el trofeo de la Eurocopa, será el enésimo triunfo de una carrera única y brillante. Dos Champions, cinco ligas, cuatro Copas de la Reina, un Mundial y una Nations League adornan una vitrina que la niña que comenzó a dar patadas al balón en el Ilintxa, Urola y Zarautz difícilmente hubiera podido imaginar.

España llega a la gran final tras cuajar un torneo sobresaliente de principio a fin. El conjunto de Montse Tomé comenzó su andadura avasallando a Portugal por cinco a cero, en un partido marcado por las ausencias de Aitana, Cata Coll y la propia Irene Paredes, que arrastraba una sanción desde el 12 de julio de 2024 tras recibir una tarjeta roja directa ante Chequia. A partir de ahí, la legazpiarra ha jugado noventa minutos en cada partido, en los que su equipo goleaba independientemente del rival que tuviese enfrente: 6-2 ante Bélgica, con gol de Paredes incluido, 1-3 a Italia y 2-0 ante Suiza en la ronda de cuartos.

Dicen que para levantar un trofeo de renombre hay que cumplir dos requisitos: haber perdido una competición o una final con anterioridad y lograr una victoria sufrida en el transcurso del torneo, dos máximas que el grupo cumple con creces.

España llegaba al Europeo después de tres ediciones cayendo en cuartos de final, en las que de diferentes maneras, el equipo vio reducidas a cero sus posibilidades de alzarse con el trofeo.

El partido clave del presente torneo llegó el pasado miércoles en las semifinales ante Alemania. Las jugadoras tiraron de orgullo y de oficio, y con el gol de Aitana en el minuto 113 completaron dos hitos que no habían logrado nunca: vencer a Alemania y llegar a la final de la Eurocopa.